Relación de temas.
Los temas son casi siempre profanos, a tono con la mentalidad burguesa que empezaba a fraguarse en Florencia: la inteligencia humana, la fortuna y el amor. Van desde «historias de mala suerte que inesperadamente cambian hacia felicidad» (el día dos, bajo el liderazgo de Filomena) hasta historias considerablemente más interesantes de «mujeres que juegan engaños con sus maridos» (día siete, bajo el mandato de Dioneo). Cada día también incluye una breve introducción y una conclusión. Estos interludios del cuento incluyen con frecuencia las transcripciones de canciones populares italianas en verso.
Las cien historias del Decameron reflejan una realidad múltiple. Su esquema empieza con la degradación de la sociedad para ir escapando a una sociedad más feliz. Visión de la muerte para acabar en una situación más optimista., que se aprecia en la disposición misma de las jornadas: la primera (reprobación de los vicios) abre y la última (exaltación las virtudes) cierra idealmente la obra.
Cada día incluye también una corta introducción y una conclusión que continúa el marco de los cuentos. Estos interludios a menudo incluyen transcripciones de canciones folclóricas italianas. Las interacciones entre cuentos en un día, o a lo largo de los días forma un todo y no sólo una colección de historias. Argumentos básicos de las historias incluyen burlas a la lujuria y la avaricia de los clérigos; tensiones en la sociedad italiana entre la nueva y rica clase comercial y las familias nobles; los peligros y las aventuras de los mercaderes al viajar.
- Jornada primera: Cada cual habla de lo que más le agrada.
- Jornada segunda: Se habla de aquellas personas que, abrumadas por diversos infortunios, consiguen llegar a dichoso término.
- Jornada tercera: dedicada a quienes con gracia e inteligencia lograron alguna cosa largamente deseada, o recobraron lo que habían perdido.
- Jornada cuarta: historias de amor con final desgraciado.
- Jornada quinta: historias de amor con final feliz.
- Jornada sexta: sobre aquellos que se defendieron con alguna respuesta aguda, evitaron daños y afrentas e hicieron callar a los necios.
- Jornada séptima: burlas que por amor o por miedo, hacen las mujeres a sus maridos, con o sin el conocimiento de ellos.
- Jornada octava: burlas que con frecuencia se hacen hombres y mujeres entre sí.
- Jornada novena: tema libre.
- Jornada décima: grandes hazañas.
Cada día incluye también una corta introducción y una conclusión que continúa el marco de los cuentos. Estos interludios a menudo incluyen transcripciones de canciones folclóricas italianas. Las interacciones entre cuentos en un día, o a lo largo de los días forma un todo y no sólo una colección de historias. Argumentos básicos de las historias incluyen burlas a la lujuria y la avaricia de los clérigos; tensiones en la sociedad italiana entre la nueva y rica clase comercial y las familias nobles; los peligros y las aventuras de los mercaderes al viajar.
1. Observa las imágenes y lee los resúmenes de las novelas. Recordando los que hemos dicho que son los temas principales, di: ¿Cuáles son los que aparecen? Ponte música aquí
Giovanni Boccaccio - El Decamerón - Selectividad-Literatura universal de Mercedes Espinosa Contreras
La inteligencia.
La inteligencia aparece con frecuencia, generalmente en forma de ingenio, de astucia, como un signo de humanismo; el humanismo propugna la razón como la herramienta más característica del ser humano y cifra en ella sus esperanzas: no son las creencias ciegas y las supersticiones las que han de redimir a la persona de su mísera condición, sino la lógica y la inteligencia, la capacidad de discernir lo bueno de lo malo, de organizar el mundo, de racionalizar la vida.
2. Ve la recreación de Pier Paolo Pasolini de la primera historia de la jornada I del Decameron y:
a) Redacta un breve resumen.
b) Identifica el tema principal y relaciónalo con el texto que aparece en rojo un poco más arriba; a continuación, trata de hilarlo también con el momento histórico que hemos estudiado al principio del tema 1.c) Responde a estas cuestiones:
- ¿Qué diferencia hay entre los adjetivos "listo", "inteligente", "taimado" y "astuto"?
- ¿Qué entendemos cuando se dice "buen hombre" o "un pobre hombre"?
- ¿Qué quería decir Antonio Machado cuando escribía: "soy, en el buen sentido de la palabra, bueno"?
- ¿Qué significan las frases "La ley está para saltársela" y "El que hace la ley hace la trampa"?
Ahora lee este artículo de José Antonio Marina y pon tres ejemplos concretos de las actitudes a las que se refiere:
"En la patria de la picaresca no está mal visto -al revés- engañar al oponente, si se hace con gran cinismo, ya que forma parte de nuestra idiosincrasia"
-JULIO LLAMAZARES/ Escritor
Llamazares tiene razón. Jaleamos al pícaro y, como es natural, nos salen pícaros hasta debajo de las piedras. Valoramos al «listo», que es una especie de la que habría que abrir la veda. Listo es el gorrón, el trapacero, el tramposo, el aprovechado. Habrán oído sin duda decir «No te pases de listo».
