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lunes, 21 de mayo de 2012

El simbolismo y Baudelaire

CÁNTICO

¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.

Pastores, los que fueres
allá por las majadas al otero,
si por ventura vieres
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.

Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
no cogeré las flores,
ni temeré a las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.

¡Oh bosques y espesuras
plantadas por la mano del Amado!,
¡oh prado de verduras
de flores esmaltado!,
decid si por vosotros ha pasado.

Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de su hermosura.

[...]

Y todos cuantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo,
y todos más me llagan,
y déjanme muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo.

[...]

¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y, pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste?

[...]



¡Apártalos, Amado,
que voy de vuelo!
Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma
al aire de tu vuelo, y fresco toma.

Mi Amado las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,

la noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

[...]


A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores,
y miedos de las noches veladores:

Por las amenas liras
y canto de sirenas os conjuro
que cesen vuestras iras
y no toquéis al muro,
porque la esposa duerma más seguro.

Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos del Amado.

Debajo del manzano,
allí conmigo fuiste desposada;
allí te di la mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada.

Nuestro lecho florido,
de cueva de leones enlazado,
en púrpura teñido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.

[...]

En soledad vivía,
y en soledad ha puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.

Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.

Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos.

Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.

El aspirar el aire,
el canto de la dulce filomena,
el soto y su donaire
en la noche serena,
con llama que consume y no da pena.

Que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco aparecía
y el cerco sosegaba,
y la caballería
a vista de las aguas descendía.



lunes, 14 de mayo de 2012

Examen 1º ESO

En breve realizaremos un nuevo examen de lengua y, a lo tonto a lo tonto, veréis que tenemos bastantes contenidos. Repasemos lo que hemos estado haciendo desde el último examen: 

De Un mito fuerte como un roble:
  • Expresión de deseos con indicativo, subjuntivo e infinitivo (ej. 4) 
  • Redacción de un texto con diferentes verbos y conectores (ej. 4)  
  • Literatura: historia de Filemón y Baucis.
De Inventos:
De Insectos y bichos muy poéticos:
  •  Vocabulario: voraz, omnívoro, famélico.
  • Tipos de adyacente en el S.N.: adjetivos, sustantivos, complementos del nombre, que+VB.
De Algunos ejercicios:
  • Ortografía.
  • Homófonas
Del libro y de clase: ¡verbos!
  • En las págs 103-105 y 121-123 hay actividades e información muy útil.



SÓLO PARA 1º B: 


De Hípica caballar equina:
  •  Vocabulario: diferencia entre los adjetivos ecuestre, caballar, hípico y equino.
  • Literatura: historia del caballo de Troya. 
  • Hipónimos e hiperónimos (2ª parte del ej.1)


Vocabulario de clase: 
  • sufijo -ario: diccionario, armario, acuario...
  • exótico, pintoresco, curioso, extravagante.
  • interrogativas abiertas y cerradas; directas e indirectas. Pronombres interr.

 En resumen, podemos organizar los contenidos  con esta estructura: 


Literatura:
  • Filemón y Baucis. Dédalo e Ícaro. El caballo de Troya.
Gramática:
  • conjugación completa (indicativo, subjuntivo e imperativo)
  • Expresión de deseos con indicativo, subjuntivo e infinitivo.
  • Uso del relativo cuyo/a/os/as.
  • Tipos de adyacente en el S.N.: adjetivos, sustantivos, complementos del nombre, que+VB.
  •  
  •  

Salinger. El estilo del autor.



2. Salinger.

Jerome David Salinger (Nueva York, 1 de enero de 1919 – Cornish, Nuevo Hampshire, 27 de enero de 2010) fue un escritor estadounidense conocido principalmente por su novela El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye en inglés), que se convirtió en un clásico de la literatura moderna estadounidense casi desde el mismo momento de su publicación, en 1951. El autor falleció a los 91 años (en 2010) de causas naturales.

1. Responde a las preguntas leyendo el texto que verás a continuación:
  •  Cita algunas obras de Salinger, distinguiendo subgéneros narrativos.
  •  Encuentra algún detalle de su biografía que pueda haber sido relevante en su producción literaria.
  • Menciona sus preferencias literarias y busca en Internet información de los autores preferidos y denostados por él.
  • Explica cómo era el carácter del escritor estadounidense.


