1. La invención de la escritura
Implicaciones y consecuencias
La escritura
Quienes
vivimos en el siglo XXI damos por hecho que todo el mundo aprende a
leer y escribir en la infancia. Nos parece un conocimiento asequible, al
alcance de cualquiera. Ni siquiera imaginamos que pueda haber entre
nosotros personas analfabetas, pero en 2016 los datos del INE
reflejaban a 670.000 personas analfabetas en España. A pesar de ello,
estas mismas personas viven rodeadas de escritura: en carteles, rótulos,
publicidad, pantallas, documentos. Las calles rebosan de palabras
escritas, desde la carta de un restaurante o los grafitis hasta los
formularios oficiales o las papeletas de voto, pasando por las pantallas
de los ordenadores y los teléfonos.
Detrás de esta situación hay una larguísima ruta de siglos: sucesivas simplificaciones han permitido que millones de personas utilicen esas herramientas en su vida cotidiana. Para esta progresión hicieron falta miles de años en la historia de la escritura.
Evolución de la escritura
Los
primeros apuntes eran dibujos esquemáticos (una cabeza de buey, un
árbol.. una jarra de aceite, un hombrecillo). Con estos trazos los
antiguos terratenientes inventariaban su rebaños, sus bosques, su
despensa y sus esclavos. Al principio, imprimían esas formas en arcilla
con pequeños sellos y más tarde las trazaban con cálamos. Los dibujos
tenían que ser sencillos , y siempre los mismos, para que se pidieran
aprender y descifrar. El siguiente paso fue dibujar ideas abstractas. En
las primitivas tablillas sumerias dos rayas cruzadas describían
enemistad; dos rayas paralelas, la amistad; un pato con un huevo, la
fertilidad. Pronto se planteo un problema: hacen falta demasiados
dibujos para dar cuenta de l mundo exterior e interior (desde las pulgas
a las nubes, desde el dolor de muelas al miedo a morir). El numero de
signos no dejaba de aumentar, sobrecargando la memoria. La solución fue
una de las mayores genialidades humanas: dejar de dibujar las cosas y
las ideas que son infinitas, para empezar a dibujar los sonidos de las
palabras, que son un repertorio limitado. Así, a través de sucesivas
simplificaciones, llegaron las letras.
Recelos frente a la escritura
Mucho tiempo después, en la época de Sócrates, los textos escritos aún no eran una herramienta habitual y todavía despertaban recelos. Los consideraban un sucedáneo de la palabra oral -liviana, alada, sagrada-. Aunque la Atenas del siglo V a.C. ya contaba con un incipiente comercio de libros, no sería hasta un siglo después, en tiempos de Aristóteles, cuando se llegase a contemplar sin extrañeza el hábito de leer. Para Sócrates, los libros eran ayudas de la memoria y el conocimiento, pero pensaba que los verdaderos sabios harían bien en desconfiar de ellos. Esta cuestión inspiró un dialogo platónico titulado Fedro, en el que Sócrates cuenta que el dios Theuth de Egipto, inventor de los dados, del juego de damas, de los números, la geometría, la astronomía y las letras visitó al rey de Egipto y le ofreción estas invenciones para que las enseñase a sus súbditos. " El rey Thamus le preguntó entonces qué utilidad tenái escribir, y Theuth replicó: -Este conocimiento hará más sabios a los egipcios; es el elixir de la memoria y de la sabiduría-. Entonces Thamus le dijo: -¡Oh, Theuth! por ser padre de la escritura le atribuyes ventajas que no tiene. Es olvido lo que producirán las letras en quienes las aprendan, al descuidar la memoria, ya que , fiándose de los libros, llegarán al recuerdo desde fuera. Será, por tanto, la apariencia de sabiduría, no su verdad, lo que la escritura dará a los hombres, y se creerán sabio en lugar de serlo". Finalmente, Platón escribe: "La palabra escrita parece hablar contigo como si fuera inteligente, pero si le preguntas algo, porque deseas saber más, sigue repitiéndote lo mismo una y otra vez. Los libros no son capaces de defenderse". La gran ironía es que Platón explicó el menosprecio del maestro por los libros en un libro.
2. Los primeros signos
Inventarios y adivinación
Sumeria
China
Minoica
Micenas
Egipto
El primer texto escrito con signos alfabéticos, con 3.000 años de antigüedad, es una maldición
Reinhard Lehmann, catedrático de la Universidad Gutenberg -que alberga la primera imprenta- ha descifrado en Byblos la inscripción más antigua en fenicio, madre de todos los alfabetos, con 3.000 años de antigüedad.
«Que pene sin agua el que profane esta tumba...» maldice la inscripción alfabética más antigua. Reinhard Lehmann ha arrojado la luz sobre la más emblemática inscripción en fenicio, la de la tumba del rey Ahiram de Byblos (s. X a. C.), que constituye la primera prueba del alfabeto lineal del que proceden el hebreo, el griego y el latino.
