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domingo, 2 de octubre de 2022

La tradición oral. El flamenco.

1. ¿Qué es la Literatura? Literaturas marginales, orales, etc.

¿Qué es la Literatura?




Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo
envolviendo los labios que pasaban
entre labios y vuelos desligados.
La mano o el labio o el pájaro nevaban.
Era el círculo en nieve que se abría.
Mano era sin sangre la seda que borraba
la perfección que muere de rodillas
y en su celo se esconde y se divierte.




Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
tome usted los cuartos
y a pasarlo bien.

Al volver la barca
me volvió a decir
las niñas bonitas 
no pagan aquí.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
las niñas bonitas
se echan a perder

Como soy tan fea
yo le pagaré
¡Arriba la barca
de Santa Isabel!


Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo
envolviendo los labios que pasaban
entre labios y vuelos desligados.
La mano o el labio o el pájaro nevaban.
Era el círculo en nieve que se abría.
Mano era sin sangre la seda que borraba
la perfección que muere de rodillas
y en su celo se esconde y se divierte.


Soy capitán, soy capitán, de un barco inglés, de un barco inglés y en cada puerto tengo una mujer... La rubia es, la rubia es, fenomenal, fenomenal, y la morena tampoco está mal... Si alguna vez, si alguna vez me he de casar, me he de casar, me casaría con.... ¡cualquiera de las dos!


Una mosca en un cristal hizo con las alas tris-tras, el cristal se rompio y la mosca se escapo

Ahora amanece, pálpito de vida
Ahora suspiro y después ya volaré
Aún es temprano, me quedan siete vidas, no estamos solos
Hay mucho por hacer
Mandan mis velas, mis sueños y mis manos
Y el mundo gira hoy bajo mis pies
Suman tus ganas que hoy serán las mías y resta el camino que toca recorrer
Toca recoger
Toca responder
Giran, giran
Giran los vientos, la vida y el resto
La aguja y el tiempo nos llegarán
Gira el momento, el amor y lo nuestro
El sueño perfecto y el esfuerzo nos llevarán
Giran los textos, los días, los versos
El abrazo y los gestos, y giran, y girarán
Giran y van, giran y van
Y el resto
Y el resto llegara





Yo me subí a un pino verde
Por ver si la divisaba
Y solo divisé el polvo
Del coche que la llevaba

Anda jaleo, jaleo
Ya se acabó el alboroto
Y vamos al tiroteo
Y vamos al tiroteo

No salgas, paloma, al campo
Mira que soy cazador
Y si te tiro y te mato
Para mí será el dolor
Para mí será el quebranto

Anda, jaleo, jaleo {etc}

En la calle de los Muros
Han matado una paloma
Yo cortaré con mis manos
Las flores de su corona

Anda, jaleo, jaleo {etc}


La música y la literatura de tipo tradicional


 

"La música tradicional o música folklórica es la denominación para la música popular que se transmite de generación en generación por vía oral y que forma parte de los valores y de la cultura de un pueblo. Así, tiene un marcado carácter étnico o de raíz. Dentro de las músicas tradicionales hay algunas que han transcendido más allá de su origen, como el tango, el flamenco, la música country, la samba, la cumbia y en general muchos de los ritmos latinos que han mantenido ciertas características propias con el tiempo y que se han convertido en algo más que un baile. Entre sus características, podemos mencionar cuatro como las principales:


  1. La primera, es que son creaciones anónimas; es decir, que, aunque en su origen sí tuvieron un autor o autora, con el tiempo no se recuerda quién fue ni cómo se llamaba; lo que importa es la música en sí, y no existen tampoco, por tanto, derechos de autor.

  2. La segunda es que es aceptada de forma general por la comunidad; es decir, que lejos de representar la personalidad de un artista o de un grupo social determinado, como puede ocurrir en otros géneros, la música tradicional representa a todos los miembros de la comunidad a la que pertenece.

  3. Ejerce una función social determinada. En principio se usaba para acompañar diversas tareas, como las labores del campo, las celebraciones, los juegos, etc.. El estilo de la música solía variar según fuera la tarea a la que acompañara.

  4. Se transmite oralmente; es decir, que los músicos aprenden esta música oyéndola tocar a otros y la reproducen de memoria. En el proceso, introducen variaciones, ya sea de forma intencionada, y no existe una versión única o auténtica que el autor o autora dejara fijada en una partitura o una grabación."


Algunas precisiones:


Literatura marginal, subalterna, oral.