Salinger nació y creció en la ciudad de Nueva York. Cuando consiguió la fama internacional, en 1951, tenía 32 años de edad. Para entonces, ya llevaba más de diez años publicando relatos cortos y, finalmente, tras siete años tratando, sin mayor éxito, de entrar en la revista The New Yorker, había logrado convertirse en contribuyente habitual de la publicación, tras la aparición de su cuento “Un día perfecto para el pez banana” en enero de 1948. Hasta entonces, Salinger había logrado colocar hasta una veintena de relatos en una cantidad de revistas como Collier’s, Store, Saturday Evening Post y Esquire; además, había publicado dos capítulos de lo que posterior-
mente sería El guardián entre el centeno antes de alistarse como voluntario para combatir en la Segunda Guerra Mundial.
Participó en el desembarco aliado en Normandía (1944) como soldado de infantería y durante sus primeros meses en
Europa escribió algunos cuentos. Testigo de los horrores del combate, estos hechos le dejaron una profunda huella emocional e incluso estrés postraumático, lo que se percibe en algunos de sus relatos, especialmente Un día perfecto para el pez banana, sobre un ex soldado suicida, y también Para Esmé, con amor y sordidez, narrado por un soldado traumatizado.
Ya con un talante polémico e independiente, el soldado Salinger consideraba a Ernest Hemingway, a quien conoció en París, y a John Steinbeck escritores de segunda clase, reservando su admiración para Herman Melville.
En 1945, Salinger se casó con una médico francesa de nombre Sylvia, de la cual se divorció; en 1955 se casó con Claire Douglas, unión que concluyó también en divorcio en 1967, cuando se acentuó la reclusión del escritor en su mundo privado y su interés por el budismo zen.
Posteriormente, Salinger publicó las colecciones de relatos Nueve cuentos en 1953 (donde se incluyen los dos aludidos) y Franny y Zooey, en 1961; y en 1963 una colección de novelas cortas Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción, protagonizados por la disfuncional familia Glass. Las mentes ágiles y poderosas de hombres perturbados y la capacidad redentora que los niños tienen en las vidas de éstos es uno de los temas principales de las obras de Salinger.
Después de haber obtenido la fama y la notoriedad con El guardián entre el centeno, Salinger se convirtió en un eremita, apartándose del mundo exterior y protegiendo al máximo su privacidad. Se mudó de Nueva York a Cornish (New Hampshire), donde continuó escribiendo historias que nunca publicó.
Salinger ha intentado por todos los medios escapar de la exposición al público y de la atención del mismo. Cuando supo de la intención del escritor británico Iam Hamilton de publicar una biografía que incluía cartas que Salinger había escrito a amigos y a otros escritores, Salinger interpuso una demanda para detener la publicación del libro (uno de los resultados no intencionados de este juicio fue que muchos de los detalles de la vida privada de Salinger, incluyendo el hecho de haber escrito dos novelas y muchos relatos que no habían sido publicados, salieron a la luz pública ¡a través de las transcripciones del juzgado!)
 La relación de un año que mantuvo en 1972 con la aspirante a escritora Joyce Maynard, de dieciocho años, fue también causa de controversia cuando ella subastó las cartas que Salinger le había escrito. Ha mantenido, igualmente, más de veinte relaciones con aspirantes femeninas a escritoras, siempre muy jóvenes.
En 2000, su hija, Margaret Salinger, publicó El guardián de los sueños. En su libro de “confesiones”, la señorita Salinger afirma que su padre se bebía su propia orina, sufría glosolalia, rara vez tenía relaciones sexuales con su madre, la tenía como una “prisionera virtual” y se negaba a permitirle ver a sus parientes y amigos.


2. Encuentra relaciones entre la información obtenida en el ejercicio anterior y este fragmento de El guardián entre el centeno.