«Si un rey entre reyes, un gobernador entre gobernadores o un general atacara Byblos y profanara este sarcófago, se deshoje el báculo de su poder, se derrumbe su trono y huya la calma de Byblos», dice la maldición firmada por Ittobaal, «que depositó en este ataúd a su padre Ahiram, para su enterramiento»
Una vez más, la cronología
Periodo |
Paleolítico |
Neolítico |
Edad Bronce |
E. Hierro |
Grandes cambios |
Paralelo
ontogenético
|
Etapa bebé
|
Infancia
|
Pubertad
|
Mayoría edad
|
Crisis mediana edad
|
Cronología aproximada
|
2,5 mill. años- 7000 a.C.
|
7000-2000 a.C.
|
2000- 750 a.C.
|
750 a.C.-
S. I a.C.
|
S. VI a. C.
|
Sociedad
|
Edad de Oro. Cazadores recolectores en
sociedad igualitaria.
|
E. Plata. Matrística. Comienzo de la civilización.
|
Violencia e invasiones
|
Imperios megalómanos
|
Aparición de la filosofía griega, el confucianismo, el taoísmo o el budismo
|
Protagonistas
|
Clanes y tribus exógamas
|
Cucuteni o civilización minoica en Creta |
Guerra de Troya
|
Homero (c. siglo VIII a.C.)
|
Literatura clásica griega |
La cultura indoeuropea era patriarcal y desarrolló numerosas novedades tecnológicas respecto a otros pueblos, como la ganadería equina, el carro o la agricultura del trigo, y se expandió hasta abarcar el espacio entre el Círculo Polar Ártico, el sur de Portugal y la India. Estos pueblos se expresaban en una lengua con características similares a las que se hablan hoy en la mayor parte Europa, Irán e India, incluyendo lenguas muertas como el latín o el hitita. Entre los indoeuropeos podemos señalar:
- Celtas
- Eslavos
- Germanos
- Helenos.
- Itálicos
- Tracios
- Indoiranios
- Hititas
Tanto los pueblos indoeuropeos como los pueblos semíticos tenían estructuras sociales rígidamente androcráticas. En sus ritos eran frecuentes las invocaciones a los dioses de la tribu, de la guerra y de la conquista. Muy similares fueron los conflictos sociales y espirituales que generó su encuentro/choque con las poblaciones (agrícolas y gilánicas) que vivían en Europa y el Oriente Medio en la época de sus invasiones. Al igual que la Vieja Europa, también Mesopotamia conserva la memoria de un tiempo de paz y abundancia, bruscamente interrumpido; también los sumerios veneraban a una Diosa Creadora […]
3. Los textos pioneros
Mesopotamia. Sumeria y Babilonia
Los anunnakis son un grupo de deidades sumerias y acadias que habitaban en el Bosque de los Cedros
El primer poeta de la historia: Enheduanna, Suma Sacerdotisa de Acadia
Enheduanna nació alrededor del año 2.300 a.C. y era
hija del rey Sargón I de Acad, quien expandió por Mesopotamia el Imperio
Acadio.
La princesa fue elegida sacerdotisa de Nannar, el dios-Luna sumerio. Por aquel entonces el poder religioso y el político estaban unificados, por lo que Enheduanna ejercía competencias en relación al gobierno de Ur. Es considerada actualmente la primera poeta de la humanidad.
La poesía de Enheduanna se basaba en temática religiosa escrita en cuneiforme sobre tablillas de barro. Por una parte, escribía al dios Nannar y a su templo de Ur y por otra dedicaba himnos a la diosa Inanna, protectora de la dinastía de Akkad. El escritor Eduardo Galeano dedicó unas palabras a la pionera mujer en su novela Los hijos de los días: “Enheduanna vivió en el reino donde se inventó la escritura, ahora llamado Irak, y ella fue la primera escritora, la primera mujer que firmó sus palabras, y fue también la primera mujer que dictó leyes, y fue astrónoma, sabia en estrellas, y sufrió pena de exilio…”.
Y es que, pese a establecer un gobierno duradero, hubo un tiempo en el que el pueblo se rebeló y fue exiliada de su nuevo hogar. Fue durante el reinado de su hermano Rimush, donde se implicó más a fondo políticamente. No obstante, no pasaría mucho tiempo hasta que la princesa volviese a su posición de Suma Sacerdotisa y terminase sus días representada casi como una semi-diosa, donde continuó dedicando aquellos poemas a la diosa Inanna. Poemas que, 4.000 años más tarde, han sido traducidos por los especialistas en Mesopotamia.
Fuente aquí.INNANA1 Y LAS ESENCIAS DIVINAS
Señora de todas las esencias, luz plena, buena mujer
vestida de esplendor
a quien el cielo y la Tierra te aman,
amiga del templo de An
tú llevas grandes ornamentos,
tú deseas la tiara de la grande sacerdotisa
cuyas manos
sostienen las siete esencias,
las has escogido y colgado de tu mano.
Has reunido las esencias sagradas y las has puesto
apretadas sobre tus pechos
INNANA Y AN2
Como un dragón has cubierto el suelo de veneno
como el trueno cuando ruges sobre la Tierra
árboles y plantas caen a tu paso.
Eres una inundación descendiendo desde
una montaña,
¡Oh primaria,
Diosa Lunar del cielo y de
la Tierra!
tu fuego sopla alrededor y cae sobre
nuestra nación.
Señora montada sobre una bestia,
An te da cualidades, ordenes sagradas
y tú decides
tú estás en todos nuestros grandes ritos
¿Quién puede entenderte?
INNANA Y ENLIL3
Las tormentas te prestan alas,
destructora de nuestras tierras.
Amada por Enlil, tú vuelas sobre nuestra nación
tú sirves a los decretos de An.
Oh mi señora, al oír tu sonido
colinas y llanuras reverencian.