Históricamente, las manifestaciones artísticas populares han quedado al margen de la cultura y la literatura oficiales. Mientras que algunos críticos son comprensivos con este "olvido", otros, como Luis Díaz Viana, ven tras este hecho un acto de poder, de dominio y de exclusión, de jerarquización de una cultura letrada (la parte de la sociedad que tiene el poder) sobre una cultura popular. Si estas palabras parecen exageradas, recordemos la afirmación de Menéndez Pelayo sobre los cantares populares:

"Si son populares, no son buenos; si son buenos, no son populares"

En cualquier caso, existen numerosas manifestaciones españolas de gran interés: el valioso Romancero Viejo, los cancioneros musicales compilados en los Siglos de Oro o el amplísimo repertorio de canciones tradicionales de todas las áreas de nuestra geografía, además de una gran variedad de leyendas y cuentos transmitidos de generación en generación. Ofrecen asimismo gran interés a la sociología, a la filología o a la antropología los refranes, la retahílas, los chistes, chascarrillos, juegos de palabras, etc.

Literatura culta/popular. Lo rural y lo urbano

Todas esas manifestaciones son asociadas al pueblo, al vulgo iletrado y mayoritario, por lo que en un principio se las ha conocido como "populares". Sin embargo, este término plantea numerosos problemas, puesto que tales géneros no pertenecen exclusivamente a las clases subalternas y rurales, sino al conjunto de la sociedad. Menéndez Pidal hizo por ello la distinción entre lo popular, que es aquellos que logra una gran difusión entre el pueblo en un momento dado, y lo "tradicional", que constituye un segundo grado alcanzado por el mismo objeto literario, al pasar de generación en generación por vía oral, dan do lugar a diversas variantes.

Literatura tradicional/de tipo tradicional.

Dámaso Alonso da un paso más allá al percibir que, en canciones como las recogidas de boca del pueblo por poetas cultos y plasmadas en la escritura, tal y como han llegado a nosotras desde el siglo XVI, es difícil discernir qué pertenece a la voz popular y qué a la pluma del compilador.Y éste es sólo un caso de interacción y contagio entre lo culto y lo popular, lo iletrado y lo letrado. Por ello, Dámaso  prefiere usar la expresión "de tipo tradicional".


En resumidas cuentas, no s hallamos ante un suelo resbaladizo, cuyos límites están lejos de ser precisos, por los que, en adelante, los términos que usemos, como "literatura tradicional" u "oral" deberán ser entendidos como denominaciones generales donde caben:

  • Lo oral y lo escrito
  • Lo popular y lo culto
  • Lo tradicional y la innovación individual
  • Lo rural y lo urbano, pues, aunque se associa a nuestros campo la cultura popular, también en las ciudades es cultivadas y recreada.
  • Inspiración y técnica, ya que el artista, contra el tópico romántico del espontáneo "genio" popular, arende y maneja una técnica del mismo modo que el docto, aunque por otras vías.














El romanticismo y los tópicos folkloristas.










2. Las jarchas


Sobre las jarchas, esto es lo que solemos encontrar:





Pero ¿dónde se producían estas manifestaciones? ¿Cómo eran Al-Ándalus y su música?


Una jarcha —del árabe خرجة (jarŷa), es una composición de carácter amoroso, similar a la lírica primitiva hispánica, como las cantigas de amigo y los villancicos, de entre finales del siglo XI y principios del XIV, lo que las convierte en las manifestaciones escritas más antiguas en lengua romance, siendo anteriores al castellano y a las otras lenguas derivadas del latín. Composiciones de carácter oral en dialecto hispanoárabe coloquial o en mozárabe (la lengua romance que utilizaban los andalusíes), captaron la atención de los poetas árabes o hebreos que vivían en la Hispania musulmana. Tales escritores cultos registraron estos pequeños poemas de tipo tradicional para ampliarlos en sus moaxajas (del árabe: موشح muwaššaḥ que significa adornado con un cinturón de doble vuelta), composiciones en árabe culto propias de la España musulmana.

La moaxaja se caracteriza por el uso de versos cortos, las rimas cambiantes en cada estrofa y la inclusión de la jarcha. Consta de una cabeza (markaz en árabe), mudanzas (dyuz), vuelta (gulf), mudanzas y vuelta con jarcha.

1
¿Cómo lograr podría
la que me tiene así?
Por su amor toda rienda
ha tiempo que perdí.
Soy justo, si ella injusta;
paciente ante el sufrir,
pues, fuera de la amada,
¿qué vida puedo hallar?
Y no es leal que escuche
a quien la quiere mal.

2
Es cual gacela humana
que a todos deslumbró:
es un ramo de perlas
que al mundo cautivó.
Compáranla a la luna
que está en su perfección.
Rama sobre las dunas
paréceme al andar.
Los astros desafía.
Su amor ¿cómo ocultar?

