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miércoles, 25 de enero de 2017

Preguntas cortas para el examen y guía para el comentario


Preguntas cortas para el examen:
  1. Identifica el panorama político europeo en tiempos de Shakespeare mencionando la situación de las potencias en auge.
  2. Define el concepto de “época isabelina”
  3. Define el Renacimiento
  4. Define el Barroco
  5. Diferencia brevemente el Renacimiento y el Barroco.
  6. Define el concepto de “teatros nacionales”
  7. Enumera los ingredientes que participaron en la creación del teatro barroco.
  8. Escribe los títulos de las obras de Aristóteles y de Lope de Vega que representaron el choque entre la fidelidad a las normas clásicas y las características triunfantes entre el público de los Siglos de Oro.
  9. Menciona las diferentes soluciones que ofrecieron los principales países en la creación de sus teatros nacionales en lo que se refiere al respeto a las reglas clásicas.
  10. Elabora un pequeño cuadro en el que señales las diferencias entre el teatro clásico y el barroco.
  11. Explica brevemente en qué consisten las “tres unidades” de Aristóteles.
  12. Escribe el nombre de cuatro autores del teatro isabelino.
  13. Menciona tres elementos de la biografía de Shakespeare.
  14. Identifica las principales aportaciones de Christopher Marlowe/Thomas Kyd/etc. al drama isabelino.
  15. Clasifica las obras de Shakespeare dando al menos cuatro títulos.
  16. Indica dos diferencias entre las comedias y las tragedias de Shakespeare.
  17. Enumera los principales aciertos dramáticos de El Bardo de Avon
  18. Explica brevemente qué es el fool shakespeareano


    Esquema para un comentario de texto:
     
    A
    1. Lee detenidamente y elabora un resumen del texto sin obviar ninguna parte.
    2. Extrae lo esencial de ese esquema para identificar el tema del fragmento.
    3. Identifica la importancia de ese tema en la obra, narrando brevemente los momentos en los que cobra relieve. Si lo ves necesario, puedes relacionarlo con otros temas (siempre que no llegues a cambiar de tema).
    4. Pon en relación ese tema con otras obras del mismo autor y, si procede, con la biografía de éste.
    5. Explica qué datos históricos y culturales de la época guardan relación con el tema del fragmento, intentando ilustrar el tratamiento dado al mismo por el autor.
    6. Extrae alguna conclusión.

    B
    Identifica algunos rasgos formales del fragmento. Puedes pensar en:
  • Funciones del lenguaje predominantes.
  • Tipo de texto (narrativo, argumentativo, diálogo, etc.)
  • Sintaxis
  • Vocabulario
  • Figuras retóricas

Intenta relacionar esas características formales con lo explicado al hablar del tema del fragmento.



C


Elabora un texto argumentativo sobre el tema del fragmento. 


    •  

    martes, 24 de enero de 2017

    Preguntas cortas para el próximo examen

    1. Define Mester de clerecía.
    2. Menciona tres diferencias y tres similitudes entre el Mester de clerecía y el de juglaría.
    3. Menciona cuatro diferencias entre los Milagros de Nuestra Señora  y el Libro de Buen Amor.
    4. Títulos y características de dos colecciones de cuentos del siglo XIII.
    5. Contenido y estructura del LBA
    6. Intencionalidad del LBA
    7. Escribe el nombre de los dos autores principales del siglo XIV, así como los títulos de sus respectivas obras.
    8. Cita las que, a tu juicio, son las dos aportaciones más importantes de Alfonso X el Sabio a la lengua y la literatura españolas.
    9. ¿En qué se parecen Calila e Dimna, el Sendebar y el Libro de Buen Amor? ¿En qué se diferencian?
    10. Interpretación de las Coplas por la muerte de su padre.
    11.  Interpretación de las Coplas por la muerte de su padre.
       
    12. Explica la estructura de los "ejemplos" de El conde Lucanor.
    13. Une estas fechas con los autores que les corresponden:

      • S. XII; S. XIII; S. XIV: S. XV.
      • Arcipreste de Hita. Escuela de Traductores . Fernando de Rojas. Berceo. Conde Lucanor. Jorge Manrique
       
    14. Qué es la Escuela de Traductores de Toledo?
    15. Cita dos obras de Alfonso X.
    16. Enumera las lenguas y dialectos de España en la actualidad. 
    17. Explica el origen de esos mismos sistemas lingüísticos.
    18. ¿Español o castellano?
    19. ¿Qué pueblos y lenguas participaron en la formación del español? ¿En qué momentos?
    20. ¿Qué es el andaluz?
    21. Características de la modalidad andaluza
    22. ¿Qué es el español de América?
    23. Características del español de América.

    lunes, 9 de enero de 2017

    Modernismo y 98. La crisis de fin de siglo




    Bueno, ya estamos de vuelta de las vacaciones y abordamos un nuevo año, que siempre esperamos que sea mejor que el anterior.



    Por cierto: ¿cómo dirías que ha sido el año que dejamos atrás? ¿Qué cosas recuerdas? ¿Qué eventos han afectado al mundo y a los españoles?

    Todos los años, el jefe del estado hace su valoración sobre estos mismos temas. Aquí tenemos la del 2016:


    Lo interesante de este discurso es que el rey no es un político ni tampoco un ciudadano que da su opinión: su función es representar a todos los españoles. Sin embargo, es éste un objetivo muy ambicioso y tal vez irrealizable. Aquí encontramos las opiniones de algunos sectores de la política: 

    El PP percibe el "mensaje claro" del Rey a "populistas y secesionistas"


    Desde el Partido Popular, el vicesecretario general de Comunicación, Pablo Casado, ha calificado el discurso de "optimista y ambicioso", con un "mensaje claro a los populistas y secesionistas".


    Casado ha destacado el mensaje de "unidad frente a quien intenta separar y a los que intentan hacer valer sus intereses partidistas por encima de los generales".

    Casado ha afirmado que fue un discurso que ha llegado "al nivel de la calle", y en el que ha recapitulado el pasado reciente, ha apelado al presente y a la necesidad de unión y ha hablado de futuro mirando a los jóvenes.

    Podemos critica el discurso del Rey y le acusa de "no escuchar a la gente"


    Pablo Echenique, ha acusado a Don Felipe de ser un Rey "que ha elegido no escuchar a la gente", dejando fuera a una buena parte de la población. "Nos ha parecido un discurso que podría haber suscrito Mariano Rajoy de principio a fin"

    El número tres de Podemos ha incidido en que "dejó fuera las causas de los males de su pueblo", como la violencia machista o los españoles que han tenido que emigrar, o que su "única cesión a la obvia plurinacionalidad" de España sea "saludar en cuatro idiomas".