Cuando nos presentamos ante ti,
aterrados, temblando en tu clara luz
tormentosa,
recibimos justicia
nosotros cantamos, nos lamentamos y
lloramos ante ti
y caminamos hacia ti a través de un sendero
desde la casa de los enormes suspiros
INNANA E ISHKUR4
Tú lo derribas todo en la batalla.
Oh, mi señora sobre tus alas
llevas la segada tierra y embistes
enmascarada
en una atacante tormenta,
ruges como una rugiente tormenta,
truenas y sigues tronando y resoplas
con vientos malignos.
Tus pies están llenos de inquietud.
En tu arpa de suspiros
yo escucho tu canto fúnebre.
INNANA Y LA ANUNNA5
Oh, mi señora, la Anunna, los grandes
Dioses,
Aleteando como murciélagos delante de ti,
se vuelan hacia los farallones.
No tienen el valor de caminar
delante de tu terrible mirada.
¿Quién puede domar tu furibundo corazón?
Ningún Dios menor.
Tu malevolente corazón está más allá de la
templanza.
Señora, tú sedas los reinos de la bestia,
tú nos haces felices.
Tu furia está más allá de la templanza,
¡Oh hija mayor de Suen!
¿Quién te ha negado alguna vez
reverencia,
Señora, suprema sobre la tierra?
INANNA Y EBIH6
En las montañas en donde no eres
venerada
la vegetación está maldita.
Tú has convertido en cenizas sus
grandes entradas.
Por ti los ríos se inflan de sangre
y la gente no tiene nada que beber.
El ejército de la montaña va hacia ti
cautivo
espontáneamente.
Saludables hombres jóvenes desfilan
ante ti
espontáneamente.
La ciudad danzante está colmada de
tormenta,
conduciendo a los hombres jóvenes
hacia ti, cautivos.
Literatura asirio-babilónica.
El Poema de Gilgamesh
El carácter guerrero
“No dejé a uno solo, joven o viejo. Con sus cadáveres llené las
anchas calles de la ciudad […] Los bienes de esa ciudad, plata, oro,
piedras preciosas, efectos personales, pertenencias, los
consideré el botín de mi pueblo, que como suyos los tomaron. Los
dioses que moran en su seno fueron apresados y aplastados por las manos
de mi pueblo, que se llevo sus efectos y
pertenencias.”
Un nuevo dios legitimaba la barbarie: Erra, el dios asirio de la muerte. Este es un extracto de un poema épico sobre esa divinidad:
¡No respetes a ningún dios! ¡No temas a ningún hombre!
Da muerte tanto a jóvenes como a viejos,
al lactante y al bebe, ¡no dejes a ninguno!
Posteriormente, Asurbanipal (668-626 a.c.), nieto del rey Senaquerib, escribirá :
“Entonces yo, como ofrenda para Senaquerib, aré viva a esta gente. Su carne di de comer a los perros, los cerdos, los buitres, las águilas; […] Tome los cadáveres de la gente a la que Erra había derribado y aquellos cuyas vidas habían sido abatidas por el hambre y la hambruna […] aquellos huesos yo saqué de babilonia, Kuta y Sippar y los arrojé en montones.”
De Asurbanipal también parecen ser esta palabras:
"Mis carros de guerra aplastan a los hombres y las bestias y los cuerpos de mis enemigos. Los trofeos que conquisto están hechos de cadáveres humanos, de los que he arrancado los miembros y las cabezas. Hago cortar las manos a todos los que prendo vivos".
Por su parte según otro texto asirio Assurnasirpal II relataba así sus hazañas:
"Levanté un pilar en la entrada de la ciudad para colgar los pellejos de los príncipes a los que hice arrancar la piel. Algunas pieles estaban en el pilar, otras colgadas con estacas a su alrededor. A algunos rebeldes solo los hice descuartizar..."
Egipto
La escritura en Egipto
La escritura jeroglífica era utilizada principalmente
para inscripciones oficiales en las paredes de templos y tumbas. Con el
tiempo evolucionó hacia formas más simples, como el hierático, una
variante más cursiva que se podía pintar
en papiros o placas de barro, y aún más tarde y debido a
la creciente influencia griega, la escritura evolucionó hacia el
demótico, fase en la que los jeroglíficos primigenios figuran bastante
estilizados, produciéndose la inclusión
de algunos signos griegos en la escritura.
El escriba sentado egipcio de la dinastía V. siglo XXIV a. C. Museo del Louvre.
La literatura
En el Imperio Antiguo (siglos XXVI a XXII a. C.) las obras literarias consistían en textos funerarios, epístolas y cartas, himnos y poemas y textos autobiográficos conmemorativos que relataban la trayectoria de altos funcionarios administrativos. Hasta principios del Imperio Medio (siglos XXI a XVII a. C.) no surgió una literatura narrativa egipcia. Tal vez el ejemplo más conocido de la literatura de este periodo es la Historia de Sinuhé. Otras obras conocidas incluyen el Papiro Westcar (una colección de cuentos) y el Papiro Ebers (un tratado de farmacopea), así como el Libro de los Muertos (instrucciones rituales para llegar a la otra vida).
La literatura religiosa
Se puede dividir la literatura del antiguo Egipto en religiosa y profana. La mayor parte es religiosa: sortilegios, oraciones funerarias, descripciones de la vida de ultratumba, etc.
Se creía que los poemas funerarios preservaban el alma de
un monarca en la vida después de la muerte. La naturaleza del más allá
que disfrutaban los fallecidos es difícil de definir, sobre todo por las
diferentes tradiciones dentro de la antigua
religión egipcia. En el Libro de los muertos los difuntos eran llevados ante la presencia del dios Osiris, deidad confinada en la Duat del inframundo.