3
Su zarcillo entre el pelo
es entre sombras luz;
el beso de su boca,
vino y perlas de Ormuz;
sus ojos y alardes
¿qué los dirías tú?
Los unos son cual dardos
que se apresta a asestar:
los otros, como sables.
¡Échate, alma, a tembar!

4
Cuando como una rama
menearse la veía,
lánguida al par que sana,
con traje carmesí,
díjele, con la vida
sintiendo irse de mí:
"¡Deleite de las almas,
y del sediento afán!
Al que de amor se muere
tu boca da a probar."

5
Hermosa más que todas,
llena de timidez,
a mí, que me derrito
de tanto padecer,
me requirió de amores
así, más de una vez:

La jarcha en mozárabe:

¡AMĀNU, YA HABĪBĪ!
AL-WAHŠ ME NO FARAŠ.
BEN, BĒŻA MĀ BOKĒLLA:
IO ŜE KE TE NO IRĀS.

Traducción al castellano:

"¡Merced, amigo mío!
No me dejarás sola.
Ven, besa mi boquita:
yo sé que no te irás."




En la época del califato de Córdoba, la biblioteca de Merwan disponía de 600.000 volúmenes. Había en la ciudad 80 escuelas superiores y numerosas academias, y recorrían sus calles literatos, médicos (abulkasim, maestro en ciencia quirúrgica y anatomista adelantado), historiadores y filósofos: mencionar a Averroes es una obligación y una deuda. La Sevilla de la época daba cobijo a "agrónomos de fama universal como el Abu Zacaría; matemáticos como Aflah; astrónomos como el Safita; químicos como Aben Motroil; cosmógrafos como Zcial; gramáticos, oradores, y profesores de poesía y erudición" (Blas Infante). En Almería, la biblioteca Zohair contenía 400.000 libros. Escribe Dozy: "en Andalucía casi todo el mundo sabía leer y escribir, mientras que en la Europa cristiana, a excepción del clero, casi nadie sabía". Aparte de otras famas como la mmotivada por su sitema de cultivos, los árabes del califato fueron célebres por su pasión por la limpiea: sólo en Córdoba llegó a haber en funcionamiento un número de baños públicos cercano al millar. En esto, certamente, la Reconquista se mostraría escandalizada: no es sólo que la reina Isabel llegaría a dictar una Real Cédula "ordenando que, para evitar enfermedades a fuerza de bañarse, impidiera a los indios, por la fuerza si fuese menester, zambullirse en las aguas del Caribe", sino que, ya en el siglo XVI, los cristianos "juzgan inconveniente y perniciosa la costumbre mora del baño", según informa el profesor Bernard Vincent.


3. Romances

El romance es un tipo de poema narrativo muy característico de la tradición literaria española. Compuestos en versos octosílabos con rima asonante en los versos pares, constituyen pequeñas narraciones. Parece que en su origen fueron fragmentos de antiguos cantares de gesta, narraciones mucho más extensas, de contenido épico, transmitidas por los juglares de la Alta Edad Media.



Sobre el mismo tema, encontramos numerosas coplas flamencas, como las siguientes:

Al que mendiga lo encierran

y meten preso al ladrón;

el que no pide ni roba

muere de hambre en un rincón.


A mí me sacaron del calaboso

y me metieron en otro más malo,

que allí no podía ni verme

ni los deítos de las manos.


Los siguientes romances hablan de los cambios que se produjeron en la península con la llamada "Reconquista":



El romance es un género muy apreciado por toda la tradición literaria española, hasta el punto de que nunca han dejado de componerse nuevos textos, como éste de Federico García Lorca, ya en el siglo XX:


Pero ¿cómo era la realidad española a finales de la Edad Media, en tiempos de la caída del reino de Granada? ¿Qué estaba sucediendo en Andalucía y en la península?:

Una vez conseguida la unidad territorial , se soñaría con la unidad religiosa: no de España: del mundo. Expulsar a los moros y perseguir a los judíos fueron sucesos tal vez dignos de aplauso desde el ansia feroz de un despiadado cristianismo; pero cultural, científica, económica y sociológicamente, puede que no resultase un buen negocio. "Se perdieron  -opina García Lorca en 1936- una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza únicas en el mundo". "Como ha señalado Américo Castro, refiriéndose al año 1248, aquellos ejércitos victoriosos no pudieron reprimir su asombro al contemplar la grandeza de Sevilla; los cristianos nunca habían poseído nada semejante en el campo artístico, en esplendor económico, en organización civil, en tecnología, o en producción científica y literaria"