Yo creo que no podría ir a la guerra. No me importaría tanto si todo consistiera en que te sacaran a un patio y te largaran un disparo por las buenas, lo que no aguanto es que haya que estar tanto tiempo en el ejército. Eso es lo que no me gusta. Mi hermano D. B. se pasó en el servicio cuatro años enteros. Estuvo en el desembarco de Normandía y todo, pero creo que odiaba el ejército más que la guerra.[...] Le dijo también que en el ejército aliado había tantos cabrones como en el nazi [...]Lo que no comprendo es por qué D.B. me hizo leer Adiós a las armas si odiaba tanto la guerra. No entiendo cómo D.B. podía odiar la guerra y decir que ese libro era buenísimo al mismo tiempo. Tampoco comprendo cómo a una misma persona le pueden gustar Adiós a las armas y El gran Gatsby. D.B. se enfadó mucho cuando se lo dije y me contestó que era demasiado pequeño para juzgar libros como esos. Le dije que a mí me gustaban Ring Lardner y El gran Gatsby. Y es verdad. Me encantan. ¡Qué tío ese Gatsby! ¡Qué bárbaro!. Me chifla la novela. Pero, como les decía, me alegro muchísimo de que hayan inventado la bomba atómica. Si hay otra guerra me sentaré justo encima de ella. Me presentaré voluntario, lo juro. 


3. Identifica los rasgos lingüísticos presentes en el texto que consideres que pertenecen al personaje y no al autor (es decir, que son más propios de la forma de hablar de un adolescente que de un escritor que está haciendo crítica literaria).
4. Investiga acerca de los libros y los autores citados en el fragmento. 


Narrador, tiempo y espacio. La narración de  El guardián entre el centeno corre a cargo del protagonista de la historia: un joven de dieciséis años que se expresa con naturalidad y espontaneidad, dando cuenta de sus andanzas en los días que transcurren tras su expulsión del colegio de  Pencey. Durante este periodo Holden vaga, sobre todo, por las calles de Nueva York. Los encuentros y situaciones que vive sucesivamente se narran de forma ágil y amena, siempre de manera lineal, aunque a veces el narrador nos da a conocer aspectos anteriores de su vida, como los recuerdos acerca del hermano muerto, o algunas anécdotas de sus muchos compañeros de colegio.




Sencillez y naturalidad. El texto resulta sencillo a todos los niveles: léxico, sintáctico, estilístico..., respetando la verosimilitud de un narrador adolescente que se expresa de manera espontánea y sin pretensiones. Las construcciones sintácticas son cortas y ágiles, con predominio de la yuxtaposición y la coordinación; el vocabulario es sencillo y genérico, con abundancia de hiperónimos y comodines léxicos, como "cosa", "gente", etc.; No hay figuras retóricas destacables, aparte de las hipérboles expresivas: "choqué con veinte bidones por lo menos", "la tía tenía como cien años", "Debajo de los libros había un cuaderno. Tiene como cinco mil" etc.




Muletillas. Holden se expresa con dejadez. A pesar de su admiración por la gente con buen vocabulario, él mismo emplea  frecuentemente muletillas y frases hechas, entre las que destacan los "¡jo!" que intercala continuamente en su discurso y "de verdad", expresión con la que remata a menudo sus frases. También tenemos muchas ocasiones de apreciar su repertorio de insultos, los cuales casi siempre van referidos al nivel intelectual o moral de los otros personajes:

  • "me puse a mirar a todos los cretinos"
  • "¡Menudo imbécil!"
  • "¡Vaya tía!"
  • "pregúntele si el imbécil del camarero le ha dado mi recado"
  • "¡Menudo hipócrita!"
  • "Nunca he visto a un tío más falso"




Generalizaciones. En sus juicios sobre la personalidad de los otros, Holden tiende con frecuencia a hacer generalizaciones, del tipo: "todos esos tipos son iguales" o "esas cretinas siempre hacen lo mismo"




Opiniones radicales y desenfadadas. A veces, en su impulsividad, Holden produce frases que, tal vez, si las reflexionara un poco, retiraría (hemos visto que con frecuencia se retracta de cosas que hace y dice, arrepentido del daño que pueda causar a los demás). Sin embargo, cuando le vienen a la cabeza, puede ser bastante radical:


"Me gusta muchísimo oírle, pero a veces le entran a uno ganas de romperle el piano en la cabeza. Debe ser porque sólo por la forma de tocar se le nota que es de esos tíos que no te dirige la palabra a menos que seas un pez gordo".