    Asimismo, ha recriminado expresamente la manera de abordar en el discurso la crisis económica, "como si se tratase de un fenómeno meteorológico". Así, ha advertido al Rey que si "hubiera escuchado a millones de españoles" sabría que las "verdaderas causas" están "en los grandes poderes económicos, los privilegiados y los delegados parlamentarios de esos poderes".



    El PSOE valora el "contenido social" del mensaje




    El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha valorado el contenido social del discurso, con la mirada más puesta en el futuro que en el pasado y en el que destacó lo que une a los españoles por encima de los que pueda diferenciarles.

    Los socialistas coinciden con el monarca en la confianza en el país y en reconocer el esfuerzo que han hechos los españoles para enfrentarse a la crisis, y consideran "muy acertado" que el monarca haya hecho un llamamiento para luchar contra la desigualdad.

    C's: el Rey trató temas que son "fundamentales para la España de hoy"




    Por su parte, el vicesecretario general de Ciudadanos , José Manuel Villegas, ha considerado que el Rey trató anoche "temas que son fundamentales para la España de hoy" y ha subrayado que su partido está "básicamente de acuerdo" con las ideas que transmitió el monarca.



    PNV: un mensaje "buenista, contradictorio y negacionista"




    El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha afirmado que el mensaje transmitido anoche por el rey Felipe VI fue "en lo social buenista, en lo político contradictorio y en lo territorial negacionista".

    "Los nacionalistas vascos no negamos que existe una nación española, pero la casa real y los gobiernos de turno sí niegan la existencia de una nación vasca, que es el sentimiento de muchos vascos", ha señalado Esteban.

    "Si en la España de hoy no puede caber la negación de otro, debía empezar a apuntárselo la propia casa real", ha añadido.

    En resumen: ¿sobre qué temas versó el discurso de Navidad? ¿De qué habrías hablado tú? 

    Desigualdades         Felicidad        Sanidad           Amor
    Educación       Deportes       Violencia          Guerras
    Bancos           Tecnología        Futuro               ETC...
    Empleo       Arte       Hambre















      Y bien: ¿desde cuándo preocupan esos temas? ¿Son siempre los mismos o van cambiando con el tiempo? En el siguiente artículo se habla de algunas posibles coincidencias entre dos épocas muy distintas. Anota las correlaciones que establece:



    La «crisis de fin de siglo» se ha convertido en una frase acuñada por la historiografía para aludir a la que se produjo hace 100 años en el paso del siglo XIX al XX. El año 1898 se ha convertido en referencia simbólica obligada al estudiar dicha crisis, aunque hoy hay acuerdo generalizado en señalar la complejidad de aquella fecha, que no podemos identificar sólo con una derrota militar, sino como el eje de un proceso de cambio en profundidad de la sociedad española en su conjunto. [...]
    El hecho es que observo una extraordinaria similitud entre el periodo 1875-1898 del siglo pasado y las mismas fechas del presente. Veamos. En 1875 se produjo una importante ruptura histórica con motivo de la restauración borbónica; desde [...] un periodo de turbulencias políticas roto precisamente en 1875 con la subida al trono de Alfonso XII y el inicio de un proceso de relativa estabilidad nacional. Pues bien, en 1975 se produce otra ruptura histórica con la muerte del general Franco, que constituyó un régimen dictatorial de excepción, y el inicio de una transición política a la democracia que tuvo su hito histórico en la Constitución de 1978.
    La similitud 1875-1975 vuelve justamente a repetirse con la de los años 1898-1998. En el 98 pasado terminó un ciclo histórico con la pérdida de las últimas colonias de ultramar; el fin del ciclo imperial que tuvo su origen con el descubrimiento de Colón en 1492, llevó a hablar del momento de máxima decadencia de la nación española, lo que condujo a un proceso de renovación y de cambio claramente perceptible desde nuestro mirador. Pues bien, en 1998 se vuelve a producir el fin de otro ciclo histórico como consecuencia de la entrada en vigor del euro en la economía española; a nadie se le escapa lo que esto tiene de pérdida en la soberanía nacional y la importancia que ello conlleva con vistas al futuro. [...]
    En 1998 estamos, pues, en la mitad de otra crisis de fin de siglo, de características muy similares también, como vamos a ver, a la del fin del siglo pasado. Si aquélla coincidió con una incalculable revolución tecnológica, hoy vuelve a ocurrirnos lo mismo. En torno a principios del siglo pasado y comienzos de éste se produjeron los grandes inventos que han protagonizado nuestra centuria: luz eléctrica, teléfono, telégrafo, gramófono, cine, automóvil, aviación; en el siglo que gira alrededor del 98 actual se ha producido la revolución informática, que ha transformado el mundo de las comunicaciones: fax, ordenador, correo electrónico, Internet... Otra revolución tecnológica que, unida al crecimiento y desarrollo de los medios audiovisuales, está cambiando nuestra vida y la cambiará más en los próximos años.
    [...]
    También hay una afinidad grande entre el fin de siglo pasado y el presente en el ámbito de los nacionalismos; el bizkaitarrismo, como se decía entonces, nació hacia 1895, de la misma forma que el catalanismo, con antecedentes ya en 1892 (Bases de Manresa). [Hoy] siguen generando tensiones y de forma muy especial en relación con su integración en Europa.
    Las similitudes podrían aún apurarse más, pero creo que basta con lo expuesto. Hay, sin embargo, una cuestión en el amplio mundo de las ideas que me gustaría plantear. En este ámbito, la pasada crisis de fin de siglo se caracterizó por la reacción contra el positivismo, que había sido una filosofía avasalladora hacia 1880. Me pregunto si ahora podría ocurrir algo parecido[...] Se ha dicho que estamos al final de la galaxia Gutenberg y es evidente que la imagen va adquiriendo un protagonismo cada vez mayor[...]. El desplazamiento de [el pensamiento] por los iconos podría ser terrorífico, y no me extrañaría que en la crisis de fin de siglo en que ya estamos inmersos se iniciara una nueva reacción contra los excesos de la imagen y de la informática.[...]
    José Luis Abellán es catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.
    * Este articulo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de mayo de 1998

    Como se ha hablado del tema en clase, copio aquí una breve reseña sobre el republicanismo en España:



    En España ha existido una persistente corriente de pensamiento republicana a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI, que se ha materializado en diversos partidos políticos de distinto signo a lo largo de la historia de España. Si bien dichos movimientos han compartido el objetivo de establecer una República en España, durante estos tres siglos han surgido distintas corrientes según la forma organizativa que se quería dar al Estado: unitaria o centralista, o federalista, existiendo además corrientes independentistas de carácter republicano en diversas regiones españolas.
    A pesar de la larga tradición de republicanismo que se ha dado en el país, España ha tenido un sistema político republicano tan solo durante dos cortos periodos de la historia, que suman menos de 10 años de sistema republicano en la historia española. Estos periodos en los que la República fue la forma de gobierno del Estado español fueron la Primera República Española, entre el 11 de febrero de 1873 y el 29 de diciembre de 1874; y la Segunda República Española, entre el 14 de abril de 1931 y el 1 de abril de 1939.
    Hay que destacar que hay movimientos y partidos políticos que defienden la República en todo el espectro político español, desde la izquierda (Ver sección Principales partídos políticos republicanos después de la Transición) hasta partidos liberales, nacionalistas o derechistas.



    Los temas han sido, pues: el cambio politico, la soberanía de España, los nacionalismos y la inteligencia. En cuanto al primero, Machado ya habló hace mucho tiempo de esas "dos Españas" que aún hoy no se entienden. Lo escucharemos en la versión cantada de Joan Manuel Serrat, quien dedicó un disco completo a las composiciones del escritor sevillano: 






    La crisis de fin de siglo

    Hispanoamérica

    Pasó de la Independencia política al imperialismo: dependencia económica de las potencias que intervienen en la revolución industrial, en busca de recursos como la explotación minera.
    De este modo, fueron frecuentes los enfrentamientos y guerras entre diferentes estados latinoamericanos, así como la intervención militar de EEUU, entre otros países.
    Como resultados de los cambios, surgieron dos clases sociales anteriormente inexistentes en la zona: el proletariado y la pequeña burguesía. De esta última surge un grupo de intelectuales críticos con el sistema. Ante esta situación, a los intelectuales americanos no les queda más salida que la evasión en mundos fantásticos e idílicos o la marginación y el malditismo, al estilo de los románticos y simbolistas europeos.
    El escritor, el artista, apartado del proceso económico y político de su país, se siente único portador de la extrema sensibilidad, de la esencia de los pueblos y de la raza, de la verdad, frente al mundo vulgar del capitalismo, el imperialismo y la burguesía.

    España

    En España, por su parte, se vive una decadencia arrastrada desde el siglo XVII:
    • Pobreza
    • Incultura
    • Guerras carlistas
    • Desigualdades
    • Atraso
    • Fracaso de la primera República y 
    • Restauración, igual de incompetente
    Como gota final, llega el desastre de Cuba, con EEUU y la pérdida de las últimas colonias, acabando con unos sueños de grandeza ya absolutamente anacrónicos a finales del XIX.

    Como resultado de todos estos factores, se da una época de cambios, reformas y pruebas en las que participan filósofos, pensadores, políticos y científicos, como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Manuel Azaña, etc. Entre ellos, se cuenta el llamado "grupo de los tres": los escritores Azorín, Ramiro de Maeztu y Pío Baroja, a los que se acerca también Miguel de Unamuno. En un principio muestran actitudes revolucionarias y radicales, pero más tarde, algo desengañados, giran hacia posturas idealistas, escépticas o espirituales, menos combativas.

    De este modo, llegamos a encontrar planteamientos muy parecidos, a un lado y al otro del océano Atlántico. En general, los artistas y escritores de todo el mundo hispano reaccionan frente a la sociedad burguesa...:


    • Materialista:  y tienden a lo espiritual.
    • Industrial: y, frente a la vulgaridad de lo útil, busca la belleza incluso en objetos útiles como la ropa, los muebles, el urbanismo, etc.
    • Racionalista: y exploran lo irracional, el psicoanálisis o la intuición.
    • Mediocre:  y muestran actitudes aristocráticas y refinadas, o bien bohemias, pero nunca vulgares.
    • Imperialista y capitalista: y se comprometen politicamente con el socialismo u otras corrientes
     

      Generalizando, podríamos resumir tres salidas o actitudes (que se pueden mezclar):
      1. La rebeldía: política, social.
      2. El aislamiento y la evasión.
      3. El análisis de los problemas.

















        El Modernismo podría definirse como un movimiento artístico y literario, surgido a partir de la crisis de la mentalidad europea de finales del siglo XIX y compuesto por numerosas corrientes que surgen en distintos momentos del siglo y por distintos motivos. Estas corrientes son el Prerrafaelismo, el Parnasianismo, el Decadentismo, el Simbolismo, el Impresionismo y el Expresionismo. Además, en España se da una corriente exclusiva de nuestro país: el Regeneracionismo.


        En cuanto a la oposición entre Generación del 98 y Modernismo, puedes leer algo en las páginas 104 y 124 del libro de texto, pero ampliaremos información con el siguiente vídeo. Apunta en tu cuaderno la información que obtengas de este documental sobre:

        1. Elementos que unen a la Generación del 98.
        2. Diferencias y similitudes entre modernistas y noventaiochistas



          1. El análisis de los problemas: 

          Entre los escritores españoles de la Generación del 98, destaca la reflexión sobre los problemas  de España y sobre la identidad española.


          El siguiente vídeo ayudará a entender mejor lo que ocurría por aquellos años. Responde a las siguientes preguntas para extraer la información más relevante:
          • ¿Qué injusticia afectaba a los reclutas que participaron en la guerra de Cuba?
          • ¿Qué fue el Mayne?
          • ¿Cómo reaccionaron los españoles ante la declaración de guerra de EEUU?
          • ¿Cuáles fueron las consecuencias de la guerra?




          AZORÍN: EPÍLOGO EN CASTILLA

          Quiero fechar idealmente estas páginas españolas en un viejo pueblo castellano; uno de esos pueblos que he intentado retratar en mis libros. El campo se extiende ante mi vista; se halla en la primavera cubierto con el tapiz verde de los sembrados, roto acá y allá por las hazas hoscas, negras, de los barbechos y eriazos; aparece en otoño desnudo, pelado, de un uniforme color grisáceo. No se yerguen árboles en la llanura; no corren arroyos ni manan hontanares. El pueblo reposa en un profundo sueño…

          Ningún lugar mejor que estos parajes para meditar sobre nuestro pasado y nuestro presente. Causa de la decadencia de España han sido las guerras, la aversión al trabajo, el abandono de la tierra, la falta de curiosidad intelectual; convienen en ello - como habrá visto el lector - Saavedra Fajardo, Gracián, Cadalso, Larra. No hay más aplanadora y abrumadora calamidad para un pueblo que la falta de curiosidad por las cosas del espíritu; se originan de ahí todos los males. Se originan de ahí la ausencia de examen, de comparación, de apreciación y de repulsión, de entusiasmo y de hostilidad; entusiasmo y hostilidad que remueven la inercia de los de abajo e impiden la corrupción de los de arriba.