En cambio, nunca: «No te pases de inteligente». La verdadera inteligenc
ia es justa y generosa. Suelo decir que la gran creación de la inteligencia es la bondad, lo que va en contra de la «idiosincrasia» española que piensa que un «buen» hombre es una variante de la estulticia.
ia es justa y generosa. Suelo decir que la gran creación de la inteligencia es la bondad, lo que va en contra de la «idiosincrasia» española que piensa que un «buen» hombre es una variante de la estulticia.
Al cabo de los años he llegado a una triste conclusión: A los seres humanos les gusta ser timados. La capacidad que tenemos de dejarnos embaucar es colosal. La tolerancia que tenemos hacia los cínicos, como dice Llamazares, es un ejemplo evidente. Recuerdo aún el éxito de Tierno Galván -cínico esporádico- cuando dijo: «Los programas electorales se hacen para no ser cumplidos». Durante las últimas semanas hemos asistidos a una orgía de promesas. Tantas, tan espectaculares, tan inverosímiles que no las hemos registrado en la memoria. Un programa electoral es un contrato. Y para impedir que nos tomen el pelo, hay que mantenerlo en la memoria.
Lo único que acaba con las elecciones es el periodo electoral, esa especie de ligue del político, esa esgrima de la seducción. Tras las elecciones comienza lo serio. El ámbito de la fidelidad o de la infidelidad.
Por último, redacta un breve texto en los comentarios a esta entrada del blog expresando tu opinión al respecto.
3. Vamos a leer ya una de las novelas de la jornada VII completas: ésta es la novela cuarta.
Amor y erotismo.
Boccaccio defiende en el Decamerón dos ideas esenciales:
· Lo erótico como algo natural
En el Proemio el autor incluye un manifiesto poético que indica su actitud e ideología. Boccaccio desarrolla el tema del amor bajo una perspectiva exclusivamente humana: recuerda con agrado su antigua pasión amorosa y la asume sin sentimiento de culpa (frente a Dante, para el que el amor significa pecado, y Petrarca, que sufre el arrepentimiento del amor). Es cierto que Boccaccio está aún muy alejado del amor platónico y espiritual que será característico del Renacimiento: en la mayoría de los casos se trata de un amor carnal, de una recreación en los placeres sensuales que se repite en la mayoría de las historias. En este sentido la obra tiene un gusto aún muy medieval. Sin embargo, este interés por lo carnal se interpreta como un rasgo del antropocentrismo renacentista: no interesa la vida humana en tanto en cuanto periodo transitorio previo a la vida del más allá, sino, antes bien, en sí misma: en el punto de mira del autor están el cuerpo humano, sus apetitos, sus vicios y virtudes; sus limitaciones y, ante todo, un optimismo vitalista que procura extraer todos los dulzores que el mundo es capaz de ofrecer.
El marido celoso es el personaje que recibe las burlas más feroces y el desprecio total de Boccaccio. En la cuarta novela se puede observar la visión de conjunto sobre las relaciones familiares que da forma a la Séptima Jornada: se da una opinión negativa de los celos de los maridos que al principio son infundados pero que acaban estando justificados cuando, habiendo los hombres encerrado y ofendido a sus esposas, estas deciden tomar un amante, ya sea por ofensa (4) o por amor (5 y 8). Fiammetta, la narradora de la novela quinta, como leeremos a continuación, afirma antes del inicio de su relato que cualquier cosa que las mujeres hagan a sus maridos celosos está justificada, pues ellos las condenan a morir manteniéndolas aisladas. En el cuento octavo, tras describir brutalmente la situación de aislamiento en la que está Mona Sismonda, se procede a valorar la astucia de la estrategia del cordoncillo. Con esto se comprueba la tesis planteada en la Séptima Jornada, de que cuanta más grande resulte la dificultad, mayor será la elaboración de la estrategia y más rebuscada resultará ésta.
Fuente
[...] lo que sus mujeres les hacen, y máximamente cuando tienen celos sin motivo, está bien hecho. [...] porque los celosos son hostigadores de la vida de las mujeres jóvenes y diligentísimos procuradores de su muerte. Están ellas toda la semana encerradas y atendiendo a las necesidades familiares y domésticas. Deseando, como todos hacen, tener luego los días de fiesta alguna distracción, algún reposo, y poder disfrutar algún entretenimiento como lo toman los labradores del campo, los artesanos de la ciudad, [...] como hizo Dios cuando el día séptimo descansó de todos sus trabajos [...] A la cual cosa en nada consienten los celosos,[...]que [...], teniéndolas más encerradas y más recluidas, hacen sentir más míseras y dolientes;[...] Por lo que, concluyendo, lo que una mujer hace a un marido celoso sin motivo, por cierto no debería condenarse sino alabarse.