" Tampoco comprendo cómo a una misma persona le pueden gustar Adiós a las armas y El gran Gatsby. D.B. se enfadó mucho cuando se lo dije y me contestó que era demasiado pequeño para juzgar libros como ésos. Le dije que a mí me gustaban Ring Lardner y El gran Gatsby. Y es verdad. Me encantan. ¡Qué tío ese Gatsby! ¡Qué bárbaro! Me chifla la novela. Pero, como les decía, me alegro muchísimo de que hayan inventado la bomba atómica. Si hay otra guerra me sentaré justo encima de ella. Me presentaré voluntario, se lo juro."

viernes, 11 de mayo de 2012

Trabajos para subir nota en Literatura Universal

Para subir nota, se propone la redacción de artículos de opinión a partir de:
Otra opción consiste en  escoger un tema (el que se quiera: sociedad, o dinero, o las artes, etc.) y establecer una comparación entre al menos tres de los autores estudiados, explicando cómo lo aborda cada uno desde su propio punto de vista y estableciendo parecidos y diferencias.

miércoles, 2 de mayo de 2012

The Catcher in the Rye



1. Lee lo que verás a continuación y toma apuntes en tu cuaderno acerca de estos temas referentes a El guardián entre el centeno:

  1. Generalidades
  2. Argumento
  3. Título

The Catcher in the Rye fue la primera novela corta de J.D. Salinger. Fue publicada en 1951 y se hizo muy popular entre los críticos y jóvenes. La historia la narra, en primera persona, Holden Caulfield: un adolescente rebelde, inadaptado e inmaduro, pero de gran perspicacia. Se dice de la novela que es la única que ha sabido captar lo que es la adolescencia con todas sus contradicciones; la fórmula del carácter del desorientado protagonista la ofrece su propia hermana, Phoebe, cuando le dice que, sencillamente, no sabe lo que quiere.
Treinta años después de su publicación en 1951, El guardián entre el centeno era tanto el libro más prohibido como el segundo más estudiado como lectura obligatoria en los institutos estadounidenses. En la década de 1990 fue el nº 13 en la lista de libros más leídos en su país según la Asociación de Bibliotecas Americanas y en el año 2005 se mantuvo entre los diez primeros.
Las razones principales por las que este libro fue criticado eran principalmente su lenguaje ofensivo y sus referencias a las drogas, el alcohol y la prostitución. Los críticos ven a Holden como un instigador de masas. Por otro lado, se trata de una novela que ha sido curiosamente citada como favorita por muchos asesinos en serie y otros inadaptados.




Holden Caulfield tiene 16 años y ha sido expulsado por bajo rendimiento de la escuela privada Pencey. En una huida sin rumbo fijo (para evitar explicarle a su padre la mala noticia), el protagonista vive en primera persona los aspectos más bajos de la sociedad. Tiene encuentros con mujeres, un sinfín de decepciones y de situaciones estremecedoras, en un acelerado y corrosivo paso hacia la madurez. Es un chico sin ilusión, convencido de que su paso al mundo adulto es de regresión y no de evolución, que se aburre con todo, y que sólo idealiza a su hermana pequeña Phoebe, increíblemente sensata para su edad, porque representa la última ramita que une a Holden con su infancia.





El título del libro en inglés hace referencia a una reflexión que el protagonista realiza en el libro sobre la letra de un poema, que trata sobre un Catcher (alguien que agarra o sujeta) que evita que “los niños caigan en el precipicio”.
(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura.

