Para ver mejor el blog, puedes ampliar y reducir el tamaño pulsando a la vez las teclas Ctrl y + o -. Presionando además F11, aparecerá en modo de pantalla completa.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Dos cuentos



Los fatigados miembros de una caravana llegaron por fin a un oasis y se dispusieron a descansar. A los diez minutos, y en medio del silencio, oyeron una voz que lastimosamente decía:
- ¡Qué sed tengo! ¡Qué sed tengo!
El jefe de la caravana a mandó a un hombre a ver qué ocurría. A su regreso dijo:
- Es sólo un viajero que también trata de descansar pero no puede por la sed.
-Dadle agua -ordenó el jefe-, así podremos descansar todos.
El enviado llevó una botella de agua al sediento, que éste bebió con deleite.
Pasados otros diez minutos, y de nuevo en medio del silencio de la noche se escuchó la misma voz quejumbrosa:
- ¡Qué sed tenía! ¡Qué sed tenía!

II

Un hombre fue al mercado a comprar quince litros de aceite. Eligió uno de buena calidad y pagó al aceitero.Este empezó a echar medidas de aceite en el cántaro del comprador.
Cuando había vertido ya catorce litros, el cántaro estaba lleno hasta el borde.
- Este litro de aceite que queda es tuyo, ya que los has pagado. Dime qué hago, pues tu cántaro está ta lleno- dijo el aceitero.
Reflexionando un momento, aquel hombre ruin tuvo una gran idea: se le ocurrió vaciar su cántaro para que el comerciante vertiese la parte que le faltaba.Resultado de imagen de cantaro aceite

No hay comentarios:

Publicar un comentario