Bart cuando era un bebé, en Morton Grove, Illinois, no era especialmente activo; pero aproximadamente a los seis años comenzó a hacer algo fuera de lo común: podía caminar sobre las manos casi tan bien como con los pies. Era una habilidad que producía muchas sonrisas y aprobación por parte de su familia. Subía y bajaba las escaleras y se pasaba el día boca abajo. Dos años más tarde, su madre, que siempre lo estimuló, fue a hablar con los profesores del colegio y juntos decidieron llevarlo a un centro de gimnasia. Cuando Bart entró quedó deslumbrado, nunca había visto nada tan maravilloso: había cuerdas, trapecios, barras paralelas, escaleras, trampolines, vallas; todo tipo de cosas sobre las que podía subirse y columpiarse. En aquel momento su vida dio un giro de ciento ochenta grados. De repente sus habilidades innatas servían para algo más que para divertirse y entretener a los demás. Ocho años más tarde, tras incontables horas de entrenamiento (saltar, elevarse, estirarse) Bart Conner llegó a los juegos Olímpicos de Montreal. Siguió adelante hasta convertirse en el gimnasta más premiado de todos los tiempos y el primero en ganar medallas de oro en todas las competiciones nacionales e internacionales. En la actualidad, Conner contribuye a que otras personas desarrollen su pasión por la gimnasia. Junto a su mujer, la campeona olímpica Nadia Comaneci, dirigen una escuela de gimnasia. Gimnastas como Bart y Nadia tienen una profunda percepción de las posibilidades de su cuerpo.
Robinson, Ken, “El Elemento”, Grijalbo, Buenos Aires, 2009
1) ¿Qué crees que pensaba la gente al ver a Bart moverse boca abajo?
2) ¿Piensas que alguna vez a sus padres se les pasó por la imaginación que su hijo llegaría a ser un gimnasta de fama mundial?
3) Imagina que la madre de Bart es una persona menos imaginativa y piensa que todo eso de andar con las manos era una pérdida de tiempo. ¿Qué crees que le habría dicho?
4) Tal vez tú también sabes hacer algo que tal vez no sea muy útil, pero se te da bien. ¿Qué puede ser?
5) Cada persona tiene algo que dar. Elabora un cartel, con tu imagen y algunos datos personales, en el que muestres lo que tú puedes aportar.
Lee aquí una autobiografía de Bart Conner
Robinson, Ken, “El Elemento”, Grijalbo, Buenos Aires, 2009
1) ¿Qué crees que pensaba la gente al ver a Bart moverse boca abajo?
2) ¿Piensas que alguna vez a sus padres se les pasó por la imaginación que su hijo llegaría a ser un gimnasta de fama mundial?
3) Imagina que la madre de Bart es una persona menos imaginativa y piensa que todo eso de andar con las manos era una pérdida de tiempo. ¿Qué crees que le habría dicho?
4) Tal vez tú también sabes hacer algo que tal vez no sea muy útil, pero se te da bien. ¿Qué puede ser?
5) Cada persona tiene algo que dar. Elabora un cartel, con tu imagen y algunos datos personales, en el que muestres lo que tú puedes aportar.
Lee aquí una autobiografía de Bart Conner