          Esos españoles eminentes que hemos hecho desfilar por estas páginas, movidos estaban de una insaciable curiosidad intelectual; viajaron por Francia, Italia, Alemania, Inglaterra. Los que no salieron de casa - como Gracián- , sentíanse ansiosos por toda novedad filosófica o primor literario. La falta de curiosidad intelectual es la nota dominante en la España presente. ¿Cómo haremos para que interese un libro, un cuadro, un paisaje, una doctrina estética, una manifestación nueva del pensamiento? Reposa el cerebro español como este campo seco y este pueblo grisáceo. No saldrá España de su marasmo secular mientras no haya millares y millares de hombres ávidos de conocer y comprender.


          Nebreda, marzo 1912.




          Machado: por tierras de España

          El hombre de estos campos que incendia los pinares
          y su despojo aguarda como botín de guerra,
          antaño hubo raído los negros encinares,
          talado los robustos robledos de la sierra.
          Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;
          la tempestad llevarse los limos de la tierra
          por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
          y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
          Es hijo de una estirpe de rudos caminantes,
          pastores que conducen sus hordas de merinos a Extremadura fértil, rebaños trashumantes
          que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.
          Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto,
          hundidos, recelosos, movibles; y trazadas
          cual arco de ballesta, en el semblante enjuto
          de pómulos salientes, las cejas muy pobladas.
          Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
          capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
          que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
          esclava de los siete pecados capitales.
          Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
          guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
          ni para su infortunio ni goza su riqueza;
          le hieren y acongojan fortuna y malandanza.
          El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
          al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
          veréis agigantarse la forma de un arquero,
          la forma de un inmenso centauro flechador.
          Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
          ¿no fue por estos campos el bíblico jardín?:
          son tierras para el águila, un trozo de planeta
          por donde cruza errante la sombra de Caín.










          Este hombre del casino provinciano
          que vio a Carancha recibir un día,
          tiene mustia la tez, el pelo cano,
          ojos velados por melancolía;
          bajo el bigote gris, labios de hastío,
          y una triste expresión, que no es tristeza,
          sino algo más y menos: el vacío
          del mundo en la oquedad de su cabeza.

          Aún luce de corinto terciopelo
          chaqueta y pantalón abotinado,
          y un cordobés color de caramelo,
          pulido y torneado.
          Tres veces heredó; tres ha perdido
          al monte su caudal; dos ha enviudado.

          Sólo se anima ante el azar prohibido,
          sobre el verde tapete reclinado,
          o al evocar la tarde de un torero,
          la suerte de un tahúr, o si alguien cuenta
          la hazaña de un gallardo bandolero,
          o la proeza de un matón, sangrienta.

          Bosteza de política banales
          dicterios al gobierno reaccionario,
          y augura que vendrán los liberales,
          cual torna la cigüeña al campanario.

          Un poco labrador, del cielo aguarda
          y al cielo teme; alguna vez suspira,
          pensando en su olivar, y al cielo mira
          con ojo inquieto, si la lluvia tarda.

          Lo demás, taciturno, hipocondriaco,
          prisionero en la Arcadia del presente,
          le aburre; sólo el humo del tabaco
          simula algunas sombras en su frente.

          Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
          sino de nunca; de la cepa hispana
          no es el fruto maduro ni podrido,
          es una fruta vana
          de aquella España que pasó y no ha sido,
          esa que hoy tiene la cabeza cana.


          En los siguientes enlaces podemos leer La trapera y Caídos, dos cuentos de Pío Baroja 


          Frente al estilo apagado y triste de Baroja o Unamuno, Rubén Darío, el principal de los modernistas, llama al optimismo con un estilo bien diferente. La expresión cambia, pero el tema de preocupación es el mismo: 

          Salutación del optimista

          Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,
          espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve!
          Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos
          lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos;
          mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto;
          retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte
          [...]

          ya veréis el salir del sol en un triunfo de liras,
          mientras dos continentes, abonados de huesos gloriosos,
          [....]
          digan al orbe: la alta virtud resucita,
          que a la hispana progenie hizo dueña de los siglos.
          Abominad la boca que predice desgracias eternas,
          abominad los ojos que ven sólo zodiacos funestos,
          abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres,
          o que la tea empuñan o la daga suicida.
          [...]
          ¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos
          y que al alma española juzgase áptera y ciega y tullida?
          [...]
          Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
          muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
          Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente
          que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
          [...]
          Un continente y otro renovando las viejas prosapias,
          en espíritu unidos, en espíritu y ansias y lengua,
          ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.
          La latina estirpe verá la gran alba futura,
          en un trueno de música gloriosa, millones de labios
          [..].
          Y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros,
          ¡Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!




          2. El aislamiento y la evasión.

           En el modernismo se funden numerosas tendencias de la literatura europea y americana: el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el impresionismo, además del romanticismo anglosajón.

           El parnasianismo, cultivado por los franceses Charles Baudelaire, Leconte de Lisle o Paul Verlaine, consiste en la elaboración de poemas que tengan valor por sí mismos, independientemente de la realidad. Es el "arte por el arte". Se busca la belleza y nada más. Características:
          • Perfección formal
          • Serenidad y equilibrio, similar a una escultura.
          • Busca temas decorativos, como la elegancia de Japón o el refinamiento francés del siglo XVIII. 
          "Mis amores" ("Soneto Pompadour"), de Julián del Casal

          Amo el bronce, el cristal, las porcelanas,
          Las vidrieras de múltiples colores,
          Los tapices pintados de oro y flores
          Y las brillantes lunas venecianas.

          Amo también las bellas castellanas,
          La canción de los viejos trovadores,
          Los árabes corceles voladores,
          Las flébiles baladas alemanas,

          El rico piano de marfil sonoro,
          El sonido del cuerno en la espesura,
          Del pebetero la fragante esencia,

          Y el lecho de marfil, sándalo y oro,
          En que deja la virgen hermosura
          La ensangrentada flor de su inocencia.