Además de la unión con los dioses, el Libro de los muertos
también describe a los muertos vivientes en el «Campo de Juncos», una
versión paradisíaca, abundante y exuberante del Egipto real, en la que
había campos, cosechas, ríos,
animales y gente. Al fallecido se lo veía encontrándose
con los dioses, así como con sus propios parientes, y en ese
mundo adquirían también ellos características divinas
En el registro superior, Ani y su esposa
encaran las «Siete puertas de la Casa de Osiris». A continuación, se
encuentran diez de los veintiún «Misteriosos portales de la Casa de
Osiris en el Campo de Juncos». Todos están protegidos por temibles
guardianes.35
Literatura profana
La literatura profana consiste sobre
todo en libros sapienciales (para la educación), pero también se
escribieron narraciones, biografías y poemas amorosos o filosóficos cuyo
fin era el entretenimiento, el desahogo artístico
o sentimental o la meditación sobre el fin de la vida.
Asimismo, la autobiografía es una de las formas más antiguas de la
literatura egipcia.
Resulta curiosa la escasa presencia de epopeya, de la que se se ha conservado un único poema largo.
El cuento fue un género muy estimado, de difusión casi siempre oral. Se han conservado enteros en inscripciones (El príncipe y la Esfinge, La legendaria reina Hapshepsut, La princesa y el demonio, Jnum, dios del Nilo, Ra y sus hijos, Horus el Vengador) papiros (El Loto de oro, Djedi, el Hechicero, Los dos hermanos, El campesino elocuente, la Historia del náufrago, Se-Osiris y la carta sellada, El libro de Thot, la Historia de Sinuhé, La toma de Yapu) o resúmenes transmitidos por escritores griegos como Estesícoro (La princesa griega) o el historiador Heródoto (El ladrón de tesoros, La muchacha de las zapatillas rojas. Este último es la versión más antigua del cuento tradicional de La cenicienta.4
A continuación leemos laHistoria del marinero náufrago
- Fui a la mina del soberano por mar en un barco
de ciento veinte codos de eslora y cuarenta de manga con ciento veinte
marineros de entre lo más selecto de Egipto. Ellos oteaban el cielo y la
tierra. Eran de corazón más valiente que los leones. Sabían predecir la
tormenta antes de que hubiera venido y el mal tiempo antes de que
hubiera aparecido.
- Una tormenta se desencadenó antes de que alcanzáramos la tierra. El viento arreció y la tormenta mostró su fuerza y una ola de ocho codos nos golpeó.
- Entonces el barco naufragó con todos los que estábamos en él.
- Fui arrastrado hacia esta isla por una ola. Pasé tres días solo, mi corazón como único compañero. Dormí en el interior de una cabaña y abracé la sombra del día.
- Entonces estiré las piernas para ver lo que comería y encontré higos, uvas, todo tipo de verduras, excelentes ellas; higos de sicomoro verdes y maduros, melones como si hubieran sido cultivados; también había peces y aves. No había nada que no pudiera hallarse allí. Me sacié y coloqué en tierra lo que había recogido, por ser demasiado para mis brazos. Corté un palo para hacer fuego e hice un holocausto para los dioses.
- Entonces, oí un ruido atronador y pensé que eran las olas del mar. Las ramas se quebraban y la tierra temblaba. Me asomé y vi venior hacia mí una serpiente de treinta codos, con enorme barba; sus miembros recubiertos de oro y sus cejas de verdadero lapislázuli. Estaba erguida hacia delante y abrió su boca hacia mí. Mientras tanto, yo permanecía tumbado sobre mi vientre en su presencia.
- Ella me habló:
- ¿Quién te ha traído? ¿Quién te ha traído, hombre? ¿Quién te ha
traído? Si te demoras en decirme quién te ha traído a esta isla, te convertiré cenizas, haciéndote desaparecer para siempre.
- Tú me hablas y no lo comprendo. Estoy frente a ti y he perdido el conocimiento.
- Entonces ella me puso en su boca y me llevó a su morada y me dejó sin golpearme. Quedé ileso, como si nadie me hubiera agarrado. Abrió la boca hacia mí mientras yo estaba sobre mi vientre en su presencia.
- Así me habló:
- ¿Quién te ha traído? ¿Quién te ha traído, hombre? ¿Quién te ha traído a esta isla del mar, cuyas orillas son sólo agua?
- Entonces le respondí, con mis brazos doblados en señal de respeto en su presencia:
Esta es mi historia: me dirigía a una misión de mi soberano en un barco de ciento veinte codos de eslora y cuarenta codos de manga con ciento veinte marineros entre lo más selecto de Egipto. Ellos, de corazón más valiente que los leones, oteaban el cielo y la tierra y predecían la tormenta antes de que hubiera venido y el mal tiempo antes de que hubiera aparecido. Cada uno de ellos era de corazón más valiente y de brazo más fuerte que su compañero. No había entre ellos ningún incompetente. Pero la tormenta se desencadenó antes de que alcanzáramos tierra. El viento arreció y la tormenta mostró su fuerza y una ola de ocho codos me golpeó. Entonces el barco naufragó con todos los que estábamos en él; no quedó nadie excepto yo.
Y heme ahora así en tu presencia, traído a esta isla por una ola del mar.
- Ella me habló:
- ¡No temas! ¡No temas!
