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jueves, 15 de octubre de 2020

Los Picapiedra y la picapiedrización de la Prehistoria

¿Cómo imaginas la Edad de Piedra? ¿Cómo crees que seria la vida humana en los siguientes aspectos?:

  • Ocio
  • Guerra
  • Seducción
  • Trabajo
  • Alimentación
  • Etc.
¿Se parece tal vez tu idea a estas imágenes y escenas?:















Puede que descubras algunas cosas sorprendentes viendo este documental. Será suficiente con atender a los minutos 13'23"-15':



Leyendo los textos que encontrarás a continuación, di si los siguientes enunciados son verdaderos o falsos:

  1. La gente prehistórica tenía que luchar desesperadamente con otras tribus por unos recursos muy escasos. El gran problema siempre ha sido la competencia.
  2. En la prehistoria, no había pobres. Sí había que enfrentarse con desastres naturales, pero la pobreza no existía.
  3. Los cazadores recolectores, al no poder almacenar comida, viven en una pobreza crónica.
  4. Con la agricultura y la ganadería, por fortuna, la alimentación de los humanos mejoró notablemente.
  5. Las sociedades cazadoras-recolectoras comparten todo lo que tienen porque se sienten ricas.
  6. Los humanos, gracias al progreso, han ido haciéndose cada vez más fuertes y más altos.
  7. En los pueblos prehistóricos se dedicaba más tiempo al ocio que al trabajo.
  8. Para ser líder en una sociedad de cazadores-recolectores no había que ser especialmente fuerte, ni autoritario, ni agresivo. Ni ser hombre.


Nuestros ancestros fueron auténticos trotamundos: nómadas que rara vez se detenían más de unos pocos días seguidos. ¿Qué nos hace pensar que decidirían quedarse a luchar desesperadamente por una zona superpoblada con los recursos esquilmados, pudiendo  continuar la marcha a lo largo de la costa, como habían hecho durante generaciones? [...] El mundo prehistórico estaba escasamente poblado, cuando no despoblado por completo. Es presumible que, en los muchos milenios anteriores a la aparición de la agricultura, el número total de homo sapiens no llegara nunca a exceder el millón


Aun en un mundo básicamente desierto, la vida social de los cazadores-recolectores era cualquier cosa menos pobre. La mayoría de los cazadores-recolectores no se siente pobre, y todo parece indicar que la vida no solía ser una lucha para esos inteligentes antepasados nuestros que controlaban el fuego y vivían unidos en grupos cooperadores. No cabe duda de que sufrieron los efectos devastadores de catástrofes ocasionales como sequías, cambios climáticos  y erupciones volcánicas, pero la mayoría de ellos vivió en un mundo prácticamente despoblado y rebosante de alimentos.


En las comunidades de cazadores-recolectores, donde se comparte la propiedad, la preocupación por la pobreza suele ser inexistente. En el clásico Economía en la Edad de Piedra, Marshall Sahlins explica que "los pueblos más primitivos del mundo poseen pocas cosas, pero no son pobres, La pobreza no es una cantidad más o menos pequeña de bienes[...]; es, sobre todo, una relación entre personas". Sócrates ya lo dijo: "No es más rico el que más tiene, sino el que se contenta con menos"


El humano prehistórico no solía almacenar alimentos, pero eso no quiere decir que estuviera muerto de hambre. El arqueólogo George Armelagos y sus colegas constataron  que los restos de los agricultores, comparados con los de los cazadores recolectores que les precedieron, evidenciaban un aumento del 50% de malnutrición crónica, y una incidencia tres veces mayor de enfermedades infecciosas (reflejadas en las lesiones de los huesos).


A mucha gente le ha llamado la actitud extrañamente generosa que suelen tener los cazadores-recolectores con respecto a la comida: al fin y al cabo, nunca tienen nada en la nevera. Paul  Le Jeune, un misionero jesuita francés, se exasperaba con la generosidad de los indios montaneses del Canadá moderno: "Si mis anfitriones cazaban dos, tres o cuatro castores, daban un banquete para todas las tribus vecinas de salvajes". Le Jeune trató de explicarles las ventajas de guardar una parte de la comida, pero, según cuenta: " Se rieron de mí". "Mañana -dijeron- haremos otro banquete con lo que cacemos". El antropólogo israelí Nurit Bird-DAvid explica: " Del mismo modo que el comportamiento de un occidental se entiende partiendo de que tiene asumida la escasez, el comportamiento de cazador-recolector se entiende partiendo de que tiene asumida la abundancia".


Marvin Harris lo deja muy claro: "Las poblaciones de la Edad de Piedra llevaban una vida más sana que la mayoría de las poblaciones que llegaron mucho después. Timothy Taylor cree que los humanos que aprendieron a dominar el fuego (hace unos 1.400.000 años) eran más altos de la media actual. Esqueletos hallados en excavaciones de Grecia y Turquía evidencia que los hombres preagrícolas tenían una estatura media de 1,80 metros y las mujeres de 1,68.


La siesta tenía mucho protagonismo en la vida prehistórica. En su ensayo "The original Affluent Society" ("La sociedad de la abundanccia original"), Sahlins observa que entre los cazadores.recolectores la "búsqueda de comida es tan eficaz que la mitad del tiempo la gente no sabe qué hacer" . Por ejemplo, los bosquimanos ¡kung san del desierto de Kalahari de Botswana sólo dedican a buscar comida unas quince horas a la semana. "Una mujer recoge en un día comida suficiente para dar de comer a su familia durante tres días, y el resto del tiempo lo pasa en el campamento descansando o bordando, de visita en otros campamentos y atendiendo a las vistas que recibe. Las labores cotidianas del hogar, como cocinar o ir por agua le ocupan unas tres horas de su tiempo. Este ritmo de trabajo y ocio se mantiene a lo largo de todo el año". Un día de trabajo ligero seguido de un día o dos libres. No suena mal del todo, ¿no?


Como el alimento se encuentra en el entorno inmediato, en las socidades de cazadores-recolectores nadie controla el acceso de nadie a los bienes de primera necesidad. Si no es posible bloquear el acceso de la gente a la comida y al refugio ni impedirle que se marche, ¿cómo puedes controlarla? Los líderes son sencillamente aquellos  a los que se sigue: individuos  que se han ganado el respeto de sus compañeros Tales líderes no exigen (no pueden exigir) obediencia a nadie.


¿Y si , gracias a los efectos combinados de una densidad demográfica muy baja, un sistema digestivo sumamente omnívoro, nuestra privilegiada inteligencia social , la puesta en común institucionalizada de la comida, la sexualidad promiscua y despreocupada (con el consiguiente cuidado colectivos de los niños) y la defensa en grupo, la prehistoria humana hubiera sido en realidad un tiempo de paz y prosperidad relativas? Si no una Edad de Oro, al menos una Edad de Plata.

¿Qué implicaciones tendría que nuestra especie hubiera evolucionado en un mundo en el que todo fuera gratis? ¿Cómo cambiaría nuestra apreciación de la Prehistoria (y, en consecuencia, de nosotros mismos) si viéramos que emprendimos nuestro viaje en el paraíso , hace sólo cien siglos, decidimos tomar un desvío que conducía hacia la miseria, la escasez y la competencia feroz?




En definitiva, ¿se parece este panorama al que pintan el cine y la ficción popular, como vimos al principio?

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