Fiammetta, al comienzo de la jornada V:
[...] lo que sus mujeres les hacen, y máximamente cuando tienen celos sin motivo, está bien hecho. [...] porque los celosos son hostigadores de la vida de las mujeres jóvenes y diligentísimos procuradores de su muerte. Están ellas toda la semana encerradas y atendiendo a las necesidades familiares y domésticas. Deseando, como todos hacen, tener luego los días de fiesta alguna distracción, algún reposo, y poder disfrutar algún entretenimiento como lo toman los labradores del campo, los artesanos de la ciudad, [...] como hizo Dios cuando el día séptimo descansó de todos sus trabajos [...] A la cual cosa en nada consienten los celosos,[...]que [...], teniéndolas más encerradas y más recluidas, hacen sentir más míseras y dolientes;[...] Por lo que, concluyendo, lo que una mujer hace a un marido celoso sin motivo, por cierto no debería condenarse sino alabarse.
Mujer.
A lo largo de la séptima jornada, el Decamerón narra las “las burlas que por amor o para su propia salvación las mujeres han hecho a sus maridos”. “Burla” y “mujeres” parecen haber sido una asociación común a lo largo de la Edad Media y en los cuentos orientales en donde se despliegan listas importantes de astucias femeninas. El Decamerón, en esa misma línea, pone en juego la transformación de la donna gentile ideal de Dante y Petrarca en la donna de carne y hueso equiparada al hombre. Hombres y mujeres son iguales en lo que a valores se refiere y en su derecho a acceder a los placeres del amor y la vida.
Boccaccio se dirige a las mujeres enamoradas, a las que trata con gran realismo; esta cercanía le facilita conectar con la psicología femenina y denunciar su discriminación sexual, social y familiar. La elección de la mujer como receptora del libro concuerda plenamente con que era la principal demandante de literatura para el ocio y con la novedad en el tratamiento del cuento por parte del autor, lejos de la tradicional función didáctica.
Este tratamiento que el autor da a la mujer es un rasgo que lo diferencia de sus antecesores. Ahora la mujer se equipara al hombre al tener acceso a los placeres de la vida, el amor, la libertad y la aventura. Así, da voz a siete mujeres para que expresen sus sentimientos a través de sus historias, en las que el papel de la mujeres es agudo, hábil, descarado e ingenioso.
He aquí un fragmento de la introducción a la novela II de la séptima jornada, la de Peronella:
"son tantas las burlas que los hombres os hacen y especialmente los maridos, que cuando alguna vez sucede que alguna al marido se la haga, no debíais vosotras solamente estar contentas de que ello hubiera ocurrido, o de enteraros de ello o de oírlo decir a alguien, sino que deberíais vosotras mismas irla contando por todas partes, para que los hombres conozcan que si ellos saben, las mujeres por su parte, saben también; lo que no puede sino seros útil porque cuando alguien sabe que otro sabe, no se pone a querer engañarlo demasiado fácilmente. ¿Quién duda, pues, que lo que hoy vamos a decir en torno a esta materia, siendo conocido por los hombres, no sería grandísima ocasión de que se refrenasen en burlaros, conociendo que vosotras, si queréis, sabríais burlarlos a ellos? Es, pues, mi intención contaros lo que una jovencita, aunque de baja condición fuese, casi en un momento, para salvarse hizo a su marido."
4. Indica si, a tu juicio, ha cambiado mucho hoy en día la percepción de las facultades femeninas. Compara, además, las actitudes presentes en el Decamerón con el papel de Filumena Marturano en esta película mítica:
Puedes ver la vesión en español aquí en Filmin, desde el minuto 40'28"
5. Lee aquí la novela quinta. Cuando termines, recuerda: ¿Qué piensa Boccaccio de los celos y de los celosos?
La Iglesia.
Hacia finales de la Edad Media se va gestando en Europa un movimiento de crítica y oposición a los excesos cometidos por el clero. Este movimiento hallará más tarde su máximo esplendor en el erasmismo y en la Reforma protestante. El monopolio cultural y espiritual ejercido durante siglos por la Iglesia Cristiana, unido a la desproporcionada acumulación de riquezas y poder que llevó a cabo esta institución, consiguió despertar las críticas acerbas de los pensadores y hombres cultos como Boccaccio. Por ello, en el texto que estudiamos es muy frecuente encontrar monjes lascivos, eclesiásticos ambiciosos y monjas poco escrupulosas con los preceptos cristianos. En general, la obra resulta ser un reflejo bastante fiel de la realidad del momento, de tal manera que el estamento eclesiástico sale bien poco favorecido.
La Iglesia católica, a través de la Inquisición, incluyó este libro en el Índice de libros prohibidos en el año 1559. El Decamerón apareció en el Índice bajo la letra B, aludiendo a sus «errores intolerables».
La Iglesia católica, a través de la Inquisición, incluyó este libro en el Índice de libros prohibidos en el año 1559. El Decamerón apareció en el Índice bajo la letra B, aludiendo a sus «errores intolerables».