- Hombre: que no palidezca tu cara. Tú llegaste a mí. ¡Mira!: un dios ha permitido que tú vivas, quien te trajo hacia esta isla del ka.
- Nada existe que no esté en su interior: está llena de todo lo bueno. ¡Mira! En esta isla completarás mes tras mes hasta sumar cuatro meses y un barco vendrá de Egipto con marineros que tú conoces; te irás con ellos hacia el hogar y morirás en tu ciudad. ¡Qué alegre está quien cuenta lo que ha hecho cuando se supera lo malo!
- La serpiente entonces agregó: Yo te contaré algo semejante, lo que me ocurrió en esta isla:
- Yo me hallaba aquí con mis hermanos, entre los cuales había niños. Éramos setenta y cinco serpientes engendradas junto a mí , ademas de mi hija pequeña, que los dioses bendigan. Entonces una estrella cayó y ellos ardieron; sucedió, ciertamente, que yo no estaba entre ellos. ¡Creí morir por ellos! Los encontré como un montón de cadáveres. Si eres fuerte y controlas tu corazón, abrazarás a tus hijos, besarás a tu mujer y verás tu casa: es lo mejor que hay. Llegarás a Egipto y estarás con tus hermanos.
- Yo, que continuaba tendido sobre mi vientre, toqué el suelo con la frente en su presencia.
- Entonces le hablé:
- Explicaré de tu poder al soberano e informaré de tu grandeza. Haré que se traigan para ti láudano, hekenu, iudeneb y jesait, e incienso de los templos para satisfacer a cada dios. Explicaré, ciertamente, lo sucedido de entre lo visto por mí, de tu poder. Se harán alabanzas a ti en la ciudad, en presencia del consejo de magistrados de Egipto. Sacrificaré para ti bueyes por medio de un holocausto, habiendo sacrificado para ti aves. Haré que se te traigan para ti barcos cargados con todas las riquezas de Egipto, como se hace a un dios que ama a la gente en una tierra lejana y que la gente no conoce.
Se rio de mí, de lo que yo había dicho, que le pareció necedad, y me contestó:
- Tú no tienes bastante mirra, aunque te conviertas en el señor del incienso. Verdaderamente yo soy el Señor de Punt y la mirra me pertenece. Aquel hekenu que tú quieres traer es abundante en esta isla.
- Sucederá, sencillamente, que tú te alejarás de esta isla y no la volverás a ver, porque se transformará en agua.
- Aquel barco vino, como había predicho ella. Fui y subí a un árbol alto y reconocí a los que estaban en él. Fui a informarla, pero encontré que ya lo sabía.
- Me habló:
- Vete en paz, vete en paz, hombre, a tu casa, verás a tus hijos. Haz que yo tenga un buen nombre en tu ciudad. ¡Mira!: estos, mis bienes, te pertenecen.
- Entonces me tendí sobre mi vientre, estando mis brazos extendidos en su presencia. Me dio un cargamento de mirra, hekenu, iudeneb, jesait, alcanfor, shaaseju, galena, colas de jirafa, terrones de incienso, grandes cantidades de incienso, colmillos de marfil, perros de caza, macacos, babuinos y mil valiosas riquezas que cargué en el barco.
- Sucedió entonces, cuando yo estaba sobre mi vientre, para dar las gracias al dios.
- Me habló:
- ¡Mira!. Llegarás a casa en dos meses, abrazarás a tus hijos, rejuvenecerás en tu hogar hasta tu entierro.
- Entonces bajé a la orilla, cerca del barco y llamé a la tripulación. Di alabanzas sobre la orilla para el señor de la isla y ellos hicieron lo mismo.
- Navegamos hacia el norte, hacia la Residencia Real, y llegamos a casa en dos meses, todo como había predicho ella. Me presenté ante el soberano y le ofrecí los tributos que había traído de la isla. Él dio gracias al dios, en presencia del consejo de magistrados de Egipto. Fui nombrado compañero y me dotó con esclavos. ¡Mírame! Después de alcanzar tierra, después de lo que he visto y lo experimentado por mí. ¡Escúchame! ¡Mira! Escuchar es bueno para la gente.
- Entonces el príncipe me dijo:
- No creas que todo esto es nada. ¿Quién da agua al ave al amanecer cuando va a ser sacrificada en la mañana?
- Colofón:
- Ha acabado, desde el comienzo hasta el final como lo que se hubo encontrado escrito, en el papiro del escriba de hábiles dedos, Ameny hijo de Amenaa, que viva, sea próspero y tenga salud.
China
Los primeros testimonios literarios, o al menos considerados literarios en China, son las inscripciones encontradas en los caparazones de tortuga utilizados para adivinar durante la dinastía Shang (siglo XVI a XI a.C.) y las oraciones grabadas en los bronces sacrificiales de esa misma dinastía. En estas inscripciones ya aparecen los primitivos caracteres chinos, que con sus variedades y evoluciones se seguirán utilizando hasta hoy en día.
La literatura china abarca una asombrosa variedad de
géneros, muchos de los cuales habitualmente no son considerados obras
literarias en Occidente.
Historia de la literatura china
Los críticos han dividido la historia literaria de China en cuatro periodos:
- La época clásica o tradicional, desde el Shi Jing en el S. XI a.C. y la redacción de los textos clásicos (ss. VI y IV a.C.), hasta el siglo II d.C., cuando se unifica el imperio.
- La época medieval, desde el siglo III hasta el XIII.
