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martes, 6 de diciembre de 2016

Textos para comentar

Empezaremos con un texto cortito y fácil. Recordad los pasos:
SOBRE EL TEMA. 
  1. Resumen
    Tema principal
  2. Relación de ese tema con el Decamerón en general.
  3. Relación con el autor y con la época.

OPINIÓN PERSONAL

Trayendo el tema del fragmento a tu realidad actual, expresa tu opinión al respecto.
  1. Elige una tesis o idea que puedas defender.
  2. Apóyala con algunos argumentos: datos, comparaciones, ejemplos, etc.
I
Tofano, por su parte, irritado, le comenzó a decir injurias y a gritar; de lo que sintiendo el ruido los vecinos se levantaron, hombres y mujeres, y se asomaron a las ventanas y preguntaron qué era aquello. La mujer comenzó a decir llorando:
Es este mal hombre que me vuelve borracho por la noche a casa o se duerme por las tabernas y luego vuelve a estas horas; habiéndolo aguantado mucho y no sirviendo de nada, no pudiendo aguantar más, he querido hacerle pasar esta vergüenza de cerrarle la puerta de casa para ver si se enmienda.


II

-¿Qué es esto? ¿A quién va micer Lambertuccio tan airado amenazando? La mujer, acercándose a la alcoba para que Leonetto la oyese, repuso: -Señor, nunca he tenido un miedo igual a éste. Aquí dentro entró huyendo un joven a quien no conozco y a quien micer Lambertuccio seguía con el puñal en la mano, y encontró por acaso esta alcoba abierta, y todo tembloroso dijo: «Señora, ayudadme por Dios, que no me maten en vuestros brazos». Yo me puse de pie de un salto y al querer preguntarle quién era y qué le pasaba, hete aquí micer Lambertuccio que venía subiendo diciendo: «¿Dónde estás, traidor?».

III

Hubo, pues, en Rímini, un mercader muy rico en posesiones y en dinero el cual, teniendo una hermosísima mujer por esposa, llegó a estar sobremanera celoso de ella; y no tenía otra razón para ello sino que, como mucho la amaba y la tenía por muy hermosa y sabía que ella con todo su afán se ingeniaba en agradarle, juzgaba que todos la amaban y que a todos les parecía hermosa y también que ella se ingeniaba tanto en agradar a otros como a él (argumento que era de hombre desdichado y de poco sentimiento). Y así con estos celos tanta vigilancia tenía de ella y tan sujeta la tenía como tal vez están los que a la pena capital están condenados, que no están vigilados con tanta severidad por los carceleros.

Solución

IV

Mas luego que la hora de comer fue venida, puestas las mesas bajo los frondosos laureles y los otros verdes árboles, junto al bello lago, como plugo al rey, fueron a sentarse, y mientras comían veían a los peces nadar por el lago en anchísimos bancos; lo que, tanto como de mirar daba a veces motivo para conversar. Pero luego de que llegó el final del
almuerzo, y las viandas y las mesas fueron retiradas, todavía más contentos que antes empezaron a cantar y luego de esto a tañer sus instrumentos y a danzar; y después, habiéndose puesto camas en muchos lugares por el pequeño valle (todas por el discreto senescal rodeadas de sargas francesas y de cortinas cerradas) con licencia del rey, quien quiso pudo irse a dormir; [...] Pero llegada ya la hora en que todos estaban levantados y era tiempo de recogerse a novelar, según quiso el rey, no lejos del lugar donde comido habían, haciendo extender tapetes sobre la hierba y sentándose cerca del lago, mandó el rey a Emilia que comenzase.


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