Algunos documentos y casos relacionados:
1. Si en algún momento tenéis tiempo de ver esta película, os la recomiendo encarecidamente: ayudará a comprender algunas cosas:
2. En este documental, en el que se habla de la Inquisición, se refiere el caso de los cátaros (~min 4), que mencionamos en el tema anterior:
3. En este enlace o este otro también accederemos a un caso escalofriante sobre el que también se puede discutir. En el siguiente video expllican el caso:
La película completa podéis encontrarla aquí:
4. A colación de este tema, podemos leer dos textos que proporcionan visiones diferentes. Lee ambos para aportar a continuación tu opinión al respecto:
Texto I
Recuerdo haber leído a un historiador que manifestaba en uno de sus libros la perplejidad que sentía al ocuparse de la Iglesia, un objeto histórico singular, difícil de encuadrar en los cánones teóricos de los que se sirven los analistas para explicar las transformaciones sociales.
Seguramente no le faltaba razón. La Iglesia es una realidad compleja [...] Con razón y sin ella, han sido muchos quienes denunciaron la no siempre perfecta coherencia - o, en ocasiones, la incoherencia manifiesta - entre el fondo y la forma: entre aquello que profesa ser y lo que de sí misma se refleja en la vida de sus miembros.
Son muchos los motivos que impulsan a criticar a la Iglesia [...] Hay quienes contestan lo que la Iglesia representa; [...]
Otros apuntan a quienes [...] están como en un candelero: Papa y obispos, curas y monjas, frailes y fieles laicos son observados [...] con mirada pocas veces indulgente. No faltará quien esté a la zaga para descubrir algún escándalo que implique, en la realidad o en la imaginación, a alguna persona o entidad eclesiástica.
Las críticas llegan de fuera y de dentro. De gentes honradas y de personas que evidencian, por su acritud, lo difícil que resulta para el ser humano retornar al Paraíso. [...] Todavía hay - sobre todo en nuestro país - quien pinta a la Iglesia como el exponente más acabado de la perversidad humana: su historia es una crónica negra; su moral, hipocresía; su doctrina, superstición. Para otros, la Iglesia no es algo terrible, sino simplemente un residuo del pasado que, si acaso, debería reconvertirse en una "ONG".
No escasean los profetas de salón que alaban la "verdadera" Iglesia, la de los suburbios que ellos no pisan, frente a la pretendida "falsa" Iglesia del culto y del ceremonial vaticano. [...]
Seguramente no le faltaba razón. La Iglesia es una realidad compleja [...] Con razón y sin ella, han sido muchos quienes denunciaron la no siempre perfecta coherencia - o, en ocasiones, la incoherencia manifiesta - entre el fondo y la forma: entre aquello que profesa ser y lo que de sí misma se refleja en la vida de sus miembros.
Son muchos los motivos que impulsan a criticar a la Iglesia [...] Hay quienes contestan lo que la Iglesia representa; [...]
Otros apuntan a quienes [...] están como en un candelero: Papa y obispos, curas y monjas, frailes y fieles laicos son observados [...] con mirada pocas veces indulgente. No faltará quien esté a la zaga para descubrir algún escándalo que implique, en la realidad o en la imaginación, a alguna persona o entidad eclesiástica.
Las críticas llegan de fuera y de dentro. De gentes honradas y de personas que evidencian, por su acritud, lo difícil que resulta para el ser humano retornar al Paraíso. [...] Todavía hay - sobre todo en nuestro país - quien pinta a la Iglesia como el exponente más acabado de la perversidad humana: su historia es una crónica negra; su moral, hipocresía; su doctrina, superstición. Para otros, la Iglesia no es algo terrible, sino simplemente un residuo del pasado que, si acaso, debería reconvertirse en una "ONG".
No escasean los profetas de salón que alaban la "verdadera" Iglesia, la de los suburbios que ellos no pisan, frente a la pretendida "falsa" Iglesia del culto y del ceremonial vaticano. [...]
La Iglesia será vista, en cada caso, dependiendo de los principios de los que parta el observador. Y éste, como nos enseña incluso la Física, nunca es neutral y difícilmente logra ser objetivo.
La crítica - que no es lo mismo que la calumnia - es imprescindible para el normal funcionamiento de la sociedad y es también [...] para la vida de la Iglesia. Con frecuencia, incluso las críticas más amargas [...] reconocen al menos implícitamente la innegable grandeza del ideal al que los cristianos están llamados a conformarse.
La crítica - que no es lo mismo que la calumnia - es imprescindible para el normal funcionamiento de la sociedad y es también [...] para la vida de la Iglesia. Con frecuencia, incluso las críticas más amargas [...] reconocen al menos implícitamente la innegable grandeza del ideal al que los cristianos están llamados a conformarse.
[...] Los críticos más creíbles son los santos. Ellos saben que toda auténtica reforma - "Ecclesia semper reformanda" - comienza por uno mismo.
Texto extraído de Catholic.net
Texto II
Éste es el enlace por el que podrás acceder a una visión diferente:
Compre la Mezquita de Córdoba por 30 euros
La Mezquita de Córdoba fue construida entre los años 780 y 785 por Abderramán I. Doce siglos después, el 2 de marzo de 2006, la Iglesia Católica inscribió el inmueble a su nombre en el registro de la propiedad número cuatro de Córdoba (tomo 2381, libro 155, folio 198). El trámite costó apenas 30 euros. Tal robo fue posible por dos milagros. El primero, que José María Aznar cambió la ley hipotecaria en 1998 para permitir a la Iglesia apropiarse de edificios de dominio público, aunque sean patrimonio de todos los españoles: basta con que el señor obispo dé fe y certifique que pertenecen a la Iglesia, sin necesidad de notario. El segundo milagro, que disponer de un edificio de 23.400 metros en pleno centro de Córdoba le sale gratis a la Iglesia: no paga el IBI y tampoco se ocupa de los gastos de conservación.