- La época moderna, desde el siglo XIV hasta el surgimiento de la república, en 1911.
- La época contemporánea, desde 1912 hasta nuestros días.
Pero dentro de esta clasificación, se distinguen dos periodos:
-
Desde el siglo XI a.C. hasta 1911, unos tres mil años en que se escribió siguiendo las normas y reglas establecidas desde la antigüedad, y
-
Desde principios del siglo XX, en que se rompen esas reglas, aunque todavía hoy hay poetas que continúan respetándolas.
Los Cinco Clásicos
Los cinco clásicos eran una serie de libros que Confucio
enseñaba a sus discípulos y, cuando el confucianismo se convirtió en
ideología oficial, estos textos empezaron a considerarse como un
conjunto, cuyo conocimiento era indispensable para que cualquier hombre
accediese a un puesto de trabajo en la vasta burocracia
gubernamental. Durante
más de dos mil años estos libros se utilizaron como autoridad sobre la
sociedad, el gobierno, la literatura y la religión en China.
Los cinco clásicos son los siguientes:
Yìjīng, el Libro de las mutaciones
Yìjīng, también conocido como I Ching (易) es el libro de las mutaciones o cambios. Se trata de un manual de adivinación probablemente recopilado antes del siglo XI a.C.
Shūjīng, el Libro de la historia
Shūjīng (书经) es una colección de documentos de la historia antigua posiblemente recopilada en siglo VI a.C. Contiene reflexiones de emperadores y ministros sobre astronomía, geografía, filosofía, educación y leyes, material muy valioso para entender la sociedad china de su época.
Shījīng, el Libro de la poesía
El Shījīng (诗经), Libro de la Poesía o de las Odas, es una antología de trescientos cinco poemas antiguos, la mayoría anónimos, supuestamente escogidos por el mismo Confucio de entre tres mil textos. El Clásico de poesía se organiza en tres partes de acuerdo al contenido: Feng (canciones populares), Ya (poemas de intelectuales y aristócratas) y Song (cantares de elogio a reyes y emperadores)
La primera parte, Feng, es principalmente una colección de canciones folclóricas que, en su mayoría, expresan el amor entre hombres y mujeres.
Lǐjīng, el Registro del rito
Lǐjīng ( 礼经)es una antología de textos acerca de las normas sociales y los sistemas de gobierno que contiene muchos otros aspectos como filosofía, historia,, arte, vida diaria, etc. El Libro de los ritos, que reúne un gran número de proverbios y aforismos muy incisivos y profundos acerca de la educación, la vida, el cultivo del físico y la mente, continúan siendo fuente de inspiración y reflexión en la actualidad.
Chūnqiū, los Anales de primavera y otoño
Chūnqiū (春秋) son los anales escritos más antiguos escritos y constituyen una crónica de los sucesos históricos ocurridos en China desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo V a.C.
CONFUCIO
1 «No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa»
2 «El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor»
3 «Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás?»
4 «Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes»
5 «Aprende a vivir y sabrás morir bien»
6 «Donde hay educación no hay distinción de clases»
7 «Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos»
8 «No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación»
9 «La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos»
10 «Gobernar es rectificar»
11 «Recompensar la injuria con la indiferencia y el beneficio con la gratitud: he aquí lo justo».
12 «No hables bien de ti a los demás, pues no habrás de convencerlos; no hables mal, pues te juzgarán mucho peor de lo que tú pudieras decirles».
13 «Tratad a los extranjeros con humanidad; llevad la ilustración a vuestros vecinos; imitad al talento; depositad vuestra confianza en los hombres honrados, y romped toda relación con los hombres corrompidos».
- Confucio dijo: «Los antiguos eran remisos en hablar, porque les avergonzaba no llegar con los hechos a la altura de las palabras.»
- Jì Lù preguntó si se debía servir a los espíritus y Confucio le respondió: «Si no podemos servir a los hombres, ¿cómo vamos a servir a los espíritus? Jì Lù dijo entonces: «¿Qué me diréis, pues, de la muerte?» Confucio le contestó: «Si no conocemos la vida, qué vamos a saber de la muerte?»
- Zhònggong preguntó a Confucio en qué consistía la benevolencia y Confucio le dijo: «Consiste en que cuando salgas de tu casa, te comportes con todos como si fueran importantes personajes; en dar órdenes a los inferiores como si se fuese a celebrar un gran sacrificio; en no hacer a otros lo que no quieras que te hagan a ti y en no dar lugar a murmuración alguna contra ti ni en la familia ni en el país.»
- Confucio dijo: «Cuando un gobernante es recto se pondrán las cosas en práctica aunque no dé órdenes, pero, si él mismo no es recto, aunque dé órdenes nadie le obedecerá.»[p.90] Confucio dijo: «Si durante cien años un Estado fuese gobernado por hombres buenos, sería posible cambiar a los malvados y derogar la pena de muerte.»
- Confucio dijo: «E1 que no piensa en lo que está lejos, con certeza sufrirá con lo que tiene cerca.»[p.111]
- Zîgòng preguntó: «¿Hay alguna frase que pueda servirme hasta el fin de la vida?» Confucio respondió: «El perdón de los demás. Lo que no quieras que te hagan a ti no se lo hagas tú a los otros.»