La primera traducción al castellano de la obra fue titulada "El cazador oculto"; posteriormente, una traducción española de 1978 tituló la obra como "El guardián entre el centeno". Ese título viene siendo criticado por escritores no españoles desde hace tiempo. Rodolfo Rabanal explicó en 2001:
El guardián en[tre] el centeno es estrictamente literal porque responde a las cinco palabras del título en inglés, pero esa literalidad no beneficia el sentido: más bien lo oscurece. El guardián es el jugador que en el béisbol corre para atrapar la pelota; si ese jugador se encuentra, de manera figurada, en un campo casi idéntico a un trigal, estará evidentemente oculto y fuera del alcance del bateador. En suma, «cazaría» la pelota desde una guarida y se comportaría como un cazador oculto. Ésa es la idea que inspiró el título de Salinger, sólo que en inglés, y en los Estados Unidos, bastaba con la literalidad para establecer la metáfora. Pero en la versión en español era preciso imaginar el propósito de Salinger y dar exactamente la idea que el autor buscaba. Luego se impuso esta nueva versión y el guardián en el centeno ya no suena a nada.

De todas maneras, Salinger desautorizó cualquier otra traducción al castellano, con lo que el primer título, que fue la única versión en español durante décadas, nunca más pudo usarse.


Fragmento de El guardián...

3. Sobre el tema.

¿Conoces esta película?:





1. Contesta a estas preguntas hechas por una internauta y di si estás de acuerdo con las afirmaciones hechas por quienes le responden.



Sociedad.

La razón por la cual esta obra sigue vigente es que logra permearnos en el mundo de una vida solitaria y extrema: la aventura de Holden Caulfield. Nos muestra una visión de la realidad de una persona que ha perdido la confianza y el agrado por la gente que le rodea y la sociedad en general. Hay velada ahí una crítica a la sociedad. La obra no es obscena: simplemente impacta por su contenido de crítica social. Por lo demás, no existen en la novela referencias hacia el asesinato o la disolución social. Es más: conviene no olvidar que el protagonista no es un desarraigado absoluto: el cariño hacia su hermana permanece y le hace incluso cambiar de conducta. De hecho, Holden es la figura de alguien desengañado por la vida, la cual acaba de conocer como adulto en forma de múltiples decepciones, pues se han corrompido aquellas cosas que más amaba (sus hermanos, su profesor, el disco, etc.). Sin embargo, es su hermana pequeña aquello por lo que aún merece la pena vivir, ya que todo le falla menos ella.




 2. La que tenemos aquí arriba no es más que una de las muchas películas que tienen que ver con las ciudad de Nueva York. ¿Conoces otras? ¿Qué imagen tienes de esa ciudad? Di qué sitios conoces de allí y qué actividades crees que se puede hacer en la Gran Manzana.

Nueva York.

La ciudad aparece como un personaje más. Holden la conoce como la palma de su mano y se mueve por ella, casi siempre en taxi, como pez en el agua, no obstante su corta edad. Así nos lleva por el parque, los museos, las calles, cuyas denominaciones (nombres o números) conoce incluso más allá de los suburbios. Nos presenta, asimismo, salas de fiestas, bares, teatros, restaurantes y escenarios propios de la vida adulta. Moviéndose por las calles de Nueva York, Holden parece más un perro viejo que un adolescente perdido.


3. Recuerda o busca en Internet películas o series que tengan lugar en esa ciudad.
4. Lee este fragmento y di cómo actúa Holden en lo que se refiere a:
  • Dinero
  • Música
  • Alcohol
  • Sexo
Alcohol y sexo.

Allá donde va, el joven trata de obtener consumiciones de whisky u otras bebidas alcohólicas, aunque casi siempre se la deniegan, al ser evidente que se trata de un menor de edad. En su actitud ante el alcohol y otros vicios, Holden se comporta siempre como los viriles actores de las películas de cine negro de los años cuarenta y cincuenta: Humphrey Bogart, Brando, etc.; sin embargo, logra que el lector no lo perciba como una pose forzada, sino como un atributo de su desengañada personalidad. Holden reconoce ser virgen y, sin embargo, no vacila en contratar los servicios de una prostituta, a la que finalmente rechaza sin demasiados titubeos; a cambio, su virilidad queda aparentemente a salvo gracias a la entereza con que encaja los golpes del portero matón.