La entrada en la Mezquita de Córdoba cuesta 8 euros por persona; al año recibe más de un millón de visitantes. No te entregan factura y es dudoso que el dinero recaudado pague impuestos: se considera un donativo y, como tal, está exento de tributación. El obispado de Córdoba dispone de la Mezquita como su absoluta propiedad. También decide quién puede trabajar en ella como guía y quién no. No es raro que haya días en los que se cierre el acceso a los turistas porque hay, por ejemplo, una convención de sacerdotes en su interior. Sin embargo, los gastos de restauración y conservación no los paga la Iglesia: los cubre el Estado.
Desde 1998, la Iglesia ha inscrito a su nombre cientos de edificios, muchos de ellos financiados por los vecinos de cada pueblo o ciudad. Zapatero no cambió la ley en ocho años, Rubalcaba prometió reformarla en su programa electoral. Es improbable que tal abuso lo vaya a eliminar el PP pero, con algo de suerte, tal vez la Unión Europea obligue al Gobierno a cobrar el IBI a la Iglesia, igual que ha hecho con Italia. No es poco dinero. Que la Iglesia esté exenta de pagar algunos impuestos, un privilegio medieval, nos cuesta 3.000 millones de euros al año, según Europa Laica. Es una décima parte del déficit que le falta por recortar a Rajoy.
La Iglesia católica ha registrado más de mil propiedades en los últimos doce años gracias a una norma franquista (la Ley Hipotecaria, de 1946) que el Gobierno de José María Aznar amplió en 1998. Inicialmente, su artículo 206 permitió a la Iglesia el registro de algunos bienes que carecían de propietario, a excepción de los "templos destinados al culto católico". En su primera legislatura, el PP retiró la excepción con el Real Decreto 1.867, sin llevarlo a debate en el Congreso de los Diputados. Gracias a esta ley, la Iglesia ha llegado a registrar catedrales por menos de 30 euros
La entrada en la Mezquita de Córdoba cuesta 8 euros por persona; al año recibe más de un millón de visitantes. No te entregan factura y es dudoso que el dinero recaudado pague impuestos: se considera un donativo y, como tal, está exento de tributación. El obispado de Córdoba dispone de la Mezquita como su absoluta propiedad. También decide quién puede trabajar en ella como guía y quién no. No es raro que haya días en los que se cierre el acceso a los turistas porque hay, por ejemplo, una convención de sacerdotes en su interior. Sin embargo, los gastos de restauración y conservación no los paga la Iglesia: los cubre el Estado.
Desde 1998, la Iglesia ha inscrito a su nombre cientos de edificios, muchos de ellos financiados por los vecinos de cada pueblo o ciudad. Zapatero no cambió la ley en ocho años, Rubalcaba prometió reformarla en su programa electoral. Es improbable que tal abuso lo vaya a eliminar el PP pero, con algo de suerte, tal vez la Unión Europea obligue al Gobierno a cobrar el IBI a la Iglesia, igual que ha hecho con Italia. No es poco dinero. Que la Iglesia esté exenta de pagar algunos impuestos, un privilegio medieval, nos cuesta 3.000 millones de euros al año, según Europa Laica. Es una décima parte del déficit que le falta por recortar a Rajoy.
En diez años se han registrado por esta vía 1.086 bienes en Navarra. El clero registró desde la catedral de Pamplona, en 2006, hasta templos de pequeños municipios como Pardesivil (León), en 2009. La basílica pamplonesa siempre fue sostenida con fondos públicos (la última inversión fue de 15 millones de euros). En la pedanía leonesa, con ocho habitantes en invierno, sus vecinos invirtieron 6.000 euros para reparar la ermita, abandonada hacía 35 años. Cada registro supuso entre 20 y 30 euros.
La Ley Hipotecaria permite realizar estas inmatriculaciones sin el conocimiento público. Su artículo 206 da un privilegio especial al clero para realizar los registros: basta con que el obispo dé fe de que el bien pertenece a la Iglesia, y no se requiere el visto bueno de ningún poder público ni notario.
¿Quién equiparó su poder al de la Administración pública?: Para registrar terrenos y propiedades, Francisco Franco. En el caso de los templos, José María Aznar. La Ley Hipotecaria de 1946 permitió a la Iglesia católica (no a todas las confesiones religiosas) registrar propiedades que carecían de dueño.
Fuente aquí
Y, a propósito de la Religión, documentos como éste nos pueden ayudar a reflexionar acerca de su papel en la educación.
Otros temas.