- Confucio dijo: «Hay tres clases de amistad que reportan beneficio y otras tres que son dañinas. Es beneficiosa la amistad con los rectos, con los honestos y con los que han oído y 30saben muchas cosas. Es dañina la amistad con los hipócritas, con los aduladores y con los que hablan hábil y tortuosamente.»[p.121] Confucio dijo: «Los más sabios y los más tontos son los únicos que no se alteran.»
- «El que no sabe el significado de las palabras no puede conocer a los hombres.»
Shījīng, el Libro de la poesía
BRILLA EL ROCÍO
Cristalizadas hierbas del rocío.
Al fin se ha puesto el sol.
Llenad, llenad las ánforas de jade.
la noche acaba de llegar.
El rocío brilla toda la noche
sobre las hierbas y el trébol.
Mas ¡qué pronto se secará el rocío!
¡Qué pronto morirá la noche!
LA TORMENTA
Se desata una tormenta.
Sopla fuerte un frío viento
Pían polluelos inquietos.
Ha regresado mi amado
y se acaba mi tormento.
Se desata un temporal
Rugen furiosos los vientos.
Pían polluelos con miedo.
Pero ha vuelto el hombre que amo,
y terminan todos mis sufrimientos.
A pesar de la tormenta,
de todo el iracundo viento,
de las aves que lamentan,
al ver al ser que más quiero,
infinita es la alegría que siento.
EL JUNCAR
Verde juncar,
plateado de escarcha.
Al otro lado del lago,
se encuentra mi bella amada.
Quiero ir a verla
contra la corriente.
Mas el viaje es largo
y dificultoso.
Dejándome llevar por las olas,
sólo la veo en medio del agua.
Juncar lozano, perlado de rocío.
En la ribera opuesta,
se yergue mi hermosa amada.
Quiero r a verla
contra la corriente.
Mas el trayecto es larguísimo,
lleno de enormes obstáculos.
Dejándome llevar por las olas,
sólo la diviso en un islote.
Juncar exuberante,
entre el vapor del rocío.
Mi hermosísima amada
está más allá del agua.
Quiero ir a verla
contra la corriente.
Mas grandes dificultades
se me ponen por delante.
Dejándome llevar por las olas,
creo vislumbrarla en una isleta.
4. La democratización de la escritura
La ausencia de escritura era un inconveniente cultural : cuanto mayor era a complejidad que alcanzaban las sociedades orales, más constante y angustiosa se volvía para sus habitantes la amenaza del olvido. Necesitaban preservar sus leyes, sus creencias, sus hallazgo, su conocimiento técnico, su identidad.. Si no transmitían sus logros, cada generación tendría que volver a empezar fatigosamente desde el principio. Por eso. entrenaban la memoria hasta expandir al máximo su capacidad. En su esfuerzo por perpetuarse, los habitantes del mundo oral se dieron cuenta de que el lenguaje rítmico es más fácil de recordad y en alas de ese descubrimiento nació la poesía. El ritmo, además, no es sólo un aliado de nuestra memoria sino que es también un catalizador de nuestros placeres (la danza, la música y el sexo juegan con la repetición, el compás y las cadencias).
Dentro del relato, como ya vimos en el tema anterior, camufladas en la narración de la acción, se sucedían breves enseñanzas en grupos de versos listos para ser memorizados. Quien escuchaba (y, tiempo después, leía) los versos de la Iliada o la Odisea, aprendía nociones de navegación y de agricultura, procedimientos para construir barcos o casas, reglas para celebrar una asamblea, tomar una decisión colectiva, armarse para el combate o preparar un entierro. Interiorizaba cómo hay que hablarle a un superior, cómo reparar una ofensa, como comportarse en el hogar, qué dictan las leyes y las costumbres. En los versos homéricos no habla un individuo rebelde y bohemio que exprese su originalidad, sino la voz colectiva de la tribu.
Enseñanzas envenenadas
Pero entre las enseñanzas heredadas encontramos valiosas dosis de sabiduría antigua, pero también expresiones de su ideología opresiva. En el primer canto de la Odisea, Telémaco manda callar a su madre, Penélope , sin contemplaciones: "Madre, marcha a tu habitación yy cuídate de tu trabajo, el telar y la rueca, y vigila que las esclavas cumplan sus tareas. La palabra debe ser cosa de hombres, de todos, y sobre todo cosa mía, porque yo estoy al mando de esto palacio.". Al leer hoy este episodio, no sobresalta la aspereza del adolescente que manda a callar a su madre,, pero el poeta aprueba esta actitud de dominio masculino y la propone a su público como ejemplo. En la Ilíada, el mismísimo Zeus riñe a su mujer Hera por querer conocer sus intenciones y la humilla en público con un grosero "¡calla la boca!" expresado en solemnes hexámetros épicos". Con sus actos y sus palabras, los personajes homéricos ofrecían constantemente modelos de comportamiento en el hogar, donde el cabeza de familia se erigía en dueño y señor.
Más adelante, la Ilíada nos ofrece un ejemplo de clasismo, también asociado a la cuestión del uso de la palabra. Cuando un hombre del pueblo, Tersites (el único plebeyo que aparece en el poema, descrito como el más feo de los griegos que acudieron a Troya) osa intervenir en la asamblea de guerreros, Ulises le empuja con el cetro y le dice en tono imperativo que deje hablar a quienes son mejores que él, es decir los reyes y generales. A pesar del desplante, el revoltoso Tersites tiene suficientes agallas para lanzar un discurso reivindicativos criticando la codicia del rey Agamenón: "¿De qué te quejas esta vez? Tus tiendas de campaña rebosan de riquezas y mujeres, No está bien que quien es jefe arruine a sus guerreros" El poema describe cómo Ulises hiere al delenguado y cojo Tersites, mientras la concurrencia de soldados que presencia la escena aplaude, vitorea y estalla en carcajadas ("Con el cetro la espalda y los hombros le golpeó. Se encorvó y una lágrima se le escurrió. Un cardenal sanguinoliento le brotó en la espalda por obra del cetro y se sentó y cobró miedo".