5. Aquí puedes ver una escena de un clásico del cine. Esta sí la conoceréis, ¿no? 

En el cine (especialmente el americano) de mediados del siglo XX , vemos personajes que fuman y beben constantemente, hecho que se ha visto como un modo muy eficaz de hacer publicidad de esos productos. Más tarde, se han tomado medidas gubernamentales para evitar dar una imagen positiva de los mismos. Lee este artículo y razona por escrito si, en tu opinión, esas medidas son necesarias o inútiles.

 
Teatro, cine y música.

El jazz es un arte propio de intelectuales que se pone de moda en los años cincuenta. Aunque Holden ha sido expulsado del colegio, muestra siempre una predisposición muy buena hacia las artes y la cultura. A menudo habla de cine y de música como un experto capaz de discernir lo verdaderamente bueno de aquello que el público consumista se traga sin digerir. Suele reflejar los comentarios estúpidos con los que el público alaba a los artistas famosos. Afirma que odia el cine, pero lo cierto es que sabe apreciar una obra de calidad. Holden cita con frecuencia nombres de artistas, cuya trayectoria conoce, al parecer, de antiguo, a pesar de su corta edad, y se queja de los que, conscientes de su éxito e incluso de su valía, caen en un comportamiento de divos que lo alejan de la sinceridad necesaria para los verdaderos artistas.



Literatura.

Holden es un gran lector o, al menos, un lector ávido. Aunque El guardián entre el centeno trata de respetar la verosimilitud de los gustos y preferencias de un muchacho de la edad de Holden, con frecuencia aparecen en la novela críticas literarias (Adiós a las armas, por ejemplo, novela escrita en 1929 por Ernest Hemingway) puestas en boca del protagonista, que comenta los títulos de su agrado. Por otra parte, uno de los primeros rasgos autobiográficos que nos ofrece el protagonista es la relación con su hermano, escritor que "se ha vendido" a Hollywood: allá obtendrá una bollante posición económica y social, con todo tipo de lujos y decadentes placeres, pero esa elección lo aleja irremisiblemente de su hermano, el cual desprecia semejante actitud tanto como a quienes no hacen más que hablarle de aquél.



6. ¿Recuerdas qué importante obra de los Siglos de Oro incluye también críticas literarias en boca de los personajes? - Se trata del famoso escrutinio que el cura y el barbero hicieron en el patio de cierta casa manchega...
 



Cultura.

Además de la Literatura y las otras artes, Holden se interesa por otros aspectos de la cultura. Una mañana se acerca al museo de Historia Natural de Nueva York, con la excusa de ir a ver a alguien, aunque sabe perfectamente que esa persona no se encuentra allí. Finalmente se dará la vuelta antes de entrar, e incluso expresará su repulsión a hacerlo, pero antes de volverse nos narra una gran cantidad de recuerdos agradables evocados por aquellas vitrinas llenas de objetos interesantes, conocidos de sobra por él.

Por otro lado, la relación con la cultura se asemeja muchísimo a la actitud propia de los artistas de la Beat Generation y otros intelectuales asociados: se trata de un acercamiento diferente al oficial, marginal y voluntariamente provocador, con grandes dosis de excentricidad y contradicción, y para nada pulcro: como Kerouak y los demás, Holden es bebedor y está muy interesado por el sexo. De hecho, es éste el tema con el que trata de entablar conversación con el personaje que él considera más intelectual de todos: Carl Luce, tres años mayor, muy inteligente y con un vocabulario que admira abiertamente. Luce se comporta con Holden de manera muy despectiva; apenas le dedica tiempo, a pesar de que Holden le suplica su atención y su ayuda, y se niega a seguir la conversación. Aún así, Holden se despide de él con admiración: "¡Qué tío, el tal Luce! No había quien le aguantara, pero la verdad es que se expresaba estupendamente. Cuando estábamos en Whooton él era el que tenía el mejor vocabulario de todo el colegio. De verdad. Nos hicieron un examen y todo." Carl Luce se muestra, pues, tan despreciable como otros personajes que Holden acribilla, pero, al menos, no es un ser falso; además, sus méritos intelectuales parecen eximirlo de toda culpa.




Leer capítulo 19

7. Después de leer el capítulo 19, en el que Holden se encuentra con Luce, compara la actitud de este personaje con la de los escritores de la Beat Generation; después, recordando que este grupo de escritores fue precursor del movimiento hippie, halla la huella de aquéllos en las actitudes y objetivos de personajes como John Lennon: 



Lee este artículo y da tu opinión sobre el evento.




El ocio.

Caso muy diferente del de la cultura con mayúsculas es el de los espectáculos y actividades de ocio. Holden acude a tales espectáculos como un ritual para relacionarse con otra gente (como cuando lleva a Hayes al teatro), pero los desprecia abiertamente y sin reservas. Por las páginas del libro aparecen además otras actividades como las de la pista de patinaje, el parque o las salas de fiestas, lugares propios de la sociedad de consumo de masas, donde la gente se amontona para entregarse a actividades despreciables y hablar de los temas insustanciales que asquean a Holden.

8. Lee el capítulo en el que Holden se encuentra con su hermana, Phoebe. Distingue las partes del texto haciendo un brevísimo resumen de cada una de ellas.
 


Sinceridad.
 
Holden desprecia los convencionalismos sociales, los gestos cotidianos que, faltos de sinceridad, no son más que normas de educación o actos de conveniencia. A menudo se queja  de las palabras que, como "fantástico" o "estupendo", emplean los personajes con los que se encuentra y con las que éstos  aparentan siempre actitudes positivas ante la vida y ante los demás. Cuando Holden acude a un concierto o a una representación teatral, no puede evitar ver, tras los actores y los músicos y las poses con que estos se muestran, a la gente común que está deseando fumarse un cigarrillo o hacer descansar los pies en cuanto termine la representación. El joven aborrece cuanto el espectáculo tiene de falso, de pose y de representación.
A Sally Hayes, la chica con la que sale en New York, le propone en un momento dado casarse con ella, viajar y disfrutar de la vida; ella, como le dirá más adelante "le da cien patadas", pero el joven insiste en repetirnos que, en el momento de hacerle esa propuesta, de verdad estaba sintiendo lo que decía; es sólo que se trataba más de un deseo que de una proposición seria. Por eso Holden no tiene problema en hablarle al final en términos muy duros y expresarle su desprecio, mezclado con compasión y también arrepentimiento por al trato infligido.


Fantasías e ilusiones.

A menudo el protagonista proyecta sus deseos y sueños sobre la realidad circundante, como en el caso anteriormente expuesto, en que fantasea con la idea de vivir tranquilo con Sally Hayes y recorrer el mundo, o, con mayor dosis de irrealidad, se imagina a sí mismo como un pistolero vengador que encaja dos balazos en el cuerpo del portero proxeneta que acaba de robarle y golpearlo. A este tipo de fantasías pertenece la imagen que da título al libro.



La infancia
 
Holden ama la infancia porque está libre de la hipocresía y del protocolo de los adultos. El choque de esa inocencia y espontaneidad con la realidad que habitualmente lo circunda le provoca graves crisis de nostalgia y desilusión contemplativa. Su hermana Phoebe, que tiene solo diez años, es para él una referencia de más peso que cualquier adulto, y su único cariño absoluto. Bien es verdad que Phoebe posee una madurez y una lucidez propias de un adulto, pero es la sinceridad infantil lo que la convierte, a ojos de Holden, en un ser infalible, en el cual se puede confiar.

 9. ¿Piensas que el autor de esta canción tiene algo en común con Holden? ¿Por qué?




Letra aquí. Música aquí.



Religión.
 
A veces aparece la religión como un tema de menor importancia. El chico lo vive casi como un capricho de algunos sectores de la sociedad, los cuales parecen defender su credo como una seña de identidad, equiparable al estatus social, las preferencias musicales o la universidad en la que han estudiado otros. En cambio, Holden se revela como un ser espiritual cuando trata de conversar con Luce sobre sexo: ahí nos explica que rechazó a la prostituta porque él busca en el sexo una suerte de unión espiritual que se una a la comunión física.



Lee la letra de la canción en su original en inglés y traducida al español.