La Fortuna, tema recurrente tanto en las letras medievales como en las obras clásicas, está a menudo presente en los cuentos, como en la citada segunda jornada. Por otra parte, la inteligencia aparece con frecuencia, generalmente en forma de pícara astucia, como un signo de humanismo; el humanismo propugna la razón como la herramienta más característica del ser humano y cifra en ella sus esperanzas: no son las creencias ciegas y las supersticiones las que han de redimir al hombre de su mísera condición, sino la lógica y la inteligencia, la capacidad de discernir lo bueno de lo malo, de organizar el mundo, de racionalizar la vida.
ResponderEliminarInteligencia y astucia
Para comenzar es muy importante separar estas das palabras ya que pueden parecer sinónimos, la inteligencia es “la cualidad para entender o comprender”, mientras que la persona astuta es aquella “aguda, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin” según la RAE.
Creo que el ser humano por naturaleza aspira tanto la inteligencia como la astucia, pero de maneras distintas. La astucias es más bien para engañar, por lo tanto aquellos que la desean es con este fin.
No se exactamente si nos gusta ser timados o engañados, pero lo que si se es que en cierta maneras preferimos vivir ajenos a la realidad, por ejemplo, sabemos que en África mueren miles de niños que no tienen nada que llevarse a la boca, pero no queremos ser conscientes de este hecho en todo momento, es una manera que tenemos de ser astutos engañándonos a nosotros mismos. Hay otras veces que engañamos con la excusa de “ojos que no ven corazón que no siente”.
A nuestro gobierno le conviene tenernos engañados, ajenos a sus “trapicheos”, y no solo eso, tampoco les interesa que sepamos en funcionamiento de nuestro sistema, ya que si desconocemos esto será más fácil dominarnos, “el peor enemigo de un gobierno es un pueblo culto”.
De hecho creo que muchas reformas educativas vienen dadas para que los jóvenes salgan al mundo laboral más ignorantes y más conformistas con la sociedad que nos rodea. Creo que el sistema educativo se está convirtiendo en una “fábrica” de adultos que creen que no hay solución, la burocracia de los centros y tantas normas estúpidas preparan a los jóvenes para que se acostumbren a no quejarse y a verlo todo como imposible.
Y aquellos pocos que consiguen llegar a adultos siendo personas inteligentes, creen que no les sirve, ya que se encuentran con un muro de trabas e impedimentos para que no se puedan salir del rebaño.
CREO QUE ESPAÑA SE HA CONVERTIDO EN UN PAÍS DOMINADO POR ASTUTOS, donde los inteligentes luchan por diversos motivos para mejorar el país, como son la justicia, los derechos humanos o la productividad económica, pero es que ni siquiera esto convence a nuestros gobernantes que lo que más desean es dominar un pueblo de sumisos.
Lo que pretendo decir con esto es animar a las personas inteligentes a levantarse y a luchar por sus sueños, aunque esto signifique ser un loco, cito una frase de acción poética “como no sabía que era imposible lo hizo”.
África Sara Franco Gutiérrez
Inteligencia y astucia
ResponderEliminarPara comenzar es muy importante separar estas das palabras ya que pueden parecer sinónimos, la inteligencia es “la cualidad para entender o comprender”, mientras que la persona astuta es aquella “aguda, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin” según la RAE.
Creo que el ser humano por naturaleza aspira tanto la inteligencia como la astucia, pero de maneras distintas. La astucias es más bien para engañar, por lo tanto aquellos que la desean es con este fin.
No se exactamente si nos gusta ser timados o engañados, pero lo que si se es que en cierta maneras preferimos vivir ajenos a la realidad, por ejemplo, sabemos que en África mueren miles de niños que no tienen nada que llevarse a la boca, pero no queremos ser conscientes de este hecho en todo momento, es una manera que tenemos de ser astutos engañándonos a nosotros mismos. Hay otras veces que engañamos con la excusa de “ojos que no ven corazón que no siente”.
A nuestro gobierno le conviene tenernos engañados, ajenos a sus “trapicheos”, y no solo eso, tampoco les interesa que sepamos en funcionamiento de nuestro sistema, ya que si desconocemos esto será más fácil dominarnos, “el peor enemigo de un gobierno es un pueblo culto”.
De hecho creo que muchas reformas educativas vienen dadas para que los jóvenes salgan al mundo laboral más ignorantes y más conformistas con la sociedad que nos rodea. Creo que el sistema educativo se está convirtiendo en una “fábrica” de adultos que creen que no hay solución, la burocracia de los centros y tantas normas estúpidas preparan a los jóvenes para que se acostumbren a no quejarse y a verlo todo como imposible.
Y aquellos pocos que consiguen llegar a adultos siendo personas inteligentes, creen que no les sirve, ya que se encuentran con un muro de trabas e impedimentos para que no se puedan salir del rebaño.
Creo que España se ha convertido en un país dominado por astutos, donde los inteligentes luchan por diversos motivos para mejorar el país, como son la justicia, los derechos humanos o la productividad económica, pero es que ni siquiera esto convence a nuestros gobernantes que lo que más desean es dominar un pueblo de sumisos.
Lo que pretendo decir con esto es animar a las personas inteligentes a levantarse y a luchar por sus sueños, aunque esto signifique ser un loco, cito una frase de acción poética “como no sabía que era imposible lo hizo”.
África Sara Franco Gutiérrez
COMENTARIO SOBRE LOS TEMAS DEL DECAMERÓN.
ResponderEliminar-El amor-
En el Decamerón, el amor está representado, lejos del platónico u espiritual, como un amor carnal. Podemos comprobarlo en todas las historias de la jornada séptima, que casi podríamos decir que encierran una obsesión por el sexo. Esto forma parte de la trama de los cuentos de este día siete (una mujer, para intentar gozar de alguna forma en una vida tan monótona como la suya, viviendo con un marido celoso en la mayoría de las historias, se acuesta con otro hombre, engañando astutamente a su esposo cuando éste la descubre).
A pesar de ser éste, quizás un rasgo típicamente medieval o de antropocentrismo renacentista, estos casos de adulterio suelen ocurrir en nuestra sociedad. Ya en el siglo XVIII incluso se oye hablar de algunas reinas que lo practicaban, y esto se ha llevado a tal punto que hoy es algo bastante frecuente en muchos países. En España, por ejemplo, no es nada del otro mundo saber de alguna mujer que, pese a estar casada e incluso tener hijos, se escapa en las noches y mantiene una relación amorosa con otro hombre. Es evidente que esta situación debe dar lugar a unos celos bien comprendidos, aunque a veces pueden extremarse y manifestarse de una forma violenta por parte del marido engañado. En mi opinión, el adulterio es casi un acto de cobardía aquí en España, sin embargo, lo interpreto como un acto de valentía en aquellos países en los cuales la mujer es un objeto sexual, como Marruecos o la India, y a la cual acaban casando con alguien a quien no desea (ejemplo claro en la película La Boda del Monzón).
-La inteligencia humana-
La inteligencia es un tema que aparece con frecuencia, generalmente en forma de pícara astucia, como un rasgo de humanismo. El humanismo afirma que la herramienta más característica del hombre es la razón, descartando todo lo que tenía que ver con lo que hasta entonces se venía dando en el medievo, como eran las supersticiones o cualquier otro tipo de creencia.
Estamos, con ello, totalmente de acuerdo en que hemos dejado muy lejos ya no la Edad Media, sino su pensamiento, sus condiciones. La inteligencia humana se desarrolló cuando unos pocos dejaron de seguir el curso del medievo, cuando se deshicieron de las cadenas que los mantenían atados a la Iglesia y sus creencias, y comenzaron a pensar por sí mismos, y a desarrollar sus ideas hasta dar paso a lo que hoy en día son la ciencia, la tecnología, la literatura,… La inteligencia humana se desarrolló con el paso de la Edad Media al Renacimiento.
COMENTARIO SOBRE LOS TEMAS DEL DECAMERÓN
ResponderEliminar-La mujer-
Todas las historias eróticas de Boccaccio se corresponden con la imagen medieval de la mujer, propensa a caer en las tentaciones de la carne, difícil de saciar, y por ello casi considerada como una hija de Eva, la seductora. Así, en la séptima jornada se repite constantemente la idea de que si el marido no satisface a la mujer, esta se procurará el placer por otros caminos. Boccaccio retrata a la mujer como un ser inteligente, libre de todo rasgo medieval, y que, por lo tanto, se revela ante la situación que vive con su marido. Esto puede trasladarse al paso de la Edad Media al Renacimiento (hacia el s. XIV), cuando, por parte de una pequeña minoría, comienzan a sentirse aires de renovación respecto del feudalismo y el arte medievales.
Sin embargo, hoy en día la mujer no es considerada tal como Boccaccio la pinta, inteligente e incluso superior al hombre, al menos no en todos los países. En España, por ejemplo, el sueldo de la mujer en el mismo campo de trabajo, es inferior al del hombre, aunque es cierto que se está luchando (nosotras, en especial) por la igualdad. En el nuestro, y en otros tantos países, claro. Y en los más subdesarrollados, como los citados anteriormente (la India o Marruecos), parece que prácticamente no han dejado atrás el pensamiento medieval y, yo diría, casi prehistórico que tienen de la mujer.
-La Iglesia-
A finales de la Edad Media se va desarrollando en Europa un movimiento de crítica hacia el clero (más adelante daría lugar al erasmismo o a la Reforma Protestante) y personajes como Boccaccio criticaron, sobre todo, la desproporcionada acumulación de riquezas y poder por parte de la Iglesia Cristiana, por ello encontramos en su historia personajes relacionados con la Iglesia, descritos como ambiciosos y lascivos, así que el estamento eclesiástico no sale muy favorecido.
Hoy en día, gran parte de la sociedad también recela del poder de la Iglesia, siempre ha sido así, de su gobierno, de sus leyes, y de su forma de controlar los pensamientos de la ciudadanía. Y es que se han encontrado motivos para hacerlo, tales como el abuso de personas por parte de miembros de la Iglesia, los bebés robados en hospitales o la ya criticada posesión de riquezas por parte de las asociaciones eclesiásticas, como la Iglesia, o incluso el papado.