Mientras disfrutamos del poder fascinantes de la épica homérica, debemos mantenernos en guardia como lectores, conscientes de que procede de un mundo dominado por la aristocracia patriarcal griega, a la que el autor ensalza sin cuestionar sus valores,. La posibilidad de narrar una historia libre y transgresora es ajena a la época en la que los poetas eran centinelas e la tradición. Habría que esperar hasta la implantación de la escritura y los libros para que algunos escritores, siempre en minoría, empezasen a hablar con la voz de los díscolos, los rebeldes, los humillados y ofendidos, las mujeres silenciadas o los apaleados y feos Tersites.
Gracias a la popularización de la escritura, muchos pudieron acceder por
primera vez a las historias de la tradición por escrito y comenzar a
dudar de ellas. Ciertos individuos además se atrevieron a dejar huella
de sus sentimientos, sus ideas, sus incredulidades y su propia visión de
la vida.
Comienzan a hablar las voces individuales
Sócrates, a quien ya nombramos en la introducción, representa una amalgama de los nuevos y lo viejo, lo oral y lo escrito. Este griego, un pequeño artesano, pasó su vida merodeando por los gimnasios, por los talleres y por el ágora de Atenas para entablar conversaciones filosóficas con quien quisiera detenerse a hablar con él. Siendo un formidable conversador, se negó a dejar sus palabras por escrito. Sin embargo, la costumbre de filosofar, por la necesidad que conlleva de detenerse a analizar las palabras, es hija de la escritura. Fue la escritura la que permiti´´o crear un lenguaje complejo qeu los lectores podían asimilar y meditar con tranquilidad. Desarrollar un espíritu crítico es más fácil para quien tiene un libro entre las manos.
En el mundo de las tradiciones, un personaje como él con sus orígenes humildes y su impactante fealdad (era de baja estatura, nariz chata y barriga imponente) no habría tenido derecho a tomar la palabra, sino que habría corrido la suerte de Tersites.
Como
Sócrates, también Pitágoras, Diógenes, Buda y Jesús de Nazaret
optaron por la oralidad: fueron sus discípulos los que asumieron la
tarea de dejar por escrito sus enseñanzas y así los libros permitieron
expandir su mensaje. Sin ellos, no podríamos conocerlos. Cuando la
memoria era el único depósito de las palabras, los discursos disidentes
tenían muy pocas oportunidades de perpetuarse más allá del pequeño
círculo de adeptos.
Durante los siglos e lenta expansión del alfabeto, los griegos siguieron cantando poemas, pero ya no de la misma manera. Ciertas ¡voces se atrevieron a decir lo que ningún texto antiguo había osado antes. Por desgracia, sólo nos quedan añicos deaquellos versos. Aquella fue la gran época de la lírica, cuando os poemas (breves en comparación con la Ilíada) dejaron de mirar al pasado y comenzaron a tratar de lo contemporáneo y de las sensaciones que experimentaban y las reflexiones que surgían.
Por primera vez, la escritura se alía con las palabras díscolas, irreverentes, que chocan con los valores de su época. Esta corriente comienza en Grecia con Arquíloco. Durante su corta vida, este mercenario y poeta tuvo que arreglárselas solo, sin fortuna ni privilegios, alquilándose para combatir en guerras ajenas. Según el codigo de honor, habían que aguantar en el campo de batalla, sin retroceder ni huir. En Grecia era un insulto gravísimo rhípsaspis, 'arrojaescudos', referido a quien lo arrojaba para poder escapar, y las madres se despedían de sus hijos pidiéndoles que regresaran "con el escudo o sobre él" (es decir, muertos).
Llegado su momento, Arquíloco decidió poner pies en polvorosa y, además, proclamarlo en sus versos: " El escudo arrojé, pero salvé el pellejo. ¿Qué me importa ese escudo. ¡Ya me compraré uno nuevo!" (pág. 136)****
También
Hesíodo, alrededor del año 700 a.C. perteneció a esa generación de
autores que quiso salir del anonimato de la oralidad. Indilidualizándose
en la escritura, da detalles sobre su familia, sus experiencias y su
forma de vida. En Los trabajos y los días, este pastor poeta relata la
epica de su presente, no las hazañas del pasado. Describe un tipo
distinto de heroísmo: la dura lucha por sobrevivir en condiciones
difíciles. Hesíodo ya no canta los ideales de la aristocracia. Es un
heredero del feo Tersites, que en la Ilíada se enfrentara al rey
Agamenón. Como él muchos griegos de la época deseaban unos cimientos más
justos para la vida en común y un reparto más equitativo de las
riquezas. Los Trabajos y los días hablaba a esas personas sobre el valor
del trabajo paciente y laborioso, sobre el respeto al otro y la sed de
justicia. EL tiempo del alfabeto hizo posible que la ácida protesta de
Hesíodo persurase. A pesar de (o tal vez gracias a) sus palabras
insultantes contra los reyes, el poema acabó por convertirse en un libro
imprescindible y luego en texto escolar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario