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miércoles, 18 de septiembre de 2019

Literatura mítica



I. El mito.

Un mito (del griego μῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos, los cuales buscan dar una explicación a un hecho o un fenómeno.
Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo.


 Los centenares de culturas existentes en África tienen ideas muy distintas sobre los orígenes. Hay una versión, presente con algunas variaciones en diversos pueblos, que habla de un huevo cósmico del que sale el dios creador. Otras leyendas atribuyen a una gran serpiente, a menudo una pitón, la creación de todo el cosmos. Los mitos de la creación africanos suelen partir de un dios que inicia la creación y que, más tarde, delega la tarea en manos de otros. La creencia mas extendida es que el humano proviene del cielo, de donde ha caído, o bien que es el hijo de los dioses, que ha venido a la tierra por una temporada.

Olorun es el dios supremo y líder de los orisha.



 Olorun, el dios del cielo, lanzó una gran cadena desde el cielo hacia las antiguas aguas. Por esa cadena descendió su hijo Oduduwa. Oduduwa en llevó consigo un puñado de tierra, una gallina especial con cinco dedos y una simiente. Entonces Oduduwa arrojó el puñado de tierra sobre el agua original y colocó a la gallina de cinco dedos sobre la tierra; la gallina comenzó a rascar la tierra y la esparció y dispersó hasta que formó el primer espacio de tierra seco. En el centro de este nuevo mundo, Oduduwa fundó el magnífico reino de Ife y plantó la simiente que creció hasta convertirse en un estupendo y gran árbol con 16 ramas, que simbolizan los 16 hijos y nietos de Oduduwa.




1. Algunos mitos:

2. La serpiente, un símbolo recurrente.









 

Apolo y la serpiente Pitón Apolo y la serpiente Pitón

Este animal, de gran tamaño, nació del barro producido después de un gran diluvio. Vivió en una gruta cercana a la ciudad de Delfos y allí custodiaba el oráculo, pero atemorizaba a los campesinos, enturbiaba manantiales, etc.
Se cuenta que Apolo, por orden de Zeus, ingresó al recinto sagrado y la mató con sus flechas, además de destruir a las serpientes que infectaban el lugar. Desde entonces, las sacerdotisas se llaman pitonisas y el oráculo es conocido como de Apolo Pitio.

 

 Jasón y Medea

Jasón, hijo del rey de Yolco, reclamaba el trono que legítimamente pertenecía a su tío. Éste, para alejarlo, le encomendó una difícil misión: robar el vellocino de oro.

Después de diversas aventuras, Jasón y los Argonautas se presentaron al rey de la Cólquida, lugar donde se custodiaba el vellocino. El monarca les prometió entregárselo a cambio de ciertas tareas que consideraba irrealizables: atar a dos  terribles bueyes que lo custodiaban, arar un campo con ellos y sembrar dientes de dragón. Era esta una tarea imposible, excepto para Medea, hija del rey y poderosa hechicera, quien para desgracia del padre se enamoró de Jasón. Traicionando a su familia, entregó al joven una pócima para que ni los toros ni la serpiente pudiesen dañarlo.

Cuando Jasón cumplió sus tareas, el enfurecido rey Eetes se negó a cumplir su parte del trato, pero de nuevo Medea ayudó a los extranjeros, conduciéndolos al bosque donde estaba escondido el vellocino de oro. Su último guardián era una enorme serpiente a la que Medea durmió con sus poderes hipnóticos, permitiendo a Jasón apoderarse al fin del vellocino.

Tras el robo, los Argonautas huyeron. Perseguidos por la flota del rey Eetes, una vez más pudieron salir victoriosos gracias a Medea, quien no dudó en hacer asesinar a su propio hermano para ello.

Finalmente, Medea y Jasón llegaron a Yolco, donde el rey Pelias se negó a entregar el trono a su sobrino, a pesar de que éste había coronado con éxito su peligrosa misión. Medea, por último, completó sus crímenes conspirando contra Pelias: convenció a las propias hijas del rey para que lo matasen, asegurándoles que podrían devolverle la juventud si lo partían en trozos y lo cocían.
 
 Hércules 

Hércules, el más famoso de los héroes griegos, fue hijo de Zeus y la reina Alcmena, a quien el dios había poseído tomando el aspecto de su esposo, el rey Anfitrión.
Pocos meses después del nacimiento de Heracles, la despechada Hera, esposa de Zeus, envió dos serpientes para matarlo mientras dormía en su cuna. El diminuto héroe estranguló una serpiente con cada mano y fue hallado por su niñera divirtiéndose con sus cuerpos exangües como si fueran unos insignificantes juguetes.
 
Una versión del origen de la Vía Láctea es que Zeus engañó a Hera para que amamantase a Heracles. Al descubrir quién era, lo apartó bruscamente de su pecho,despidiendo un chorro de leche que formó la mancha que cruza el cielo y que puede verse en él desde entonces.

Muchos años mas tarde, Heracles recibiría una misión para purgar ciertos crimenes que cometiera: debía que llevar a cabo una serie de diez trabajos, a cual más difícil.

El segundo de ellos, auspiciado por la propia Hera, consistió en luchar con la Hidra de Lerna: un antiguo y despiadado monstruo acuático que había sido criado por la diosa y encargado de custodiar la entrada al inframundo que partía del lago Lerna. El monstruo, una serpiente de aliento toxico y numerosas cabezas que se reproducían y aun duplicaban si llegaba a perder alguna, poseía además una, recubierta por láminas de bronce, que era inmortal.

No obstante la dificultad de la misión, Heracles se acercó a la ciénaga del monstruo cubriéndose el rostro para protegerse del mortal hedor de la bestia y, disparando flechas encendidas en llamas para obligarla a salir, logró cortarle varias cabezas. Antes de que volvieran a regenerarse, fue quemando los cuellos sangrantes de la hidra para cauterizar sus heridas y, así, venciendola poco a poco hasta que cayó exánime a sus pies.  El héroe, triunfante, mojó las puntas de sus flechas con la sangre venenosa de la hidra, que utilizaría en sus posteriores trabajos.

Medusa

En la mitología griega, Medusa (Μέδουσα, ‘guardiana’, ‘protectora’) era un monstruo femenino que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos. En la versión del mito narrada Ovidio, Medusa era originalmente una hermosa doncella, «celosa aspiración de muchos pretendientes» y sacerdotisa del templo de Atenea. Pero Medusa cayó en desgracia al ser violada por Poseidón, señor de los mares, en el mismo templo: la diosa, enfurecida contra su sacerdotisa, transformó el hermoso cabello de la joven en  una maraña de inmundas serpientes.
El monstruo acabaría decapitado por Perseo, quien posteriormente usaría su cabeza como arma para petrificar a sus enemigos.


En esta página puedes encontrar antiguas historias y leyendas de todos los rincones del mundo acerca de reptiles y dragones  que forman parte de la estirpe humana.


Beowulf

Beowulf es un largo poema épico anglosajón anónimo que fue escrito hacia el S. VIII.

 Consta de dos grandes partes: la primera, durante la juventud del héroe, narra cómo éste acude en ayuda de los daneses un gigante;  en la segunda parte, Beowulf, ya rey de los gautas, pelea hasta la muerte con un feroz dragón.

I. 

El gigante Grendel se ensaña con los  guerreros del rey Hroðgar y los devora. Tras la muerte de Grendel, su madre – mucho más feroz que su hijo – mata a un  hombre de Hroðgar. La madre es descrita como "mujer del mar", o "loba del fondo del mar". Beowulf y su comitiva siguen el rastro de la criatura  hasta su cueva, atestada de serpientes y criaturas sobrenaturales.

II

En la última etapa de su vida, Beowulf se dispone a enfrentarse a un temible dragón que está destruyendo su reino, enfurecido tras un hurto en el tesoro que custodiaba.

 

 

 

Dragones y serpientes

"En la Revelación de San Juan se habla dos veces del dragón, vieja serpiente que es el Diablo y Satanás. Análogamente, San Agustín escribe que el Diablo es león y dragón: león por el ímpetu; dragón por la insidia."

Jorge Luis Borges, Antiguas literaturas germánicas



Jörmundgander

En la mitología nórdica, Jörmungandr, también llamada la "Serpiente de Midgard", había nacido de Loki, dios del mal. Las espirales de su cuerpo de reptil se extendían por la tierra hasta donde la vista podía alcanzar, y su horrorosa cabeza de dragón y su interminable cuello sobresalían por encima de las montañas como un pilar escamoso coronado por el semblante mismo de la muerte. Odín el Sabio, previniendo los males que podría causar ese engendro, lo expulsó al océano más profundo; el mar en torno a la tierra de Midgård, donde el monstruo debía permanecer atrapado hasta el Ragnarök, día de la destrucción total.  



Sin embargo, aunque había desaparecido de la vista, Jormungander no dejó de existir. Al contrario: en la profundidad de su acuoso dominio, lejos de los reinos de los dioses y los hombres, se hizo más grande, hasta que sus poderosas espirales rodearon el globo, mordiéndose la cola con sus fauces. Y así estaría destinado a permanecer agazapado hasta Ragnarok, el Día de la última Batalla, en que se enfrentaría al más poderoso de los Aesir: Thor, dios del trueno.





Imagen de un manuscrito del siglo XVIII que muestra a Thor e Hymir luchando contra la gran serpiente







Thor luchando contra la serpiente marina, Henry Fuseli, 1788.





















La serpiente se convierte a través de nuestra historia, y en un sinfin de cuentos y leyendas, en el símbolo del mal, que siempre es lo terrenal frente a lo espiritual, lo femenino frente a lo masculino (Medea seduce a Jasón, Onfale a Hércules y Eva a Adán), la sequedad frente a lo húmedo (en la India la serpiente está vinculada al agua como fuente de vida; su movimiento ondulante se asocia también a las ondas marinas; y según el Voluspa (el más antiguo y conocido poema en nórdico antiguo). el diluvio da comienzo al despertarse la serpiente de la destrucción universal).

 Una primera conclusión


Como hemos visto, toda mitología implica una visión del mundo que se transmite eficazmente en las conciencias de un pueblo, grabando con huella imborrable creencias acerca de temas fundamentales: el origen del mundo, la naturaleza de los seres vivos, los valores morales o la muerte. Así, hemos comprobado, a modo de ejemplo cómo la mitología crea, entre otras, nociones sobre:
  • Un Dios que crea el mundo de la nada.
  • Oposición entre el Bien y el Mal. 
  • Un Hades o Infierno adonde van las almas corrompidas.
  • Inferioridad y demonización de la mujer frente al hombre.
Estas ideas básicas forman parte de nuestro imaginario y aun de nuestra vida diaria, pero la mitología permite rastrear los orígenes de toda creencia, abriéndonos tal vez la puerta a una revisión de valores que considerábamos eternos, para cuestionarnos en qué queremos creer.


Encontramos así cómo la serpiente ha sido un símbolo del mal y del peligro desde los orígenes de la civilización...

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3. Pero ¿siempre fue así?

Vamos a leer este fragmento del Quijote en el que habla de ciertos tiempos remotos: 



DISCURSO DE LA EDAD DE ORO: II parte, capítulo XI.

Después que don Quijote hubo bien satisfecho su estómago, tomó un puño de bellotas en la mano y, mirándolas atentamente, soltó la voz [...]:

—Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase […] sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario [...] otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que [...] les estaban convidando con su [...] fruto; las claras fuentes y corrientes ríos[...] transparentes aguas les ofrecían; en [...] lo hueco de los árboles formaban [...] abejas, ofreciendo a cualquier mano [...] su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí [...] sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido […] el corvo arado a abrir [...] las entrañas piadosas de nuestra primera madre; que ella sin ser forzada ofrecía [...] lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían. Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle [...] en trenza y en cabello, sin más vestidos de aquellos que eran menester para cubrir [...] lo que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se usan, [...] , sino de algunas hojas verdes de lampazos y yedra entretejidas, con lo que quizá iban tan pomposas y compuestas como van agora nuestras cortesanas [...] .


 Ahora, vamos a comparar el texto anterior con el Diario de Colón, en que el almirante describe  lo que encuentra a su llegada al "Nuevo Mundo":



"Nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras muchas cosas, y nos[otros] les dábamos [...] cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin todo tomaban y daban, de aquello que tenían, de buena voluntad. Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque vi más de una harto moza.  [...] Muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras. [...] Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo, se cortaban con ignorancia.


"Las casas eran hechas a manera de alfaneques (*como tiendas de campaña), muy grandes, y parecían [...] sin concierto de calles sino una acá y otra acullá, y dentro muy barridas y limpias y sus aderezos muy compuestos. Todas son de ramas de palma muy hermosas

Hallaron muchas estatuas en figura de mujeres y muchas cabezas muy bien labradas. No sé si esto tienen por hermosura o adoran en ellas. Había perros que jamás ladraron. Había avecitas salvajes mansas por sus casas. "




¿Existen parecidos con la Edad de Oro que describía Don Quijote?





¿Qué tiempos podrían ser aquellos? Bueno, contamos con algunas evidencias arqueologicas muy antiguas:













 La sofisticada moda del paleolítico
































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... y muchas más serpientes.





4. Las culturas matrifocales

Desde 33.000 años a.c. y hasta 3.000 años a.C., es decir, durante al menos, unos 30.000 años, la evidencia arqueológica prueba que la sociedad humana fue matrifocal. Los restos arqueológicos relativos a estas sociedades se van haciendo, cuantitativa y cualitativamente más significativos, a partir de hace unos 10 ó 12 mil años. De tal manera, que hoy se podría escribir [...] la historia de unos 7000 años de humanidad anteriores a los 4 ó 5 mil de la Historia oficial. Desde el punto de vista cultural, lo que caracteriza a algunas sociedades neolíticas desenterradas [...] algunos investigadores lo han llamado acertadamente "cultura de la Celebración de la Vida".





  En la escuela nos enseñaron que la historia de la Humanidad comenzó en Mesopotamia y en Egipto, con los imperios sumerio y egipcio. Las relaciones humanas que conocemos hoy, han sido, según esta Historia, siempre las mismas, en cuanto a sus bases fundamentales: una sociedad jerarquizada, con guerras y fronteras, con ricos y pobres, con algún tipo de forma de Estado y de gobierno; con familias linajudas encabezadas por patriarcas  dispuestos a aumentar sus botines (patrimonios) y a mantenerlos; con ejércitos de soldados y de esclavos; siempre algún tipo de esclavitud del hombre por el hombre. En cuanto a la mujer, el más denso silencio ocultaba [sus] sufrimientos[...] Saber Historia era saber los nombres de las cabezas de los linajes, los de sus territorios, y las guerras que se solapaban. Dejando en evidencia que lo que importa en el Patriarcado es el Poder y la muerte que le sustenta y le mantiene, y no la vida humana.

La arqueología y las deducciones a partir de la literatura y la mitología arcaica

En el estudio [...] de la primera literatura que ha llegado hasta nuestros días, y desde una perspectiva no patriarcal, debe ser muy revelador [...] la famosa frase que Cervantes pone en boca de D. Quijote, añorando la antigua Edad Dorada donde no existían esas dos palabras de ‘tuyo’ y ‘mío’. 


No hay duda de que nuestros clásicos del siglo de Oro (recordemos a Góngora, Garcilaso etc.) habían leído directamente la primera literatura griega, y a través de ella, tuvieron conocimiento de la otra historia ocultada en nuestros libros de textos. De la Edad Dorada habla también Ovidio en Las Metamorfosis. Según Ortiz Osés en los himnos homéricos, en los escritos de los órficos y los del último período de Esquilo, y en la obra de Hesíodo, hay materia suficiente para deducir la existencia de una civilización humana diferente, que de modo genérico se la conoce ya en ciertos medios académicos, como ‘matrística’[...]

 Javier de Hoz, en la introducción a la edición de La Ilíada de Espasa Calpe, explica que esta obra fue una empresa publicitaria encargada por el rey de Micenas [...] Se trataba de erradicar la memoria social todavía existente en el último milenio a.C., acerca de la sociedad humana pre-patriarcal; memoria que se mantenía con cuentos y coplas transmitidos por tradición oral. La escritura, la literatura escrita, en manos de los poderosos, aparece así para fijar la versión de la Historia que da la vuelta a las guerras y a las conquistas que aniquilaron la sociedad matricéntrica. [...] además de oscurecer el sentido de la guerra de Troya, la Ilíada da la vuelta al paradigma humano de la matrística: en lugar del cuidado de la vida y la búsqueda del bienestar que representa la madre, aparece el ‘héroe’, semidios, dios u hombre, que alcanza su plenitud y su reconocimiento cuando realiza con éxito la empresa guerrera. Desde entonces, la devastación de la vida se llamará ‘heroicidad’, y la fuerza –para manejar la espada o sus equivalentes con los que se pelea ahora –se considerará la cualidad humana más importante.



Casilda Rodrigáñez: El asalto al Hades






5. Periodización

Las invasiones de los bárbaros

 En casi todos los casos los bárbaros vienen del norte  y los civilizados estaban en la zona templada: mediterránea en el caso de Europa, Mesoamérica en el caso de los mayas y toltecas  invadidos por los aztecas; en India los arios entraron por el norte desde Oxus para conquistar la civilización dravidiana de Harapa; en China los bárbaros provocan una muralla al norte del imperio del Medio. En ocasiones la invasión viene del sur, como en el caso del Islam, que movilizó nómadas de la franja tropical [...] Cuando se vive bien no hay necesidad de marchar a conquistar otra tierra. [...] Sería raro que los andaluces prefirieran dejar Cádiz y los sicilianos Palermo para conquistar Noruega [...]
Estos pueblos (nómadas, pastores, patriarcales, guerreros) [...] desde los hiksos y arios en el segundo milenio a. C hasta los tártaros y turcos  de los siglos XIV y XV, penetran en la zona templada para disfrutar de los beneficios de la civilización. La lista de invasiones es nutrida: hiksos sobre Egipto en 2000 a.C.; arios a India en 1700a.C.; aqueos en Grecia, 1500 a.C.; dorios en 1200 a.C.; arios en Italia, 800 a.C.; galos en Roma y Grecia, 300 a.C.; invasión generalizada de los bárbaros germánicos sobre el mediterráneohacia 400 d. C. invasión islámica de 711 sobre España y Sicilia; mongoles de Gengis Khan hacia 1200; tártaros de Tamerlán hacia 1300 y turcos en Constantinopla en 1453.
[...] Los arios en forma de dorios saquearon  y destruyeron Creta, civilización milenaria sin ejército ni murallas, y la banda nómada que serían los romanos penetró en el Lacio, acabó con los etruscos  y atacó a todos los pueblos antiguos del Mediterráneo, sojuzgándolos. Por debajo de los arios, dorios, y romanos, existía y continuó existiendo, el sustrato de los ancestrales pueblos mediterráneos: cretenses, etruscos, sardos, ligures y tartesios, que civilizó a los indoeuropeos y aportó el espíritu cultivado de griegos y romanos. Cuando estos fueron civilizados por el sustrato mediterráneo, vuelve a producirse otra invasión de bárbaros del Norte, esta vez germánicos, que destruyen la civilización grecolatina. El más civilizado suele perder ante el bárbaro, es conquistado y luego se ve forzado a refinarlo. Este pulimiento de mentalidades es un proceso lento, difuso y delicado que precisa generaciones, a veces siglos.



Luis Racionero: El Mediterráneo y los bárbaros del Norte


El doctor Claudio Naranjo, en su Cambiar la educación para cambiar el mundo, compara la historia de la humanidad con la vida de cualquier ser humano, estableciendo paralelismos que resumimos en este cuadro, para hacernos una idea:




Periodo

Paleolítico

Neolítico

Edad Bronce

E. Hierro

Grandes cambios
Paralelo
ontogenético
Etapa bebé
Infancia
Pubertad
Mayoría edad
Crisis mediana edad
Cronología aproximada
2,5 mill. años- 7000 a.C.
7000-2000 a.C.
2000- 750 a.C.
750 a.C.-
S. I a.C.
S. VI a. C.
Sociedad
Edad de Oro. Cazadores recolectores en sociedad igualitaria.
E. Plata. Matrística. Comienzo de la civilización.
Violencia e invasiones
Imperios megalómanos
Aparición de la filosofía griega, el confucianismo, el taoísmo o el budismo
Protagonistas
Clanes y tribus exógamas

Cucuteni o civilización minoica en Creta

Guerra de Troya
Homero (c. siglo VIII a.C.)
Literatura clásica griega



Y ya, por fin, hemos llegado al final de toda esta explicación acerca de culturas antiguas y de sus símbolos y mitos. Vamos a resumir el trayecto en este cuadro:



Culturas matrifocales
Ejs: Cultura del cucuteni o civilización minoica
Paleolítico y Neolítico
~Hasta el 2000 a.C.
Serpiente como símbolo
de
lo femenino y la vida
Invasiones violentas
Ejs: hiksos, arios, aqueos, dorios, etc.
Edad de Bronce
~2000- 750 a.C.
Acaban con las sociedades anteriores 
y
modifican el significado de sus símbolos
Serpiente = maldad y peligro
Violencia = heroísmo


6. Los mitos prepatriarcales


Imagen relacionada
Imagen relacionadaUna de las más importantes diosas fenicias era Astarté, asimilación de Ishtar, diosa babilónica de la fecundidad, la sexualidad, la vida y la guerra a la que se representa con un bastón con serpientes entrelazadas. Astarté era diosa de la madre tierra, el amor, la fertilidad, protectora de animales y de los marinos. Posteriormente pasó a ser también diosa de la guerra, por lo que se le ofrecían sanguinarios sacrificios de víctimas. Se la suele representar de pie sobre un león, con serpientes en la mano o rodeando su cintura.

13La serpiente y los huevos son los atributos de Sirona, diosa celta de las sanaciones, compañera del dios Belenos y especialmente vinculada a los manantiales curativos. En el arte romano también podemos encontrar la representación conjunta de la serpiente y el huevo, como por ejemplo en diversas pinturas de Pompeya.


En la mitología fenicia aparece la criatura del Agua y la Tierra, una serpiente dragón alada de dos cabezas, una de toro y otra de león, llamada Cronos Olam. Según Filón de Biblos, Cronos es el más antiguo de los dioses fenicios. Olam es descrito como el sintiempoel eterno o el tiempo que no envejece.

Lararios de Pompeya Las narraciones fenicias cuentan como Olam puso los dos huevos de los que proceden macho y hembra. En otros mitos se describe cómo su huevo se divide en dos mitades dando lugar al cielo y la tierra.
















Leer más: http://www.monografias.com/trabajos89/culturas-que-encontro-colon/culturas-que-encontro-colon.shtml#ixzz4LREOQ7iJ





7. Pervivencia del mito.
 
 Los mitos, al ser narraciones orales, transmitidas de generación en generación, que aportan arquetipos, creencias y símbolos fundamentales, sobreviven al paso de los siglos y a los avatares de la Historia, más allá de las invasiones, las leyes o las costumbres. De este modo, muchos elementos míticos asoman una y otra vez en diferentes periodos, aun cuando el mundo aparentemente ha cambiado ya por completo.


Asclepio (Esculapio romanos)

Resultado de imagen de asclepio Asclepio fue el dios griego de la medicina, hijo de Apolo y de la ninfa Coronis. La hermana melliza de Apolo, Artemisa, mató a Coronis antes de nacer Asclepio porque esta había cometido una infidelidad, pero su padre consiguió rescatarlo con vida del vientre de la madre. Apoloo confión la educación del pequeño Asclepio al centauro Quirón, quien le enseñó arte y medicina. Atenea, que también participaba en su formación, le entregó dos recipientes con sangre de la Gorgona: una estaba envenenada, pero la otra tenía propiedades para resucitar a los muertos. Asclepio se convirtió en un experto de la medicina y la resucitación, devolviéndoles la vida a muchas personas.



Leer más


El rey Arturo de Pendragon







En la leyenda de Arturo, la tragedia alcanza el punto de inflexión en torno al dragón: Arturo, que era un caballero que defendía el antiguo modo de vida, en el mito original no mata, sino que salva al dragón; a modo de pulseras llevaba serpientes en ambas muñecas, y en su estandarte el famoso Pendragón. En la batalla final en la que reune a todos los reyes de Inglaterra, y que se considera un hito en la fundación de la nación británica, le obligan a quitar el Pendragón del estandarte, a lo que tiene que ceder debido a una correlación de fuerzas desfavorable, y tiene que luchar únicamente bajo el símbolo de la cruz cristiana. La batalla se gana con la derrota simbólica del antiguo modo de vida.


Según algunos textos medievales tardíos, Arturo fue un caudillo britano que dirigió la defensa de Gran Bretaña contra los invasores sajones a comienzos del siglo VI.   Las primeras referencias a Arturo se encuentran en las literaturas célticas, en poemas galeses como Y Gododdin. El primer relato de la vida del personaje se encuentra en la Historia Regum Britanniae (Historia de los reyes británicos), de Geoffrey de Monmouth, quien configuró los rasgos principales de su leyenda.
Según éste, el rey Uther Pendragon (en galés, 'Uther hijo del Dragón'), quien deseaba a Igraine, esposa de Gorlois,  hizo que el mago Merlín embrujase a la mujer para que, cuando él entrase a sus aposentos, ella creyese que se trataba de su esposo. Utherse acusta así con Igraine y engendra un hijo: Arturo. Gorlois muere en combate esa misma noche, y los sabios de Cornualles aconsejan a Igraine que se case con el rey Uther. Al nacer Arturo, Merlín se lo lleva y lo entrega a un noble, sir Héctor, para que lo cuide y lo críe como a su propio hijo. 
A los 16 años, Arturo va con sir Héctor y Kay a Londres, donde caballeros de toda Inglaterra intentan sacar una espada de la roca en la que se halla atrapada: Se decía que quien la liberase sería el rey de Inglaterra y el encargado de unificar todos los reinos de la isla tras la muerte de Uther. Infructuosamente, todos los caballeros intentaron extraer la espada, pero es Arturo, sin ser caballero aún, quien logra liberarla, y le es revelada su verdadera identidad.















La mitología griega

La mitología, esa serie de antiguos relatos referidos a los héroes y dioses, crea un conjunto de símbolos culturales que pertenecen al imaginario colectivo. No existe una única versión de un mito: el mito es  producto de una sociedad oral. El hecho de que los griegos no hayan tenido ningún libro sagrado sobre los dioses, equivalentes a la Biblia o al Corán, confería al mito la posibilidad de ser revisado una y otra vez.


La literatura griega está plagada, desde sus más remotos orígenes homéricos, de personajes y sagas míticas locales; así, suele hablarse del ciclo troyano (en torno a la Guerra de Troya: Agamenón, Electra, etc.) y del ciclo tebano (Edipo, Antígona, los dioses Dioniso, Zeus y Heracles, entre otros).

En cuanto al carácter religioso de esas figuras, ha habido una gran diversidad de posturas que cambiaron a lo largo del tiempo:  al principio Esquilo se muestra respetuoso y crédulo ante la religiosidad tradicional; poco después Eurípides asumirá una crítica, defendiendo la idea de que los dioses de Homero no eran sino una pura ficción.

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