          SONATINA

              La princesa está triste...¿Qué tendrá la princesa?
          Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
          que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
          La princesa está pálida en su silla de oro,
          está mudo el teclado de su clave sonoro,
          y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
              El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
          Parlanchina, la dueña, dice cosas banales,
          y vestido de rojo piruetea el bufón.
          La princesa no ríe, la princesa no siente;
          la princesa persigue por el cielo de Oriente
          la libélula vaga de una vaga ilusión. [...]
              ¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
          quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
          tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
          ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
          saludar a los lirios con los versos de mayo
          o perderse en el viento sobre el trueno del mar [...]
               ¡Pobrecita princesa  de los ojos azules!
          Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
          en la jaula de mármol del palacio real;
          el palacio soberbio que vigilan los guardas,
          que custodian cien negros con sus cien alabardas,
          un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
              ¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
          (La princesa está triste, la princesa está pálida)
          ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
          ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
          -la princesa está pálida, la princesa está triste-,
          más brillante que el alba, más hermoso que abril!
              -«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
          en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
          en el cinto la espada y en la mano el azor,
          el feliz caballero que te adora sin verte,
          y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
          a encenderte los labios con un beso de amor».

                          Rubén Darío 

          El simbolismo, nacido en Francia, pretende descubrir el verdadero sentido de las cosas; se trata de expresar, por medio de símbolos intuiciones, realidades profundasíntimas. No rechazan  la belleza formal del parnasianismo, pero pretenden ir más allá. Símbolos frecuentes son el cisne o el sauce:


             El cisne en la sombra parece de nieve;
          su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
          el suave crepúsculo que pasa tan breve
          las cándidas alas sonrosa de luz.
             Y luego, en las ondas del lago azulado,
          después que la aurora perdió su arrebol,
          las alas tendidas y el cuello enarcado,
          el cisne es de plata, bañado de sol.
             Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
          olímpico pájaro herido de amor,
          y viola en las linfas sonoras a Leda,
          buscando su pico los labios en flor.
             Suspira la bella desnuda y vencida,
          y en tanto que al aire sus quejas se van,
          del fondo verdoso de fronda tupida
          chispean turbados los ojos de Pan.

          El poema anterior tiene mucho también de parnasiano, pero otros textos simbolistas tratan temas personales e íntimos como la muerte:
          DABA EL RELOJ LAS DOCE...

                            Daba el reloj las doce... y eran doce
             golpes de azada en tierra...
                     ¡Mi hora! —grité— ... El silencio
              me respondió: —No temas;
                   tú no verás caer la última gota
            que en la clepsidra tiembla.
                     Dormirás muchas horas todavía
          sobre la orilla vieja
                   y encontrarás una mañana pura
                 amarrada tu barca a otra ribera.















          Antonio Machado

           También podemos encontrar símbolos de la propia vida:



          Por último, el simbolismo español a menudo encuentra en el paisaje un símbolo de la historia del país, como leímos en el apartado anterior, en Por tierras de España o El pasado efimero.

           "¡Ancha es Castilla! Y qué hermosa la tristeza enorme de sus soledades, la tristeza llena de sol, de aire, de cielo!" (Miguel de Unamuno)



          Tú me levantas, tierra de Castilla,
          en la rugosa palma de tu mano,
          al cielo que te enciende y te refresca,
          al cielo, tu amo.
          Tierra nervuda, enjuta, despejada,
          madre de corazones y de brazos,
          toma el presente en ti viejos colores
          del noble antaño.
          Con la pradera cóncava del cielo
          lindan en torno tus desnudos campos,
          tiene en ti cuna el Sol y en ti sepulcro
          y en ti santuario.
          Es todo cima tu extensión redonda
          y en ti me siento al cielo levantado,
          aire de cumbre es el que se respira
          aquí, en tus páramos.
          ¡Ara gigante, tierra castellana,
          a ese tu aire soltaré mis cantos,
          si te son dignos bajarán al mundo
          desde lo alto!

          Miguel de Unamuno


           El impresionismo, al estilo de los pintores, consiste en realizar una descripción vaga, imprecisa, a partir de imágenes sueltas:







          -
           

          Una viejecita; ébano y marfil. Las ropas negras, limpias; la cara y las manos, amarillentas. Ochenta años. Débil, sutil; si la abrazáramos, como queremos, tendríamos la sensación de que iba a deshacerse entre nuestros brazos; nos contenemos. Pudiéramos hasta derribarla en el suelo con sólo soplar ligeramente. Aérea; un jirón do humo negro. Arrebujada, a veces, en un rinconcito, sin hablar; sin reñir jamás; sin tener un gesto de desabrimiento. Y sin ser nadie; no es nadie esta viejecita. Si dijéramos su nombre, no se produciría ese movimiento de interés que se produce cuando se nombra a una persona ilustre. No es nadie; la hoja que cae en el otoño; el humo que asciende por la chimenea; la hierbecita que cogemos al borde de un camino; el vilano que cruza por el cielo. En su rincón, el bulto de ébano y marfil. Un niño se acerca, y es, con sus mejillas coloradas, una rosa que ha apareado de pronto al lado de lo negro y lo marfileño.


          Azorín
          Pueblo.
          Novela de los que trabajan y sufren
          (1930)



          Una canción que recuerda el estilo de Azorín es esta de Jorge Drexler, titulada Mi guitarra y vos:





          El decadentismo es una corriente artística y literaria que tuvo su origen en Francia en las dos últimas décadas del siglo XIX y se desarrolló por casi toda Europa y algunos países de América.Esta corriente consiste en una tendencia a admirar lo macabro, lo escandaloso y, al mismo tiempo, la refinación extrema.

          El decadentismo arremete contra la moral y las costumbres burguesas, pretende la evasión de la realidad cotidiana, exalta el heroísmo individual y desdichado y explora las regiones más extremas de la sensibilidad y del inconsciente.

















          El prerrafaelismo, venido de Inglaterra, muestra admiración por los rasgos ingenuos y primitivos de los pintores arcaicos.
          El Prerrafaelismo es una corriente que había nacido en Inglaterra a mediados del siglo XIX y que afectó sobre todo a la pintura y a la poesía. Los prerrafaelistas, igual que los románticos, volvieron los ojos a la Edad Media y al siglo XV, concretamente a todo el arte anterior a Rafael Sanzio (de ahí el nombre "pre-rafaelismo", antes de Rafael), con el que comienza el Renacimiento. Estos artistas pensaban que el arte medieval quizá era algo imperfecto e incluso "primitivo", pero poseía una naturalidad, una frescura, una libertad y una profundidad religiosa y sentimental de las que carecía el arte del Renacimiento, demasiado frío y perfecto y que no dejaba al artista expresarse en libertad. 

