Marlango, la extraña pareja
Hace diez años que un pianista de conservatorio y una actriz convertida en cantante fundaron una banda bajo el influjo de Tom Waits. Hoy, tras superar todo tipo de naufragios y esquivar los vaivenes de la industria, alumbran su sexto álbum de estudio
Junto a la barra de un local de ensayos vecino de la madrileña estación de Atocha, la cálida voz de Leonor Watling susurra al oído que está intentando quitarse de la cerveza. Al menos hoy ha cambiado el tercio por un vaso chato de vino blanco. Antes de salir a la calle, la actriz y cantante madrileña, una criatura hermosa de 39 años, menuda y delgada, de brazos fibrosos, ojeras profundas y piel de porcelana, bebe un trago y suelta mientras señala a Alejandro Pelayo, pianista cántabro de 42 años y su otra mitad del grupo Marlango: “Como puedes comprobar, no estamos de acuerdo en casi nada”.
Quizá sea cierto. Pero la fórmula funciona. Es posible que precisamente ahí resida el secreto de su éxito. Así ha sido desde hace diez años, cuando nació Marlango como un bálsamo para curar melancolías que volvió a unir a estos dos exnovios por la vía de la música, con el trompetista y maestro coctelero Óscar Ybarra como árbitro entre los avatares de un pianista de conservatorio y una actriz encumbrada por directores como Almodóvar que estaba a punto de estrenarse como cantante. “Óscar era la médula entre dos huesos”, explica Leonor. “Ella y yo nos desequilibramos constantemente”, incide Alejandro. “Y Óscar estaba ahí precisamente para equilibrar. Ahora no sé qué vamos a hacer… Pegarnos como hermanos”.
Quizá sea cierto. Pero la fórmula funciona. Es posible que precisamente ahí resida el secreto de su éxito. Así ha sido desde hace diez años, cuando nació Marlango como un bálsamo para curar melancolías que volvió a unir a estos dos exnovios por la vía de la música, con el trompetista y maestro coctelero Óscar Ybarra como árbitro entre los avatares de un pianista de conservatorio y una actriz encumbrada por directores como Almodóvar que estaba a punto de estrenarse como cantante. “Óscar era la médula entre dos huesos”, explica Leonor. “Ella y yo nos desequilibramos constantemente”, incide Alejandro. “Y Óscar estaba ahí precisamente para equilibrar. Ahora no sé qué vamos a hacer… Pegarnos como hermanos”.
Con el tiempo, el maestro Ybarra partió, y ahora, un decenio después de su sonada fundación, Marlango sigue su curso a dúo. Leonor y Alejandro navegan hoy solos, salvo por los músicos que les acompañan en directo. Forman una extraña pareja capaz de sobrevivir a todos los naufragios posibles entre un hombre y una mujer. Fueron amigos, novios, exnovios y luego amigos de nuevo antes de convertirse en integrantes de una banda que debe su nombre a una canción de Tom Waits, de cuyas fuentes noctámbulas bebieron con acierto. Hoy son una especie de medio-hermanos que dejan a sus hijos juntos en el mismo parque al cuidado de la misma persona, mientras ensayan durante la tarde de un sábado los temas de su sexto álbum de estudio, El porvenir (Universal), que sale del horno en un par de días y es probablemente el más enérgico del grupo hasta la fecha. Y eso mientras todo alrededor se derrumba y los aires de bonanza que acompañaron a los inicios de la banda en España se han evaporado.
Sus nuevas composiciones siguen la senda vitalista del disco anterior, Un día extraordinario, con el que hace dos años dieron un giro radical a sus melodías bohemias y letras en inglés para tomar como hilo conductor de sus canciones el español, la otra lengua materna de Leonor Ceballos Watling, hija de padre español y madre inglesa. “En parte también decidimos cambiar al español en el disco anterior por aquello de intentar sorprendernos el uno al otro”, cuenta ella. “Y yo a mí misma. Volverlo a hacer en este nuevo disco era lo natural después del anterior.
Creo que por fin he entendido cómo se escribe en castellano y por fin hemos pillado el sonido. Mi voz es como otro instrumento. Cambiar de idioma ha sido como trastocarlo todo. Para mí sería muy raro volver ahora a cantar en inglés. Pero la última letra que he escrito está en inglés… También tuvo mucho que ver en aquella transición un encuentro con el cantante Fito Páez en Argentina. Me dio una colleja con la mano abierta preguntándome: ‘¿Qué haces como letrista cantando solo en inglés? ¡Si tienes dos manos, estás usando solo una!”.
Sus nuevas composiciones siguen la senda vitalista del disco anterior, Un día extraordinario, con el que hace dos años dieron un giro radical a sus melodías bohemias y letras en inglés para tomar como hilo conductor de sus canciones el español, la otra lengua materna de Leonor Ceballos Watling, hija de padre español y madre inglesa. “En parte también decidimos cambiar al español en el disco anterior por aquello de intentar sorprendernos el uno al otro”, cuenta ella. “Y yo a mí misma. Volverlo a hacer en este nuevo disco era lo natural después del anterior.
Creo que por fin he entendido cómo se escribe en castellano y por fin hemos pillado el sonido. Mi voz es como otro instrumento. Cambiar de idioma ha sido como trastocarlo todo. Para mí sería muy raro volver ahora a cantar en inglés. Pero la última letra que he escrito está en inglés… También tuvo mucho que ver en aquella transición un encuentro con el cantante Fito Páez en Argentina. Me dio una colleja con la mano abierta preguntándome: ‘¿Qué haces como letrista cantando solo en inglés? ¡Si tienes dos manos, estás usando solo una!”.
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1. Escribe un título para cada párrafo y añade, con tus propias palabras, la idea que transmite cada uno de ellos.
2. En el último párrafo se hace una similitud entre las manos y los idiomas. Indica qué personas se podrían comparar, entre la primera columna y la segunda, para explicar mejor esa comparación:
Un pianista Una cantante
Una arquitecta Un político
Un pintor Una persona bilingüe
Un albañil Un escritor
3. Vocabulario. Escoge sinónimos para las palabras señaladas en este fragmento:
Creo que por fin he entendido cómo se escribe en castellano y por fin hemos pillado el sonido. Mi voz es como otro instrumento. Cambiar de idioma ha sido como trastocarlo todo. Para mí sería muy raro volver ahora a cantar en inglés. Pero la última letra que he escrito está en inglés… También tuvo mucho que ver en aquella transición un encuentro con el cantante Fito Páez en Argentina. Me dio una colleja con la mano abierta preguntándome: ‘¿Qué haces como letrista cantando solo en inglés? ¡Si tienes dos manos, estás usando solo una!”.
Os propongo un juego: cada grupo escribe un refrán. A continuación, tendremos que "disfrazarlo" sustituyendo cada palabra por un sinónimo. Así, los demás tendrán que reconocer de qué refrán se trataba.
Ej: " A caballo regalado no le mires el diente">> "A cuadrúpedo donado no le investigues el incisivo".
Averiguad cuáles son las diferencias que introducen esos sinónimos.
Ej: Todos los caballos son cuadrúpedos, pero no todos los cuadrúpedos son caballos.
4. Ahora, más difícil: tendrás que cambiar las expresiones señaladas por otras palabras pertenecientes a categorías gramaticales diferentes:
Un pianista Una cantante
Una arquitecta Un político
Un pintor Una persona bilingüe
Un albañil Un escritor
3. Vocabulario. Escoge sinónimos para las palabras señaladas en este fragmento:
Creo que por fin he entendido cómo se escribe en castellano y por fin hemos pillado el sonido. Mi voz es como otro instrumento. Cambiar de idioma ha sido como trastocarlo todo. Para mí sería muy raro volver ahora a cantar en inglés. Pero la última letra que he escrito está en inglés… También tuvo mucho que ver en aquella transición un encuentro con el cantante Fito Páez en Argentina. Me dio una colleja con la mano abierta preguntándome: ‘¿Qué haces como letrista cantando solo en inglés? ¡Si tienes dos manos, estás usando solo una!”.
Os propongo un juego: cada grupo escribe un refrán. A continuación, tendremos que "disfrazarlo" sustituyendo cada palabra por un sinónimo. Así, los demás tendrán que reconocer de qué refrán se trataba.
Ej: " A caballo regalado no le mires el diente">> "A cuadrúpedo donado no le investigues el incisivo".
Averiguad cuáles son las diferencias que introducen esos sinónimos.
Ej: Todos los caballos son cuadrúpedos, pero no todos los cuadrúpedos son caballos.
4. Ahora, más difícil: tendrás que cambiar las expresiones señaladas por otras palabras pertenecientes a categorías gramaticales diferentes:
Creo que por fin he entendido cómo se escribe en castellano y por fin
hemos pillado el sonido. Mi voz es como otro instrumento. Cambiar de
idioma ha sido como trastocarlo todo. Para mí sería muy raro volver
ahora a cantar en inglés. Pero la última letra que he escrito está en
inglés… También tuvo mucho que ver en aquella transición un encuentro
con el cantante Fito Páez en Argentina. Me dio una colleja con la mano
abierta preguntándome: ‘¿Qué haces como letrista cantando solo en
inglés? ¡Si tienes dos manos, estás usando solo una!”.
Ej: "Para mí sería muy raro..." >> "Me extrañaría mucho..." (Vb)
Nota: para hacer el ejercicio más fácilmente, puedes empezar por identificar la categoría a la que pertenece cada palabra.
5. Visita esta página y encuentra:
6. Di qué tipo de espectáculo te parecería:
¿Cuáles de estos adjetivos son negativos?
6. Las siguientes palabras están todas sacadas del texto.
Escoge seis de ellas para inventar una reseña sobre un personaje inventado del mundo del espectáculo:- Un concierto imprescindible
- Una cosa superdivertida
- Un espacio donde acudir con la familia, apto para todos los públicos
- Un espectáculo para los más exigentes
- Un lugar que nos brinda la oportunidad de disfrutar de buena música
- Un rollo insoportable
- Una ocasión única para conocer a un clásico
6. Di qué tipo de espectáculo te parecería:
¿Cuáles de estos adjetivos son negativos?
Puedes hablar de:
- Un concierto de...
- Una entrada para...
- Un partido de...
- Un espectáculo con...
6. Las siguientes palabras están todas sacadas del texto.
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