La Reconquista arrasaría no ya con la dominación del árabe,  sino también con parte sustancial de su cultura. En un estudio sobre la Inquisición española escribe Henry Kamen acerca del hostigamiento a judíos y árabes: "Toda la cuestión se planteó de modo virulento en 1391, con la peor serie de matanzas jamás sufrida por los judíos en la península". Ese año "sólo en Sevilla fueron asesinados más de 4.000 judíos[...] y las juderías de Sevilla. Barcelona o Valencia [...] fueron arrasadas totalmente". Acusando a los judíos de traidores, blasfemos, homosexuales, infanticidas, envenenadores y asesinos disfrazados de médicos (Fortalitium fidei contra Judeus, 1458), se trata de examinar la autenticidad de las conversiones, y para ello se crea la  Santa Inquisición en 1478. Sólo el Tribunal de Sevilla de esta sagrada institución, en sus primeros ocho años, ordenó achicharrar a 700 personas y escarmentar con diversos castigos a más de 5.000. Los conversos huyeron en masa: de Sevilla, Córdoba y otras ciudades andaluzas escaparon más de 4.000 familias.

Los consellers de Barcelona habían hecho notar al rey Fernando que el trato infligido a los judíos hacía que éstos huyeran con sus propios dineros: ""Los reinos extranjeros se están enriqueciendo con la despoblación de este país, que está quedando desolado". Fernando sólo respondió: "Ninguna causa o interés, por grande y firme que sea, hará que suspendamos la Inquisición".

En 1499 el poderoso y fanático cardenal Cisneros ordenó una abundante quema de libros islámicos y un gran número de conversiones forzadas. Hubo por ello una clamorosa insurrección. Como castigo, en 1502, los musulmanes de Granada hubieron de elegir entre el bautismo o el exilio. El inquisidor publicó reglamentos prohibiéndoles hablar en árabe, usar ropas moras o llevar nombres árabes.

El absolutismo se asentaba sobre la miseria. En 1545, el príncipe regente escribía a su padre el emperador Carlos V: "La gente común a quien toca pagar los servicios está reducida a tan extrema calamidad que muchos de ellos andan desnudos [...] y las cárceles están llenas y todos se van a perder". Más adelante, las noticias que llegaban del sur de España, en donde no se podía "evitar que se registraran muertes por inanición entre los infelices que, escuálidos y harapientos, dormían tirados en mitad de las calles" eran abominables. "Córdoba, por ejemplo, estaba arruinada por la gran necesidad que esta ciudad y su reino se padece, y que despoblándose [los pueblos] se ha poblado  esta ciudad de tanto mendigo [...] quedándose sin cultivar la mayor parte de las campiñas, que es el único caudal de este reino". Sevilla informaba de que había ido "estrechándose la necesidad común hasta llegar a la extrema miseria, a buscar los hombres yerbas silvestres con que sustentar sus cuerpos".
En semejantes condiciones, los españoles en éxodo hacia las Indias sumaban la cifra de 150.000, en su mayor parte andaluces y extremeños.

Entretanto, la vida del sector privilegiado de la sociedad era bien diferente. Veamos, por ejemplo, algunas órdenes dictadas por Felipe III, cuyos gastos particulares se estiman en 1.214.000 ducados (unos 2.160.000€) anuales: "Haréis entregar a mi guardajoyas 3030 ducados de plata doble para pagar un cintillo de diamantes que se ha comprado a mi servicio", o "Haréis proveer 1000 ducados para adereço de coches y otras cosas precisas para mi caballeriza". Felipe IV, más moderado que sus predecesores, dispuso que "sólo se le sirvieran a la comida diez platos, y ocho a la cena, y que, fuera del capón cocido y gigote, las raciones fueran normales, no dobles". Para el personal, disponía, por ejemplo, que "para un plato de cocido habían de darse seis libras de carnero, media de tocino, y un ave"; el plato de pollos no había "de tener más de cuatro, ni el de huevos más de quince".

En 1482, "el 1,65% de la población española que constituía la aristocracia, era propietaria del 97% del suelo de la península. La gran provincia de Andalucía era virtualmente toda ella de las casa nobiliarias y del arzobispado de Toledo" (Kamen)

Durante el  reinado de ese mismo Felipe IV, por ejemplo, los condes de Niebla poseían Huelva, Aljaraque, Almonte, Bollullos, San Juan del Puerto, Trigueros, Valverde, VIllarrasa, Rociana. Lucena del Puerto, Bonares, Beas, Paimogo, Villanueva de las Cruces, Santa Bárbara, Cabezas Rubias, El Almendro, Puebla de Guzmán, Calañas, Alonso y el dozavo de las rentas de Palos. Casi la mitad de la actual provincia de Huelva estaba en sus manos, sin contar con las poblaciones que pertenecían a sus deudos los marqueses de Almonte.


4. El pueblo gitano



La Kaíta

¿Cuáles son los tópicos que conoces sobre el pueblo gitano?





  


Ahora, veamos con un poco de conocimiento quién es este grupo social del que hablamos

En este vídeo podemos tener una primera aproximación, pero hay mucho que precisar:


El éxodo

Ver desde 0'53"

A partir de esta entrada en Europa, la historia del pueblo romaní fue de mal en peor. Veamos, extrayéndolos de la Memoria del Flamenco de Félix Grande, algunos datos acerca del paso del pueblo romaní por Europa:

Prácticamente en todas partes se les trató con desprecio o con odio (o con desprecio y odio). En Rumanía, hungría, Alemania, Francia... A principios del siglo SVII se generalizó la esclavitud gitana.

En Los zincalí, George Borrow describe el estado de los gitanos rumanos:

"Una camisa gruesa que llevaban hasta que se les caía podrida. Los niños iban completamente desnudos. [...] Era un espectáculo lastimoso: una cuadrilla apestosa, medio desnuda, tiritando, salía de los establos [...] El intendente [...] pegaba tanto por gusto como por demostrar su eficacia".

Mateo Maximoff describe los mercados rumanos de esclavos. Explica que "dormían en barracas de madera jamás calentadas, y los latigazos llovían sobre las espaldas  de los que sobrevivían a aquel régimen similar al de un campo de concentración".

Anuncio en monasterio de Valaquia (Rumania) sobre venta de esclavos gitanos

Anuncio en monasterio de Valaquia (Rumania) sobre venta de esclavos gitanos.

En Bolonia se les cortaba la oreja izquierda si se atrevían a mostrarse en la región; luego la derecha, si reincidían; finalmente, la cabeza" (Clévert)

En 1782 los húngaros los acusaron de canibalismo. Cuarenta y un gitanos, hombres y mujeres, fueron ahorcados, decapitados, enrodados o descuartizados.

Alemania, en el siglo XV, atribuyó a los gitanos las epidemias y las plagas, "como, p. ej., cierta invasión gigantesca de ratas de campo". En el siglo XVI se les dio tres meses para abandonar el país; como no tuvieron adónde ir, comenzaron las represiones, y las autoridades autorizaron a la población para disparar contra los gitanos, "aunque estuvieran provistos de un pasaporte". Siglos después, los nazis exterminarían a medio millón de gitanos.

En 1728, en Aix-la-Chapelle (Francia) las ordenanzas municipales ordenan que "lo mismo si los gitanos resisten como si no, serán ejecutados inmediatamente"

Señala De Vaux: "La horca era un castigo frecuente en Alemania, en Bohemia y Moravia; en Gran Bretaña, en los Países Bajos, en Luxemburgo y en ciertos estados italianos. Muchos zíngaros fueron ahorcados sin haber sido acusados de ningún crimen [...] En 1725, en la ciudad de Zaltbommel (países Bajos) en un solo día diez zíngaros fueron estrangulados, puestos en la rueda y, por último, decapitados, y las cabezas cortadas quedaron fijadas en estacas "para intimidación y ejemplo". A veces, en los Países Bajos, los hijos eran obligados a presenciar el suplicio de sus padres, tras lo cual se les infligía una lección de moral.

Alguien se preguntará: ¿pero a qué se debe tanto odio? ¿Cuáles son los delitos de los que se les acusa? Francia, por ejemplo, acusaba a los gitanos "de ocuparse de prácticas de magia negra, de vivir a salto de mata y, sobre todo, de ser extranjeros". Por ello, Luis XIV ordenó "atar a los hombres a las cadenas para ser conducidos a nuestras galeras, donde habrán de servir a perpetuidad. En cuanto a mujeres y muchachas, ordenamos que se les corte el pelo a rape la primera vez que se les encuentre haciendo vida de bohemias, y de recluir a los niños que no estén en edad de servir en nuestras galeras [...]. Si las susodichas mujeres continúan vagando, deben ser azotadas y expulsadas del reino sin otras formas de proceso".



La entrada en la península.


Vemos otra vez a estas tribus de perseguidos derramándose por las faldas del Pirineo. Tal vez en Alemania, o en Francia, han oído mentar a una raza de gentes llamadas musulmanas contra quienes guerrean los dueños y señores de estas tierras que ahora ellos han empezado a recorrer. Quizá están informados de que en este territorio donde se acaba Europa los poderosos andan muy ocupados diezmando a unos que llaman judíos. [...] Tal vez no los trae su esperanza sino que los empuja la demencia de sus perseguidores. Quizá no llegan en busca del futuro sino de un escondrijo.
Memoria del flamenco                              

Aquí puedes acceder a algunos vídeos que explican el éxodo del pueblo gitano. Especialmente relevante para nuestro objeto de estudio es el último de ellos.


Tras la etapa de unos cincuenta años, desde 1425, en que los gitanos vivieron en paz en la península, en el último cuarto de siglo llegaron las persecuciones.

"Las diferencias de identidad cultural, los cambios estamentales  [...] y la frecuente desconfianza contra aquellas tribus que, entre sus muchas habilidades, contaban con las del hurto y el engaño, harían desembocar [...] en persecución y castigo. Entonces los gitanos serían cada vez más desobedientes y la justicia más soberbia y más implacable. Era un perfecto círculo vicioso; toda cultura nómada es malquerida por las culturas sedentarias; por ello los gitanos errantes estimularían durante siglos la desconfianza, el racismo, y la persecución de las culturas agricultoras, asentadas. Toda civilización sedentaria , con su apego a la tierra y , por extensión a la propiedad y a la acumulación de bienes, siente un irreprimible recelo, pronto a transformarse en hostilidad e incluso odio, ante las culturas viajeras.
No es casual que durante los siglos XVI al XVIII en el seno de bandas gitanas se arropasen moriscos, ni es casual cierto beneplácito  por parte de los andaluces pobres de la época ante la llegada y el asentamiento de gitanos, ni es casual la simbiosis entre el gitano y el bandolerismo y entre el gitano y la mendicidad.

Desde finales del siglo XV se promulgaron más de 200 leyes antigitanas, algunas tan recientes como la que prohibía el uso del habla gitana, el caló, considerado "jerga delincuente" en la Dictadura franquista. Hasta la Constitución de 1978 no se reconoce la igualdad plena de todos los españoles. Es la primera introducción en las leyes españolas de una garantía de convivencia y ciudadanía, con todos los derechos para los Gitanos.


La pragmática de los Reyes Católicos, de 1499, rezaba así:

"Mandamos a los egipcianos que andan vagando por nuestros reinos y señoríos... que vivan por oficios conocidos... o tomen vivienda de señores a quien sirvan... Si fueren hallados o tomados, sin oficio, sin señores, juntos... que den a cada uno cien azotes por la primera vez y los destierren perpetuamente de estos reinos, y por la segunda vez que les corten las orejas, y estén en la cadena y los tomen a desterrar como dicho es..."

Paralelamente, Isabel obligó a los moros granadinos a señalarse con un retal encarnado en el hombro y con un paño turquí a las mujeres judías y moriscas.


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El 23 de noviembre de 1939, en Polonia, los Judíos fueron obligados a portar brazaletes blancos con la estrella de David, mientras estaban en público. Los nazis les impusieron el uso de brazaletes como una forma de control, mientras los sometían y reducían a vivir en los guetos.

Pepe Yagüe recupera la memoria de los cinco utielanos deportados a  MauthausenAntisemitismo
  • En 139, Carlos I ordena que cualquier gitano que sea "encontrado errante" sea "enviado a galera por seis años"
  • En 1586, Felipe II prohibe a los gitanos sin vivienda fija comprar cualquier mercancía.
  • Ocho años más tarde, se ordena separar gitanos y gitanas " a fin de obtener la extinción de la raza"
  • En 1619, Las Cortes les ordenan abandonar el reino y no regresar nunca "so pena de muerte". Felipe II les permite vivir asentados en ciudades grandes, pero prohibiendo que usen sus propios vestidos, nombres o lengua. Así, la crueldad empieza a ser claramente racismo, porque no atenta contra los individuos, sino contra la identidad colectiva.
  • El catedrático , rector de varias iglesias, doctor en Teología y "experto" en economía, que da nombre al Instituto de Economía del CSIC, Sancho de Moncada, dirige las actuaciones de la época sobre los gitanos:
"no son gitanos, sino enjambres de zánganos y ateos, españoles que han introducido esta secta del gitanismo [en] España[...], por donde andan, por espías y traidores, [...] mucho más inútiles que los moriscos [...]. Las gitanas son públicas rameras, comunes a todos los gitanos. [...] No guardan ayunos.[...] Los gitanos se deben prender en donde se hallaren[...] Se debían condenar a muerte por varias razones: [...]por traidores y espías a la Corona, [...],por ociosos y vagabundos [...] por ladrones y cuatreros [...]. La última y más urgente, [por]que son herejes, siendo disposición del derecho [...] quemar a los tales.
"son heces, escoria y las inmundicias de cada nación, [...]canalla inútil y perniciosa.[...]Porque llamallos gitanos, más es porque imitan en el torpe modo de vivir que por ser sus descendientes. Y assí esa vil canalla no es otra cosa que hombres y mujeres unidos por sus delitos, o deudas, gente amotinada y facinerosa [... ] que para parecer alienígenas  [...] se lavan las caras cada mes con el zumo de unas hierbas que les ponen la tez negra".
  • En 1726 Felipe II prohíbe a los gitanos formular quejas en audiencias y tribunales, por lo que pueden ser siempre condenados sin juicio alguno. Así, sólo les queda refugiarse temporalmente en las iglesias. En 1745 Felipe II ordena la caza del gitano a hierro y fuego y autoriza a sus perseguidores a penetrar en los templos para atraparlos, a diferencia del más cruel de los asesinos, que en la época podía hallar asilo en cualquier edificio eclesiástico.
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  • 1749: La Gran Redada. El 30 de julio de 1749 Fernando VI ordena el apresamiento de todos los Gitanos del Reino: hombres, mujeres, ancianos y niños.

"Por los graves motivos, que ha hecho muy notorios el atrevimiento de los que se llaman Gitanos, pues con la insolencia de sus perversas inclinaciones, continuamente se han hecho poco sufridas sus familias... resolvió la piadosa justificación de Su Majestad [...] enmendar de una vez a esta multitud de gente infame, y nociva, el que se recogiesen cuantos habitaban en estos Dominios con el nombre, y opinión común de Gitanos...".


La simpatía popular por los gitanos en el prerromanticismo


La copla (siglo XX)












5. Las letras del flamenco

Escucha esta canción y explica si, en tu opinión, se trata de flamenco:


Aquí tienes un fragmento de la letra:

Cuentan que cuando suena en Levante
Por las playas de San Lucas, se escucha una bulería
Es el llanto herido de un gitano
Que pregona su penita navegando río arriba.

Lo arropan la noche y las estrellas, lo bendice la luna
Que le hace de madrina
Y se va perdiendo en el silencio un caminito de unos besos
Que le devuelvan la vida
Ni escondía en lo muelles de Coria
La otra parte de la historia
Una gitana bela, bela

Vive entre suspiros esperando
Que el viento traiga ese barco
Senta'ita en las collera
Se ha puesto un vestido de lunares
Sus pendientes de corales
La perfuma su belleza
Se queda rezando un sentimiento
Que abre el alma de sus sueños
Y entre él aparezca

Y abrazados les llegó el amanecer
Les sorprendió la luna entre la barca tiritando
Dejando entre sus manos mil maneras de querer
Casi desnudos y haciendo el amor por tango
Y abrazados les llegó el amanecer

Ay, por tango, oh-oh

Dice de la boca de su pare
Que no la deja casarse con un gitano de cádiz
Y el le contesta por Sevillanas
Que no entiende de camelo si no son pa' sus alcair

Que la muerte me llegue morena
Si me altan las arenas
Del camino pa' tu casa
Si te escapas un día de mi vera
No me esperes en la frontera
Que te buscaré en el agua
Y abrazados les llegó el amanecer, etc.

Cuentan la leyenda del amante
Que una noche fue a buscarla
Y no estaba en las colleras
Cuando vio su sangre derramada
Quiso fundirse en el agua
Debajo de la luna llena
Y se reencontraron para siempre
Sin que lo impidiera nadie
Sin barquita y sin fronteras
Y el gitano se convirtió en río
Pa' abrazar a la gitana
Que se convirtió en sirena
 
(Estribillo)

Ahora, lee estas letras de seguiriyas y tonás y compara su contenido:




1

Ya van tres días que no como

más que  lágrimas y pan:

Éstos son los alimentos

que mis guardianes me dan.


2

Otras veces los gitanos

gastaban medias de seda

y ahora por su desgracia

gastan grillos y cadenas

3

A ciento cincuenta hombres

nos llevan a La Carraca

y allí nos dan por castigo

de llevar piedras p'al agua.

4

Con las ansias de la muerte

a una puerta m'arrimé.

Me tiraron un sablazo

qu'esconcharon la paré.


5

Señor alcalde mayor

y demás señores:

Estas fatigas a mi cuerpo

no le corresponden.


6

Periquito, Periquito

quién t'ha jecho tanto mal.

Los hijos de la marquesa

me tiraron a matá.

7

Sinos plastaré

y tá chuqueles chalamos najando

deltó boquiné


(somos perseguidos de constante

y como perros andamos huyendo

con hambre constante)



8

A mí me sacaron del calaboso

y me metieron en otro más malo

que allí no podía ni verme

ni los deítos de las manos,


9

Al que mendiga lo encierran

y meten preso al ladrón.

El que no pide ni roba

muere de hambre en un rincón

9

Yo no soy d'esta tierra

ni conozco a naide;

al que jiciera  cariá conmigo

que Dios se lo pague.

10

Jerío de muerte

en el hospital

he recibío carta de mi madre

y m'echao a llorá.

11

Penas que no pueo más,

se juntan unas con otras

como las olas del mar

12

Qué vergüenza tan grande

m'has jecho pasar

de ir pidiendo limosna de puerta en puerta

pa' tu libertá.


13

En mitá del mar

había una piera

y allí se sentaba mi compañerita

a contá sus penas.


14

Yo no tengo más remedio

que agachá la cabecita

y decí que lo blanco es negro.


15

Mare mía de mi alma,
pare mío, qué vergüenza
que s'enteren los gitanos
que tengo la fragua en venta.

16
En la puerta 'e aquel rastrillo
se ha asomao un generá;
la ventana echamo abajo
pidiéndole libertá.
17
Los lamentos de un cautivo
no pueden llegar a España
porque está la mar en medio
y s'ajogan en el agua.

18

Llevo las manos en el remo
y los pies en el timón.
No hay quien navegue en el mundo
con más fatigas que yo.

19
Estoy en un calaboso
lleno de abominaciones.
Ya me suben, ya me bajan
a tomar declaraciones.

20

Veintisinco calabosos
tiene la carse d'Utrera.
Veinticuatro llevo andaos.
El más oscuro me quea.

21

Con las fatiguitas de la muerte
a un laíto yo m'arrimé;
con los deítos de la mano
arañaba la paré.

22

Ya viene la requisa,
ya suenan las llaves,
como me llora mi corasonsito
gotitas de sangre.

23
A la luna le pío,
la del alto sielo,
como le pío que saque a mi pare
de'onde está preso.
24
Todavía está en mi cama
el hoyito que dejó,
las horquillitas de su pelo
y el peine que la peinó.

25
Ca' vez que m'acuerdo
d'aquellos besos de la mere mía
yo el sentío pierdo.

26
El hombre va por la vía
como la piedra en el aire:
esperando la caía.
27
Dices que no la quieres
ni quieres verla,
pero la vereíta de tu casa a la suya
no cría hierba.
28
Dices que duermes sola.
Mientes como hay Dios,
porque de noche con el pensamiento
dormimos los dos.

29
Al verte las flores lloran
cuando entras en tu jardín
porque las flores quisieran
toas parecerse a ti.
30
A Dios le pío salú
y la poquita que tengo
me la estás quitando tú.

31

Una noche oscurita
lloviendo estaba.
Con la luz de tus ojos
yo m'alumbraba.

32
Por Puerta de Tierra
no quiero pasar:
me acuerdo de mi amigo Enrique
y me echo a llorar

33
Como los judíos,
aunque las carnes me quemen
no reniego de lo que he sío.

34
Cuando me meto en mi cuarto
y en ti comienso a pensá...
a las paeres m'agarro:
Si será... si no será...

35

Tu mare no dise ná;

tu mare es de las que muerden

conla boquita serrá.


36

Agülos,

agüelos, padres y tíos.

De los güenos manantiales

salen los buenos ríos.

37

Que toos estamos marcaos

por el jierro de la muerte

como se marca el ganao.

38

Desgrasiaíto aquel que come

el pan en manita ajena,

siempre mirando la cara

si la ponen mala o güena.

39

Si no fuera por mi hermano

me hubiera muerto de jambre;

que no le falte a mi Curro

peacito de pan que darme.

40

Penas que no pueo más

se juntan unas con otras

como las olas del mar.

41

Cuando yo me muera

te pido un encargo:

que con la trenza de tu pelo negro

m'amarren las manos.



6. El despertar de los cantes

La Ilustración






El Romanticismo


Me gusta ver el cielo

con negros nubarrones

y oír los aquilones

horrísonos bramar,

me gusta ver la noche

sin luna y sin estrellas,

y sólo las centellas la tierra iluminar.

Me agrada un cementerio

de muertos bien relleno,

manando sangre y cieno

que impida respirar,

y allí un sepulturero

de tétrica mirada

con mano despiadada

los cráneos machacar.

Me alegra ver la bomba

caer mansa del cielo,

e inmóvil en el suelo,

sin mecha al parecer,

y luego embravecida

que estalla y que se agita

y rayos mil vomita

y muertos por doquier.


Demófilo




La popularización del flamenco y de lo popular








Sin gitanos no hay flamenco




7. Comentarios

Tu mare no dise ná;

tu mare es de las que muerden

conla boquita serrá.



Agülos,

agüelos, padres y tíos.

De los güenos manantiales

salen los buenos ríos.


Que toos estamos marcaos

por el jierro de la muerte

como se marca el ganao.


Desgrasiaíto aquel que come

el pan en manita ajena,

siempre mirando la cara

si la ponen mala o güena.


Si no fuera por mi hermano

me hubiera muerto de jambre;

que no le falte a mi Curro

peacito de pan que darme.


Penas que no pueo más

se juntan unas con otras

como las olas del mar.


Cuando yo me muera

te pido un encargo:

que con la trenza de tu pelo negro

m'amarren las manos.




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