          Partiendo de la idea de que el arte medieval era puro, ideal y delicado, se puso de moda en la pintura y en la publicidad la imagen de la "mujer frágil", vestida con ropas de apariencia medieval o envuelta en ligeras sedas.

           Medea, de Evelyn De Morgan, 1889, al estilo del Quattrocento
          Resultado de imagen de gaudíEn la poesía también se vuelven a tratar temas propios de la Edad Media, como  el concepto del alma como un "reino interior" (Rubén Darío titula un poema suyo con esta expresión, y Manuel Machado a toda una sección de su libro Alma), los pecados capitales, las letanías de la Virgen... La poesía y la novela de Valle-Inclán están llenas de simbolismos que proceden del arte medieval cristiano, y Antonio Machado incluye en su más célebre libro, Campos de Castilla, el poema largo "La tierra de Alvargonzález", intento de imitación de los romances castellanos medievales. Los prosistas Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Azorín reflexionarán obsesivamente en numerosas novelas y ensayos sobre la Edad Media castellana y su influencia en la cultura y la mentalidad de España. 

          La arquitectura modernista intenta imitar los antiguos edificios del Gótico, como hace el arquitecto español Antoni Gaudí.
          Fuente aquí 












          Rubén Darío: El reino interior



          Una selva suntuosa
          en el azul celeste su rudo perfil calca.
          Un camino. La tierra es de color de rosa,
          cual la que pinta fra Doménico Cavalca
          en sus Vidas de santos. Se ven extrañas flores
          de la flora gloriosa de los cuentos azules,
          y entre las ramas encantadas, papemores
          cuyo canto extasiara de amor a los bulbules.
          (Papemor: ave rara; Bulbules: ruiseñores.)

          * * *

          Mi alma frágil se asoma a la ventana obscura
          de la torre terrible en que ha treinta años sueña.
          La gentil Primavera primavera le augura.
          [...]
          * * *

          ¿Qué són se escucha, són lejano, vago y tierno?
          Por el lado derecho del camino adelanta
          el paso leve una adorable teoría
          virginal. Siete blancas doncellas, semejantes
          a siete blancas rosas de gracia y de harmonía
          que el alba constelara de perlas y diamantes.
          [...]
          Van descalzas. Se mira que posan el pie breve
          sobre el rosado suelo, como una flor de nieve.
          Y los cuellos se inclinan, imperiales, en una
          manera que lo excelso pregona de su origen.
          [...]
          Como a un velado son de liras y laúdes,
          divinamente blancas y castas pasan esas
          siete bellas princesas. Y esas bellas princesas
          son las siete Virtudes.

          * * *

          Al lado izquierdo del camino y paralela-
          mente, siete mancebos? oro, seda, escarlata,
          armas ricas de Oriente? hermosos,[...]
          vienen también. Sus labios sensuales y encendidos,
          de efebos criminales, son cual rosas sangrientas;
          sus puñales, de piedras preciosas revestidos
          [...]
          al cinto penden; arden las púrpuras violentas
          [...]
          y en sus manos de ambiguos príncipes decadentes
          relucen como gemas las uñas de oro fino.
          Bellamente infernales,
          llenan el aire de hechiceros beneficios
          esos siete mancebos. Y son los siete vicios,
          los siete poderosos pecados capitales.

          * * *

          Y los siete mancebos a las siete doncellas
          lanzan vivas miradas de amor. Las Tentaciones.
          De sus liras melifluas arrancan vagos sones.
          Las princesas prosiguen, adorables visiones
          en su blancura de palomas y de estrellas.

          * * *

          Unos y otras se pierden por la vía de rosa,
          y el alma mía queda pensativa a su paso.
          ¡Oh! ¿Qué hay en ti, alma mía?
          [...]
          los brillantes mancebos te atraen, mariposa?


          [...]



           Otros poemas:


           Insomnio.
          Insonmia, Dante Gabriel Rossetti (1828-1882)

          Delgadas son las faldas que la noche dejó atrás,
          Antes de que el día quebrara el cielo con su crepitar.
          Delgados son los jirones del sueño,
          Oscilando en el espíritu cansado del viento;
          Pero en medio de aquel reposo inquieto
          Que desgarra la trama del olvido y el recuerdo,
          Mi alma se estira hacia la tuya,
          Cada vez más cerca.

          Nuestras vidas nunca se unen;
          Nuestros pensamientos nunca se distancian,
          Aquello que aferra tu corazón al mío
          Parece disolverse en un brillo sombrío.
          Esta noche, el amor ejerce un control total,
          Y con deseo y con pesar
          Mi alma se arrastra hacia la tuya,
          Cada vez más cerca.

          ¿Existe un hogar donde la pesada tierra
          Se derrita en el aire brillante
          Y dónde el mal no se respire,
          Dónde el agua barra el eco de la sed
          Y el fuego sea el reflejo de nuestra fe?
          Si la voluntad yace atada al objetivo,
          Tal vez allí pueda su esperanza engendrar.
          Mi alma, en esta hora desolada,
          Se agita hacia la tuya,
          Cerca, siempre un poco más.


          Luz repentina.
          Sudden light
          , Dante Gabriel Rossetti (1828-1882)


          Yo estuve aquí antes,
          no sé decir cómo y cuándo:
          conozco el prado detrás de la puerta,
          el dulce aroma penetrante,
          los sonidos susurrantes,
          las luces a lo largo de la costa.
          Tú has sido mía antes;
          no sé decir hace cuánto:
          pero apenas esa golondrina remontó,
          y giró tu cuello, algún velo cayó;
          y lo supe al instante.

          ¿Había sido así antes?
          ¿No será que el vuelo concéntrico
          del tiempo restaure nuestras vidas,
          nuestro amor, a pesar de la muerte,
          y nos traiga otro deleite noche y día?

          Ahora, entonces, ¡con fortuna otra vez!
          ¡Duerman mis ojos la agitación de tus cabellos!
          ¿No yaceremos como hemos yacido,
          y así, por amor de Amor,
          el dormir y el despertar
          no rompan ya sus cadenas?




          Actitudes, rasgos y características estéticas

          La revolución de la literatura hispánica de fin de siglo abarca todos los géneros y todas las manifestaciones:
          • En la lírica modernista a lo Rubén Darío es más evidente.
          • Pero también en la novela, el teatro y  el ensayo, y en todos los autores, incluso los menos "modernistas": Unamuno, Azorín , Baroja.

          1. Renovación del lenguaje 
          2. Renovación métrica  
          3. Renovación de los géneros no poéticos 
          4. Renovación temática


             Renovación del lenguaje

            Enriquecimiento del vocabulario, tomando de:
            • Lo antiguo y o moderno
            • lo extranjero y lo autóctono
            • Lo culto y lo popular
            • Lo ajeno y la aportación propia
            Por eso encontramos:
            •  un vocabulario insólito y creativo en Valle Inclán, 
            • Abundancia de vocabulario sobre el color y la luz en los hermanos Machado, Valle, Baroja o Azorín
            • Abundancia de vocabulario sobre el sonido y la música en Rubén Darío o en Juan Ramón, y una gran musicalidad en los versos.
             Renovación métrica

            Auténtica revolución alcanzada por la experimentación con metros nuevos y viejos, de diferentes épocas. Se adaptan los pies métricos latinos al español ("El cisne en la sombra parece de nieve") y se busca encabalgamientos, rimas internas, pausas, etc.
            Lo importante era no limitarse a lo de siempre y encontrar una correspondencia entre sentimiento y musicalidad: un simbolismo en la sonoridad.

            Renovación  de los géneros no poéticos

            Novelas  en las que lo importante no es la trama, sino el diálogo, o las descripciones, o la idea que desarrollan. Unamuno inventó el término "nivolas" para denominar a las suyas, que no se parecían nada a las novelas realistas. Valle-Inclán revoluciona el teatro hasta el punto de que muchas de sus obras son difícilmente representables.

            Renovación temática
             
            1. Angustia, existencial similar a la de los románticos. Desengaño, melancolía, dolor y evasión.
            Trascendentalismo y preocupaciones religiosas y filosóficas en Machado o Unamuno. Muchos modernistas elevan el arte a la categoría de religión: "La lámpara maravillosa" de Valle-Inclán.

            2. Dolor por España: visión crítica a la vez que un profundo amor por su tierra.
            • Azorín: Los pueblos, Castilla. 
            • Machado: Campos de Castilla
            Los escritores hispanoamericanos y los españoles comparten un sentimiento de solidaridad. Rubén Darío exalta el valor cultural y humano de lo español ("Ínclitas razas ubérrimas", España contemporánea")

            3. El pasado, como indagación y también  como evasión.

            4. El paisaje. Es la primera vez en la literatura española que el paisaje se hace tan importante, con una consideración ideológica, social y política.
            • Unamuno, Machado o Azorín
            5. Amor, ya sea delicado e idealizado o como erotismo intenso para desahogarse frente a la angustia existencial. También muestra una actitud antisocial frente a la moral burguesa:
            • Darío: "Ite, misa est"


            Llegados a este punto,  hemos concluido con el tema. Los apuntes para el examen, sacados de esta misma entrada del blog, los encontraréis en este enlace, así como en la columna lateral de Blaschillerato.
            Además de los apuntes, estudiaremos algo del libro de texto. Para resumir y facilitar el trabajo, lo reduciremos todo a las siguientes preguntas de examen, que responderemos ahora mismo consultando el libro:

            Págs. 105-106:
            • ¿Qué objetivo perseguía Rubén Darío en sus escritos?
            • Distingue las dos etapas de este autor, mencionando un título de cada una. 
            • Da dos datos biográficos del autor nicaragüense.

            Pág. 124:
            • Describe los temas principales de los autores de la Generación del 98.
            Pág. 125:
            • ¿Qué géneros literarios cultivó Antonio Machado?
            • ¿En qué consistió su evolución artística?
            • Aporta dos datos biográficos del autor.
            Pág. 126:
            • ¿Qué objetivo perseguía Unamuno en sus escritos? 
            • ¿Qué son las nivolas?
            • Escribe dos datos biográficos del autor de Niebla.
            Pág. 127:
            • ¿Cuáles son los temas de Baroja?
            • ¿Qué género literario cultivó?
            • Dos datos biográficos del autor donostiarra.

            Pág. 128:
            • Diferencia las dos etapas de Valle- Inclán.
            • ¿Qué es el esperpento?
            • Selecciona dos datos biográficos del creador del marqués de Bradomín.





            Como preparación para el examen, recomiendo encarecidamente la realización de los ejercicios de las páginas 107 y 129.




              Lo fatal

            Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
            y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
            pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
            ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
            Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
            y el temor de haber sido, y un futuro terror...
            Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
            y sufrir por la vida y por la sombra y por
            lo que no conocemos y apenas sospechamos,
            y la carne que tienta con sus frescos racimos
            y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
            ¡y no saber adónde vamos
            ni de dónde venimos...!

            Solución al comentario de texto aquí


              Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo
            botón de pensamiento que busca ser rosa;
            se anuncia con un beso que en mis labios se posa
            al abrazo imposible de la Venus de Milo.
                 Adornan verdes palomas el blanco peristilo;
            los astros me han predicho la visión de la Diosa;
            y en mi alma reposa la luz como reposa
            el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
                Y no hallo sino la palabra que huye,
            la iniciación melódica que de la flauta fluye
            y la barca del sueño que en el espacio boga;
                 y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
            el sollozo continuo del chorro de la fuente
            y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.



            Yo voy recorriendo las calles de este pueblo. Yo contemplo las casas bajas, anchas y blancas. De tarde en tarde, por las anchas vías cruza un labriego. No hay ni ajetreos, ni movimientos, ni estrépitos. Argamasilla en 1575 contaba con 700 vecinos; en 1905 cuenta con 850. Argamasilla en 1575 tenía 600 casas; en 1905 tiene 711. En tres siglos es bien poco lo que se ha adelantado. «Desde 1900 hasta la fecha -me dicen- no se han construido más allá de ocho casas». Todo está en profundo reposo. El sol reverbera en las blancas paredes; las puertas están cerradas; las ventanas están cerradas.




            Era un aire suave, de pausados giros;
            el hada Harmonía ritmaba sus vuelos;
            e iban frases vagas y tenues suspiros
            entre los sollozos de los violoncelos.
            Sobre la terraza, junto a los ramajes,
            diríase un trémolo de liras eolias
            cuando acariciaban los sedosos trajes
            sobre el tallo erguidas las blancas magnolias.
            La marquesa Eulalia risas y desvíos
            daba a un tiempo mismo para dos rivales,
            el vizconde rubio de los desafíos
            y el abate joven de los madrigales.
            [...]
            ¡Ay de quien sus mieles y frases recoja!
            ¡Ay de quien del canto de su amor se fíe!
            Con sus ojos lindos y su boca roja,
            la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.
            Tiene azules ojos, es maligna y bella;
            cuando mira vierte viva luz extraña:
            se asoma a sus húmedas pupilas de estrella
            el alma del rubio cristal de Champaña.
            Es noche de fiesta, y el baile de trajes
            ostenta su gloria de triunfos mundanos.
            La divina Eulalia, vestida de encajes,
            una flor destroza con sus tersas manos.
            [...]
            Yo el tiempo y el día y el país ignoro,
            pero sé que Eulalia ríe todavía,
            ¡y es cruel y eterna su risa de oro!



            Quería acabar consigo mismo, que era la fuente de sus desdichas propias. Mas antes de llevar a cabo su propósito, como el náufrago que se agarra a una débil tabla, ocurriósele consultarlo conmigo, con el autor de todo este relato.[...]
            –Es que tú no puedes suicidarte, aunque lo quieras.

              –¿Cómo? –exclamó al verse de tal modo negado y contradicho.

              –Sí. Para que uno se pueda matar a sí mismo, ¿qué es menester? –le pregunté.

              –Que tenga valor para hacerlo –me contestó.

              –No –le dije–; ¡qué esté vivo!

              –¡Desde luego!

              –¡Y tú no estás vivo!
            [...]
            –Pues bien; la verdad es, querido Augusto –le dije con la más dulce de mis voces–, que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes…

              –¿Cómo que no existo? –exclamó.

              –No, no existes más que como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que un producto de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean el relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo; tú no eres más que un personaje de novela, o de nivola, o como quieras llamarle. Ya sabes, pues, tu secreto.




            Es una tarde cenicienta y mustia,
            destartalada, como el alma mía;
            y es esta vieja angustia
            que habita mi usual hipocondría.
            La causa de esta angustia no consigo
            ni vagamente comprender siquiera;
            pero recuerdo y, recordando, digo:
            –Sí, yo era niño, y tú, mi compañera. 






            Juventud, divino tesoro,
            ¡ya te vas para no volver!
            Cuando quiero llorar, no lloro...
            y a veces lloro sin querer...

            historia de mi corazón.
            Era una dulce niña, en este
            mundo de duelo y de aflicción.

            Miraba como el alba pura;
            sonreía como una flor.
            Era su cabellera obscura
            hecha de noche y de dolor.
            [...]







             Solución al comentario de Lo fatal: 

            En este texto, el poeta envidia la suerte de árboles y minerales por no sentir, ya que estar vivo y ser consciente le produce un gran dolor. A continuación se lamenta de las incertidumbres de la vida y de que la única certeza con la que cuenta es la de morir al final, lo cual únicamente le produce terror.
            Podemos decir, por tanto, que el poema plantea el dolor de la vida, el miedo a la muerte y el sufrimiento ante la incertidumbre, por lo que identificamos el tema como el SUFRIMIENTO POR LA VIDA.
            El sufrimiento es un tema común de toda la literatura de fines del siglo XIX, ya hablemos de autores clasificados como modernistas o de noventaiochistas: unos y otros reaccionaron ante un mundo en crisis que no aceptaban. Las diferencias sólo se refieren a la manera en que abordaron la cuestión: unos decidieron enfrentarse a la sociedad, otros la analizaron y una última solución consistió en evadirse de ella.
            En general se suele considerar que los modernistas como Rubén Darío optaron por la evasión, en la línea del decadentismo, el parnasianismo o el simbolismo; pero este poema, que pertenece al poeta nicaragüense, es más intimista y dolorido que esos movimientos; más cercano al tono que normalmente relacionamos con la generación del 98: Machado comenzó escribiendo poemas modernistas, pero que eran más subjetivos e intimistas que los hispanoamericanos (“Es una tarde cenicienta y mustia, /destartalada, como el alma mía”); Unamuno trató con frecuencia, especialmente en su última etapa, preocupaciones íntimas y filosóficas, como el sentido de la existencia o la preocupación por la muerte, muy cercanas al contenido del poema que comentamos. Así, por ejemplo, leemos el poema “A mi buitre”.
            Pío Baroja, como novelista (La busca, El árbol de la ciencia), se encuentra más cercano a la idea del Realismo, pero en el fondo de todos sus textos está la preocupación filosófica que refleja su idea de la existencia: una dura lucha por sobrevivir en un mundo hostil. En este sentido, tiene mucho en común con “Lo fatal” de Rubén Darío.
            Como hemos dicho, el sufrimiento de todos estos autores, así como de aquellos que a finales del siglo XIX decidieron evadirse, respondía a un rechazo al mundo que les tocó vivir: en el caso de Hispanoamérica, la causa del malestar se encuentra en el paso de la dependencia política de España a la dependencia económica de potencias extranjeras que explotaban sus recursos, creando grandes desigualdades; en el caso español, la pobreza, la incultura, las guerras (incluido el desastre de Cuba), las desigualdades, el atraso y los problemas políticos fue lo que motivó el sufrimiento y la necesidad de cambio de sus escritores e intelectuales. Es en este contexto que Darío llega a escribir, en el poema que comentamos, sobre el sufrimiento por la vida: su propia vida individual , pero también la vida de cualquier individuo al que le tocó vivir en un momento difícil como el fin del diecinueve.

            En cuanto a los aspectos formales del texto, lo primero que resalta es la forma poética: el género preferido por los modernistas. Frente a la prosa o al teatro, del gusto de la generación del 98, Rubén Darío es ante todo poeta.
            Como escritor, su principal aspiración es renovar el lenguaje literario, y para ello experimenta con recursos literarios nuevos. En el texto presente vemos una composición en versos alejandrinos, de catorce sílabas: una medida propia de la Edad Media que rescata el autor de Prosas Profanas.
            En este poema, Darío usa un lenguaje sin muchos adornos, como sí hacía en poemas de su primera etapa, como en la Sonatina (“La princesa está triste...¿Qué tendrá la princesa? ...”), donde abundaban los cisnes, música y todo tipo de elementos decorativos propios del parnasianismo. Por el contrario, en “Lo fatal” predomina un vocabulario áspero y directo: árbol, piedra, dolor, vida, espanto, muerto, etc.
            Sí podemos encontrar un vocabulario más propio del simbolismo en las metáforas de la carne y la tumba, acompañadas de sus frescos racimos y sus fúnebres ramos.

            Como conclusión, podemos apuntar que este poema pertenece a la última etapa del autor, la de Cantos de vida y esperanza, en la que busca una poesía más intimista y profunda, cercana a la producción de los escritores españoles del 98, que, como él, sintieron un profundo dolor por la vida y por la época que les tocó vivir.