El amor
ResponderEliminarEn el Decamerón, el amor está representado, lejos del platónico u espiritual, como un amor carnal. Podemos comprobarlo en todas las historias de la jornada séptima, que casi podríamos decir que encierran una obsesión por el sexo. Esto forma parte de la trama de los cuentos de este día siete (una mujer, para intentar gozar de alguna forma en una vida tan monótona como la suya, viviendo con un marido celoso en la mayoría de las historias, se acuesta con otro hombre, engañando astutamente a su esposo cuando éste la descubre).
A pesar de ser éste, quizás un rasgo típicamente medieval o de antropocentrismo renacentista, estos casos de adulterio suelen ocurrir en nuestra sociedad. Ya en el siglo XVIII incluso se oye hablar de algunas reinas que lo practicaban, y esto se ha llevado a tal punto que hoy es algo bastante frecuente en muchos países. En España, por ejemplo, no es nada del otro mundo saber de alguna mujer que, pese a estar casada e incluso tener hijos, se escapa en las noches y mantiene una relación amorosa con otro hombre. Es evidente que esta situación debe dar lugar a unos celos bien comprendidos, aunque a veces pueden extremarse y manifestarse de una forma violenta por parte del marido engañado. En mi opinión, el adulterio es casi un acto de cobardía aquí en España, sin embargo, lo interpreto como un acto de valentía en aquellos países en los cuales la mujer es un objeto sexual, como Marruecos o la India, y a la cual acaban casando con alguien a quien no desea (ejemplo claro en la película La Boda del Monzón).
Violeta Cuevas Caballero
Inteligencia y astucia
ResponderEliminarPara comenzar es muy importante separar estas das palabras ya que pueden parecer sinónimos, la inteligencia es “la cualidad para entender o comprender”, mientras que la persona astuta es aquella “aguda, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin” según la RAE.
Creo que el ser humano por naturaleza aspira tanto la inteligencia como la astucia, pero de maneras distintas. La astucias es más bien para engañar, por lo tanto aquellos que la desean es con este fin.
No se exactamente si nos gusta ser timados o engañados, pero lo que si se es que en cierta maneras preferimos vivir ajenos a la realidad, por ejemplo, sabemos que en África mueren miles de niños que no tienen nada que llevarse a la boca, pero no queremos ser conscientes de este hecho en todo momento, es una manera que tenemos de ser astutos engañándonos a nosotros mismos. Hay otras veces que engañamos con la excusa de “ojos que no ven corazón que no siente”.
A nuestro gobierno le conviene tenernos engañados, ajenos a sus “trapicheos”, y no solo eso, tampoco les interesa que sepamos en funcionamiento de nuestro sistema, ya que si desconocemos esto será más fácil dominarnos, “el peor enemigo de un gobierno es un pueblo culto”.
De hecho creo que muchas reformas educativas vienen dadas para que los jóvenes salgan al mundo laboral más ignorantes y más conformistas con la sociedad que nos rodea. Creo que el sistema educativo se está convirtiendo en una “fábrica” de adultos que creen que no hay solución, la burocracia de los centros y tantas normas estúpidas preparan a los jóvenes para que se acostumbren a no quejarse y a verlo todo como imposible.
Y aquellos pocos que consiguen llegar a adultos siendo personas inteligentes, creen que no les sirve, ya que se encuentran con un muro de trabas e impedimentos para que no se puedan salir del rebaño.
Creo que España se ha convertido en un país dominado por astutos, donde los inteligentes luchan por diversos motivos para mejorar el país, como son la justicia, los derechos humanos o la productividad económica, pero es que ni siquiera esto convence a nuestros gobernantes que lo que más desean es dominar un pueblo de sumisos.
Lo que pretendo decir con esto es animar a las personas inteligentes a levantarse y a luchar por sus sueños, aunque esto signifique ser un loco, cito una frase de acción poética “como no sabía que era imposible lo hizo”.
África Sara Franco Gutiérrez
La iglesia, Decamerón
ResponderEliminarLa iglesia es uno de los principales temas del Decamerón, donde es frecuentemente criticada. Boccaccio es un autor valiente al atreverse a hablar de la iglesia de este modo, y es que nunca ha sido fácil expresar tu opinión sobre este tema.
Con el transcurso de los años y de los siglos la estructura de la iglesia prácticamente ha resultado inamovible. Desde sus comienzos hasta nuestros días es una unión con mucha influencia en nuestra sociedad y la política. Organiza nuestro calendario, nuestros días festivos, y ahora es una asignatura más para los estudiantes.
La iglesia ha provocado grandes ruinas en nuestro país, como la expulsión de los judíos y los musulmanes, que dejó a España vacía de cultura, como la inquisición, que impidió la libertad de expresión y fue un retroceso cultural e intelectual para nuestro país. Y actualmente a pesar de que España es un país inmerso en una importante crisis financiera y de valores, tenemos dinero para mantener sus monumentos eclesiásticos, aun teniendo en cuenta que la iglesia nos va hundiendo cada vez más en esta crisis la población sigue confiando en ella y adorándola.
África Sara Franco Gutiérrez